<p>Cada segundo, cuatro usuarios se incorporan a <strong>LinkedIn</strong>. La red social profesional por excelencia suma ya más de 1.200 millones de miembros y 22 millones de ellos están en España. En poco más de 20 años, se ha convertido en un elemento casi tan imprescindible para encontrar trabajo en ciertos sectores, como el currículum. Y su ambición no termina ahí. <strong>Su CEO en Iberia, Ángel Sáenz</strong><strong>de Cenzano</strong>, reconoce que la empresa sigue pisando el acelerador para llegar a sectores que aún no han ganado peso en la red.</p>
Su CEO en España no cree que el uso de la IA sea aún un problema y defiende sus beneficios en un mundo donde prima más la formación continua que los títulos
Cada segundo, cuatro usuarios se incorporan a LinkedIn. La red social profesional por excelencia suma ya más de 1.200 millones de miembros y 22 millones de ellos están en España. En poco más de 20 años, se ha convertido en un elemento casi tan imprescindible para encontrar trabajo en ciertos sectores, como el currículum. Y su ambición no termina ahí. Su CEO en Iberia, Ángel Sáenzde Cenzano, reconoce que la empresa sigue pisando el acelerador para llegar a sectores que aún no han ganado peso en la red.
«Nuestra visión es que (LinkedIn) sea lo más ancho posible en cuanto a sectores y lo más diverso posible en cuanto a audiencias», apunta Sáenz de Cenzano a Actualidad Económica. El directivo suma seis años al frente de la compañía y tras surcar la montaña rusa que supuso la pandemia afronta ahora otra época de profundos cambios. Se producen en la parte de atrás de la red social, donde la inteligencia artificial ejerce ya sutiles cambios en los algoritmos y permite lanzar nuevas funciones, y ocurre en la naturaleza misma de la red: desde lo que buscan los reclutadores hasta lo que los candidatos y usuarios esperan de la misma red social.
Un elemento importante en la evolución del mercado laboral es el fin de la titulitis. De hecho, un 50% de los trabajadores cree que los grados universitarios ya no son la mejor preparación para los empleos del futuro, una opinión que comparte en parte el propio Sáenz de Cenzano. «La formación constante es casi más importante ahora mismo que el simple currículo académico», asegura. Aunque las titulaciones siguen siendo «interesantes y relevantes», Sáenz destaca una «súper habilidad que está por encima de todas», como él define, que es «la capacidad de adaptación, voluntad y de aprendizaje». Esta es, según Sáenz de Cenzano, «una condición necesaria para entender que un profesional de casi cualquier ámbito está cualificado y es interesante para nuestra aplicación. Es la gran habilidad», insiste.
Además, subyacente a esta idea, el CEO de la red social, destaca «la capacidad de priorización y de foco en un mundo con tantísimos inputs y masificación de contenidos».
Como última habilidad, destaca la importancia de «llevar la teoría y el dato a la práctica». Es decir, a la ejecución de decisiones correctas con el uso de toda la cantidad de herramientas digitales que los avances tecnológicos ofrecen actualmente a la población.
La IA es una de esas herramientas que está derrumbando nuestra imagen del mundo laboral tal y como lo conocemos y LinkedIn no es ajena a su impacto, ya que las ofertas que la requieren se están disparando. «Las posiciones en nuestra plataforma que incorporan la IA como una skill necesaria se han duplicado en el último año». Esto sucede porque «claramente las compañías están invirtiendo en esta faceta».
El avance de la IA hace que los temores sobre un posible reemplazo de los trabajadores humanos estén a la orden del día, aunque Sáenz de Cenzano llama a la tranquilidad. «Todavía hay empresas y ejecutivos que piensan que hay ciertas labores y capacidades blandas en las que hay que confiar en el humano». Estas se emplean en «ámbitos estratégicos» como pueden ser la «intuición, la capacidad de interpretación y el pensamiento crítico»; habilidades, a su juicio, todavía diferenciales.
En el caso de LinkedIn, llevan ya trabajando muchos años con algoritmos de inteligencia artificial «para poder asociar el mejor contenido y que sea más útil para las personas». «Ahora está habiendo un cambio de paradigma y vamos a poner en los miembros de nuestra plataforma, los clientes, capacidades de inteligencia generativa para que puedan ser más productivos y puedan interactuar de una forma más inteligente con la plataforma».
El cambio de paradigma se impulsa también en la cara para empresas de la red con el lanzamiento a nivel global del LinkedIn Hiring Assistant, «el lanzamiento más importante en muchos años» de la compañía, en palabras de Sáenz de Cenzano. El nuevo agente de IA, que ya ha convencido a empresas como Siemens, Verizon y MasterCard, permite crear filtros de reclutamiento más precisos para encontrar e identificar candidatos par los puestos ofertados y acelerar el proceso de contratación. «El objetivo es capacitar más a los miembros y clientes de la plataforma para ayudar a los reclutadores en la búsqueda de mejor talento».
Para llegar a este punto de implementación de la IA en la plataforma de LinkedIn, los propios empleados de la red social han tenido que aprender a utilizar esta tecnología. Es por ello que la compañía tiene un programa «muy potente» y «de largo plazo» de formación con herramientas como Copilot de la propia Microsoft y ChatGPT.
En esta línea, LinkedIn no se queda solo en la formación de sus empleados, sino que también busca capacitar a los usuarios de su red profesional a través de su pestaña de aprendizaje. De hecho, la compañía liberó hace dos años una serie de cursos para que todos sus usuarios pudieran dar sus primeros pasos con la IA y ahora tiene un acuerdo con la Comunidad de Madrid y negocia con otras regiones para lanzar programas de formación para sus ciudadanos.
