<p><strong>Telefónica </strong>puso este lunes fecha a su esperada nueva hoja de ruta, que presentará el próximo 4 de noviembre a la vez que sus resultados del tercer trimestre. Una nueva estrategia a la que la empresa llegará previsiblemente con al menos alguna nueva operación corporativa encarrilada, ya que el verano no ha impedido avanzar en la venta de los dos últimos mercados no estratégicos que le quedan en Latinoamérica: <strong>Chile y México</strong>.</p>
La compañía trabaja en las ventas de Chile y México que podrían cerrarse antes del plan estratégico
Telefónica puso este lunes fecha a su esperada nueva hoja de ruta, que presentará el próximo 4 de noviembre a la vez que sus resultados del tercer trimestre. Una nueva estrategia a la que la empresa llegará previsiblemente con al menos alguna nueva operación corporativa encarrilada, ya que el verano no ha impedido avanzar en la venta de los dos últimos mercados no estratégicos que le quedan en Latinoamérica: Chile y México.
Se trata de dos operaciones que deberían reportar al grupo una suma cuantiosa. Esta se sumaría a los más de 2.000 millones de euros que la empresa prevé recaudar de la venta de Argentina (1.190 millones de euros), Colombia (332 millones), Ecuador (330 millones de euros) y Uruguay (389 millones), si bien las tres últimas son operaciones en dólares que están pendiente de cerrarse, con lo que el precio final podría variar aún en función del momento en que se termine la transacción en un ambiente muy voluble de la divisa norteamericana.
Uruguay sería la primera en cerrarse, de forma inminente, según ha trasladado Millicom, el comprador de las tres filiales. Después iría Ecuador antes de terminar el año y Colombia probablemente se demorará hasta comienzos de 2026, ya que la empresa resultante tendrá una cuota significativa en el mercado y Millicom aún no ha cerrado el acuerdo con el accionista minoritario del grupo.
Con estos recursos, Telefónica se prepara para ejercer el rol de consolidador del mercado europeo en los tres mercados en los que opera en el viejo continente (España, Reino Unido y Alemania). Para captar los recursos necesarios, el grupo está estudiando otras opciones, como la posible venta de su emblemático edificio en la Gran Vía y una ampliación de capital que ya fue descontada en el mercado el pasado agosto, cuando la compañía cayó un 5% en bolsa. Actualmente, cotiza a 4,55 euros, por debajo de los 4,89 euros de máximo del año que registraba antes de que transcendiera la posible ampliación de capital.
En el evento, en el que estarán presentes el presidente del grupo, Marc Murtra, su consejero delegado, Emilio Gayo, y la directora financiera, Laura Abasolo, se esperan más detalles de estas operaciones, así como su posible fin.
La posibilidad que el mercado tiene en mayor estima es una posible compra de Vodafone España. Se trata de una operación complicada, ya que, por mucho que se rebajen las condiciones de competencia que la Comisión Europea exige a las empresas para fusionarse, es complicado pensar que la operación puede ser aprobada incondicionalmente, ya que se crearía una empresa que concentraría más de la mitad del mercado en algunos segmentos como el área de empresas.
Otras opciones serían aprovechar el movimiento de consolidación realizado en Reino Unido y tomar el control de Virgin Media O2, algo que tendría como desafío aparejado la elevadísima deuda que arrastra la filial británica, aún en pleno esfuerzo por desplegar fibra. Por otro, estaría la compra de la alemana 1&1, el cuarto operador alemán y una operación que reforzaría enormemente a Telefónica en el mayor mercado de la Unión Europea. Esta le permitiría además hacer un daño importante a Vodafone, que le robó hace dos veranos el contrato mayorista para alquilar su red a 1&1, lo que provocó un duro castigo en bolsa para los españoles. Con todo, ninguna operación saldrá especialmente barata, ya que las especulaciones y la subida generalizada de las bolsas han elevado el valor de Zegona, dueño de Vodafone España, y 1&1 en un 193% y un 75%, respectivamente.
El otro elemento clave será ver las perspectivas de negocio que presenta el grupo, que lleva años creciendo en torno al 1% de forma orgánica y donde el foco estará más en el área de empresas y negocios tecnológicos que en el mercado residencial tradicional.
A este respecto, el mercado parece interesado también en la apuesta por reforzar la posición de la compañía en el mercado de la defensa, para aprovechar el auge presupuestario en el sector y su reforzado rol de compañía estratégica con la participación estatal.
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