<p class=»ue-c-article__paragraph»>Tres de las <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/09/15/68c84c8dfdddffc7268b45ae.html»>nueve personas</a> condenadas por pertenecer a <strong>ETA</strong> y a la <i>kale borroka</i> identificadas en Callao durante las protestas de Madrid que frustraron la última etapa de la Vuelta Ciclista a España fueron detenidas en Francia por integración en la banda terrorista. En concreto, los arrestos se produjeron en los años 1997, 2002 y 2004 por colaboración activa con la organización, según revelan a <strong>EL MUNDO</strong> fuentes de toda solvencia.</p>
Los arrestos se llevaron a cabo en 1997, 2002 y 2004 y uno de los implicados participó en tres atentados
Tres de las nueve personas condenadas por pertenecer a ETA y a la kale borroka identificadas en Callao durante las protestas de Madrid que frustraron la última etapa de la Vuelta Ciclista a España fueron detenidas en Francia por integración en la banda terrorista. En concreto, los arrestos se produjeron en los años 1997, 2002 y 2004 por colaboración activa con la organización, según revelan a EL MUNDO fuentes de toda solvencia.
La persona arrestada en 1997 fue sentenciada por su colaboración «directa» en tres atentados que dejaron dos muertos, especifican las mismas fuentes. La información que facilitó, insisten, fue crucial para que los ataques terminaran de manera satisfactoria para los terroristas. Los otros dos detenidos en territorio francés a principios de los 2000 también, detallan, «eran colaboradores» activos de ETA y los datos que suministraban sobre objetivos eran «tremendamente valiosos». Los tres estaban fuertemente vinculados a la banda terrorista así como a las organizaciones juveniles en la década de los 90, precisan.
Las seis personas restantes a las que identificó la Policía el pasado domingo en el centro de Madrid -también ligadas a delitos de «especial gravedad» como colaboración y causar desórdenes públicos- están hoy vinculadas a la Gazte Koordinadora Sozialista (GKS) -una organización política que nació como una escisión de la izquierda abertzale en 2019- y, precisan, «proceden» de Sortu. Las nueve personas identificadas han cumplido condenas de prisión por estos hechos, tal como desveló este periódico el pasado martes.
Todos ellos se habían desplazado ex profeso desde el País Vasco hasta Madrid para unirse a la protesta de manera «activa», según la información que maneja la Policía Nacional y a la que ha tenido acceso este periódico. El Ministerio del Interior negó que las identificaciones se hubieran producido. «No se produjo ninguna identificación con estos perfiles», zanjaron a preguntas de este medio desde el departamento de Fernando Grande-Marlaska.
Ante la publicación de esta información, destacados miembros del Gobierno se lanzaron a desmentir a EL MUNDO calificando el contenido de «bulo». El ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el titular de Transportes, Óscar Puente, entre ellos. Interior indicó que en las protestas del pasado 14 de septiembre la Policía Nacional identificó a un total de 97 personas e insistió en que ninguno de ellos estaba relacionado con «terrorismo» de ETA. El Gobierno enfrentó la información haciendo uso de la Comisaría General de Información asegurando que no había identificado a ninguna persona condenada por pertenecer a ETA ni a la kale borroka. Este periódico nunca se refirió a esta unidad como el equipo que practicó las identificaciones. Las filiciaciones, y así se recogía en el texto, las realizaron los miembros del dispositivo de seguridad que se diseñó para la última etapa de la Vuelta Ciclista a España.
La presencia de miembros llegados desde Euskadi a Madrid no sólo fue advertida por la Policía Nacional. La Guardia Civil localizó a un numeroso grupo de personas que se desplazó desde el País Vasco en autobuses cuyo destino era la zona de la sierra madrileña. Sus pretensiones, según revelan fuentes del Instituto Armado, era la de boicotear algunos tramos de la Vuelta Ciclista a España. Lo que más llamó la atención de los agentes fue la planificación del grupo.
«Estaban perfectamente organizados». Se desplazaron en varios autobuses fletados con el «único objetivo» de «entorpecer» la Vuelta Ciclista. El germen de este movimiento -tanto de los identificados en Callao como en la sierra madrileña- se ubica en Bilbao. «Allí es donde se organizan los viajes, itinerarios y destinos finales», precisan.
Por este motivo, han sido «decenas» las personas investigadas provenientes de Euskadi aunque, eso sí, sin los graves antecedentes de los nueve interceptados en el centro de Madrid.
Asimismo, la misma tarde del pasado domingo, la Policía también identificó a varios hombres vinculados con el terrorismo yihadista con condenas cumplidas, tal como sostienen las mismas fuentes. En este último caso, los identificados tienen residencia en la capital y también buscaban unirse a las protestas que desembocaron en los altercados, añaden. Las identificaciones se produjeron en el transcurso de un dispositivo policial concebido para fracasar. Los agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) tenían órdenes expresas no actuar.
Fue el delegado del Gobierno de Madrid, Francisco Martín, quien trasladó a los jefes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) la máxima de «no usar la fuerza». Fue en una reunión la misma mañana del domingo, a escasas horas de que los ciclistas alcanzaran la capital y se tuviera que suspender la etapa.
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