Con todo, existe un elemento donde la IA parece ya omnipresente y que puede llegar a ser preocupante: la generación de contenidos casi clónicos y en base a los parámetros que el algoritmo de LinkedIn premia. El CEO no está per se en contra del uso de la IA para mejorar una publicación, algo que reconoce hacer él mismo, aunque admite que existe cierto peligro de saturación para la red. «La automatización y masificación de contenido eficiente artificial es algo que evidentemente las plataformas tenemos que observar». No obstante, el directivo confía «honestamente» en que estos contenidos masificados por la IA «van a caer por su propio peso porque lo que no tenga calidad de autenticidad los usuarios no los van a valorar y aceptar». En otras palabras, «la calidad de los contenidos se va imponer, sea acompañado de contenido generado por IA o no», asegura Sáenz de Cenzano. Este también reconoce que LinkedIn cada vez se está volviendo más personal y político, pero lo achaca a la demanda de los usuarios y al impacto del mundo en el que vivimos. «Es más una demanda de los seguidores, que quieren saber cómo los ejecutivos profesionales opinan sobre distintos ámbitos: la política es una, las emociones, otra, y los hobbies son otras. Tiene mucho éxito cuando el ejecutivo comparte sus aficiones», remarca el CEO del grupo, que recuerda además que la red social es una de las menos expuestas a los bulos y mantiene unos elevados estándares de moderación. «No se deja de invertir en ello. Cuando hablamos de reguladores es una de sus peticiones y creemos que es lo más adecuado», subraya.
Al echar la vista atrás, Sáenz de Cenzano tiene claro varios de los puntos de inflexión que han permitido a LinkedIn ganar un rol central en la vida laboral de millones de personas. Por un lado, la adquisición por parte de Microsoft de 2016, que permitió a la compañía dotarse de un «apoyo tecnológico de primer nivel» y de mayor estabilidad financiera, lo que a su vez permitió trabajar a medio y largo plazo sin la presión de tener que reportar resultados trimestralmente.
Y sería fácil situar otro momento clave en la pandemia y la hiperconexión que trajo consigo, pero para el directivo de LinkedIn la explosión de usuarios había comenzado ya en 2018 y se alargó en el tiempo hasta 2022. «Hubo una incorporación generalizada de directivos dispuestos a mantener la conversación en la red», apunta el CEO de la red social, que remarca: «El valor fundamental -el más importante de LinkedIn- que se genera en la conexión, en la conversación y en la cantidad de accesos en formación que tenemos», algo que se vio reforzado por la presencia de cada vez más perfiles altos en las conversaciones que se daban en la plataforma.
Respecto a la pandemia, Sáenz de Cenzano reconoce que hubo una «gran aceleración», pero también «se generó alguna fricción, relacionado con las nuevas formas de trabajo en la compañía». «Es una digestión larga», asegura Sáenz de Cenzano, ya que fue «una aceleración demasiado rápida». Sin embargo, «miro hacia atrás y lo miro con satisfacción. Creo que se han generado cosas buenas, pero no cabe duda de que fue un momento de tensión». Eso sí, el directivo reconoce la existencia de «una marcha atrás en muchas decisiones o políticas que se pusieron en su momento».
La pandemia fue un antes y un después en el modelo laboral con el auge del teletrabajo, un elemento que ahora está en declive en las ofertas que las empresas publican. «Están cayendo sobre todo las ofertas que posicionan trabajos full remoto». Con ello, muchos empleados siguen buscando ofertas con teletrabajo y por esto, «todas las ofertas deben esbozar en su descripción las posibilidades de flexibilidad laboral porque es lo que al otro lado se está demandando», opina Sáenz de Cenzano.
Por el contrario, el directivo tiene una posición más laxa con las empresas en otras de las eternas polémicas laborales: la no publicación del sueldo en las ofertas de trabajo. «Yo creo mucho en la libertad de las empresas para ser más o menos estrictos con sus criterios». Con la decisión de incluir o no el salario en las posiciones ofertadas, «ser más restrictivo creo que te ayuda a filtrar mejor a los candidatos que no lo alcancen, pero no le veo ningún perjuicio ni tampoco creo que sea obligatorio», reflexiona el directivo.
La cuenta de resultados avala el concepto de digestión exitosa del crecimiento que proclama el máximo directivo en España de la tecnológica. Más allá del crecimiento en usuarios, la empresa también crece a nivel económico.
Los ingresos de LinkedIn aumentaron en un 9% en su último año fiscal (cerrado a junio de 2025) para facturar un total de 17.812 millones de dólares (15.186 millones de euros).
De esta facturación, la mitad procede de las soluciones de talento, reclutamiento y formación que la plataforma ofrece a las empresas. Después, algo más del 30% proviene de las soluciones de marketing de la compañía, generalmente contenidos promocionados, mientras que alrededor del 20%, viene de la suscripción Premium, el único negocio B2C (Business to Consumer, empresa a consumidor en español) que tiene la compañía estadounidense.
De cara al futuro, para que LinkedIn progrese y se mantenga en el presente y futuro como la red profesional más grande del mundo en número de usuarios, el directivo esboza varias prioridades. Por un lado, acompañar a los profesionales en un momento «tan retador» como el que se enfrentan, marcado también por una situación geopolítica que el directivo espera que sea menos tensa con el tiempo. Por otro, mantener la inversión en innovación e inteligencia artificial y que esto se traduzca en un mayor valor para la plataforma y sus usuarios.
Actualidad Económica