<p>El curso que acaba de empezar será importante para el <strong>Museo Reina Sofía</strong>: en febrero de 2028, el centro de arte contemporáneo del Ministerio de Cultura terminará la reestructuración de su muestra permanente. 217 artistas activos entre 1975 y 2025 (sus nombres aún no son conocidos) ocuparán la cuarta planta del edificio Sabatini, que también cambiará de aspecto en su interior. El escultor <strong>Xabier Salaberria y el arquitecto Patxi Eguiluz</strong> trabajan para crear en ella un nuevo paisaje que, según el director del Reina, Manuel Segade, sea «muy riguroso» de manera que, paradójicamente, permita presentar la diversidad y el desorden del arte contemporáneo. Esta mañana, en la presentación de la nueva temporada del museo, Segade mostró una imagen del nuevo look que vendrá y que se extenderá a todo el centro: suelo y techos oscuros, paneles grises, espacios segmentados… La idea del museo como cajita blanca está en crisis.</p>
El director del museo nacional de arte contemporáneo de Madrid estrenará este año el capítulo finall de su colección permanente y consagrará a Maruja Mallo con una gran antológica
El curso que acaba de empezar será importante para el Museo Reina Sofía: en febrero de 2028, el centro de arte contemporáneo del Ministerio de Cultura terminará la reestructuración de su muestra permanente. 217 artistas activos entre 1975 y 2025 (sus nombres aún no son conocidos) ocuparán la cuarta planta del edificio Sabatini, que también cambiará de aspecto en su interior. El escultor Xabier Salaberria y el arquitecto Patxi Eguiluz trabajan para crear en ella un nuevo paisaje que, según el director del Reina, Manuel Segade, sea «muy riguroso» de manera que, paradójicamente, permita presentar la diversidad y el desorden del arte contemporáneo. Esta mañana, en la presentación de la nueva temporada del museo, Segade mostró una imagen del nuevo look que vendrá y que se extenderá a todo el centro: suelo y techos oscuros, paneles grises, espacios segmentados… La idea del museo como cajita blanca está en crisis.
El curso que empieza será importante para el Reina pero no sólo porque cambie de muebles. La apertura de la planta cuarta con el título Arte contemporáneo: 1975-Presente concluirá el proceso que empezó Manuel Borja-Villel al principio de la década y que consistió en renunciar al museo-catálogo y en estructurar la colección permanente en capítulos, en narraciones del mundo expresadas a través de obras de arte. El Reina Sofía de 2026 mostrará esos capítulos en las plantas superiores del Edificio Sabatini y reservará las plantas bajas y el edificio Nouvel para las exposiciones temporales.
¿Qué exposiciones temporales? Por orden: Maruja Mallo el 8 de octubre. Juan Uslé, el 26 de noviembre. Andrea Canepa, el 13 de enero. Alberto Greco, el 11 de febrero. Aurèlia Muñoz, el 29 de abril. Y Félix González-Torres, el 27 de mayo. De Maruja Mallo, Segade recordó que fue «la gran imaginera de la Generación del 27» y sostuvo que todavía no se ha hecho justicia al valor de su obra. De Juan Uslé recordó que su obra ya se vio en el Reina hace 20 años pero que la nueva muestra expondrá su obra a la mirada de un comisario más joven (Ángel Calvo Ulloa) y que ese es un buen aliciente. De Aurèlia Muñoz dijo que su llegada al Reina reparará una deuda con el arte textil tradicionalmente «feminizado y relegado». Y del cubano Félix González-Torres dijo que su exposición no será «menos importante que la de Veronese [en el Museo del Prado]. Es mi criterio, yo me dedico al arte contemporáneo, pero estoy seguro de que hay muchos especialistas que opinan igual».
La comparación con Veronese vino a cuento de que alguien le preguntó a Segade por qué el Reina ya no programa aquellas exposiciones blockbuster internacional del tipo Dalí. Todas las sugestiones poéticas y todas las posibilidades plásticas (2013) o Lichtenstein y el pop art (2004). «El drama no es que programemos a Maruja Mallo, el drama es que no se haya hecho antes y que haya gente que aún no conoce a Maruja Mallo«, dijo el director del Reina. Para Segade, esa defensa es casi personal: la programación de este año es la primera que no es heredada, que no estaba diseñada en 2023, cuando llegó al cargo y sustituyó a Borja-Villel. «Sólo la exposición de Alberto Greco viene de la etapa anterior. Estoy encantado con ella». Greco (Buenos Aires, 1931, Barcelona, 1965) fue un pionero del «arte vivo» en el mundo hispánico y se vinculó en España a Millares y Eduardo Arroyo, entre otros artistas. Por cierto: Segade recordó que la asistencia al museo creció un 9% el año pasado, más deprisa que otros museos de Madrid.
Hay más en el programa del Reina. El cineasta Óliver Laxe estrenará en su sala de cine una pieza de videoarte llamada Hu. Bailad como si nadie os viera que parece vinculada a Sirat. Y, en marzo, el museo estrenará un ciclo llamado La historia no se repite pero rima que consistirá en poner a dialogar al Guenica de Picasso con otras obras. La primera será African Guernica, del sudafricano Dumile Feni, pintada en 1967, en los años del apartheid. Tres días después de la suspensión de la Vuelta Ciclista a España a pocos metros del Reina Sofía, la tentación es leer ese ciclo como un manifiesto que hable, entre otras cosas, de la destrucción de Gaza. ¿Será explícito ese significado? Segade dijo que el Guernica se ha empleado en todas las guerras desde Vietnam como un mensaje «que dice no a la guerra» y que es natural que se siga haciendo ahora porque el arte no es una cosa estática. Es algo que está en nuestra vida.
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