<p>In extremis, el <a href=»https://www.elmundo.es/espana/gobierno-espana.html»>Gobierno </a>ha podido aprobar este miércoles la <strong>Ley de Movilidad Sostenible </strong>tras sellar un acuerdo que refuerzan los controles medioambientales sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat para contentar a <a href=»https://www.elmundo.es/e/po/podemos.html»>Podemos</a>, que ha terminado absteniéndose. A cambio de su apoyo, la formación <i>morada </i>había exigido «un compromiso claro» y «por escrito» de que «no se ampliará el aeropuerto de Barcelona». </p>
La Mesa del Congreso le ha denegado el voto telemático al diputado del PP Guillermo Mariscal, de viaje de de luna de miel
In extremis, el Gobierno ha podido aprobar este miércoles la Ley de Movilidad Sostenible tras sellar un acuerdo que refuerzan los controles medioambientales sobre la ampliación del aeropuerto de El Prat para contentar a Podemos, que ha terminado absteniéndose. A cambio de su apoyo, la formación morada había exigido «un compromiso claro» y «por escrito» de que «no se ampliará el aeropuerto de Barcelona».
Minutos antes de la votación, el Ministerio de Transportes ha difundido una nota de prensa en el que asegura que para llevar a cabo este proyecto «se someterá a un proceso especialmente intenso de información pública, consulta de los diferentes organismos y administraciones territoriales para favorecer la participación y la transparencia».
La interpretación de ese acuerdo trasladada por Podemos es que el Gobierno «se ha comprometido públicamente a aplazar las obras de El Prat al menos hasta 2031», una referencia que no se incluye en el comunicado oficial. Además, el grupo de Ione Belarra precisa que el pacto alcanzado con el departamento de Óscar Puente incluye «una reducción de emisiones del 55% para 2030 y la neutralidad climática para 2050».
Así, finalmente, la Ley de Movilidad Sostenible ha salido adelante por 174 síes –PSOE, Sumar, ERC, Junts, PNV, Bildu, Coalición Canaria, BNG y José Luis Ábalos-, 170 noes –PP, Vox y UPN– y las cuatro abstenciones de la formación morada. En el Gobierno no han ocultado su «euforia» por una votación que en la bancada socialista se estaba dando por perdida.
Tras el Pleno, el ministro de Transportes ha explicado que el fracaso de esta norma hubiera significado «abandonar a las personas más desfavorecidas y a las zonas afectadas por procesos de despoblación», ya que, entre otras cuestiones, garantiza que no se suprimirán líneas de autobús «por el mero hecho de que no sean rentables». Asimismo, ha dicho que su satisfacción habría sido «completa» si el principal partido de la oposición hubiera apoyado «una iniciativa que es positiva para toda la ciudadanía, para el tejido económico y empresarial y para todas las administraciones públicas» con competencias en la materia.
A preguntas de los periodistas, Puente no ha confirmado si el compromiso alcanzando con Podemos a cambio de su apoyo supone realmente «aplazar las obras de El Prat hasta 2031». Fuentes del Gobierno sí han precisado posteriormente que ese pacto «no cambia el calendario» y que «no retrasa en nada» el plan para el alargamiento de la tercera pista del aeropuerto de Barcelona en 500 metros y la construcción de una nueva terminal satélite para aumentar su capacidad y la operatividad de vuelos de larga distancia.
A primera hora de la tarde, cuando Podemos aún no había confirmado el sentido de su voto y se debatía entre el no y la abstención, se ha conocido que un diputado de la bancada de Alberto Núñez Feijóo no iba a acudir al Pleno a votar. De esta forma, la ley -de cuya aprobación depende la llegada de 10.000 millones de euros de fondos europeos- podría haber recibido luz verde en el Congreso incluso con el voto en contra del partido de Belarra.
Sobre la ausencia de este diputado, fuentes del Congreso confirmaron que el PP solicitó este martes el voto telemático para Guillermo Mariscal, que se encuentra de viaje en México por su luna de miel, pero que la Mesa se lo denegó porque no es uno de los supuestos incluidos en el Reglamento de la Cámara Baja. En el Grupo Popular, a su vez, replican que ir a una final de la UEFA tampoco está entre las causas que permiten emitir el voto a distancia y que al socialista Alfonso Rodríguez Gómez se le permitió el pasado 18 de mayo para acudir a un partido entre el Chelsea y el Betis.
Finalmente, 348 diputados -de los 350 que tienen asiento en el Congreso- han votado sobre la Ley de Movilidad Sostenible. A la ausencia de Mariscal se ha unido que un parlamentario del PNV, Mikel Legarda, no ha emitido su voto, con lo que, de no haberse abstenido el partido de Belarra, la norma habría decaído.
De la aprobación de esta ley depende la llegada de 10.000 millones de euros de fondos europeos. Más allá de Podemos, el resto de socios de la investidura sí había anunciado inicialmente que la respaldaría previa aprobación de múltiples enmiendas del total de 750 presentadas «para mejorar el texto», aunque no se han ahorrado críticas a la iniciativa del PSOE por su «falta de ambición».
«Señorías del Gobierno, no se puede defender la lucha contra el cambio climático y a la vez estar defendiendo un plan de ampliación del tráfico aéreo de 13.000 millones de euros», había argumentado el diputado morado Javier Sánchez Serna. «¿Quieren más desarrollismo o sostenibilidad? Creo que ni siquiera lo saben», agregó.
Según Podemos, que además de a la ampliación de El Prat se opone a la del Puerto de Valencia, el proyecto inicial «era mucho peor» y «sólo tarde y mal el Ministerio de Transportes se ha abierto a introducir algunos cambios que demandaban organizaciones de la sociedad civil». A lo que apostillaron: «No entendemos cómo les ha costado tanto introducir objetivos concretos en la reducción de las emisiones, cuando eso tendría que ser el objetivo principal de esta ley».
Además, en el partido de Belarra criticaron que la propuesta sometida a votación no incluyera «límites reales a los vuelos cortos con alternativa ferroviaria como estaba comprometido en el actual acuerdo de coalición» y que tampoco «regule las zonas de baja emisión, ni la mejora las instalaciones de recarga de vehículos eléctricos, ni promueva el tren nocturno, algo que se podría haber hecho perfectamente».
En Sumar, a su vez, habían reprochado al ala socialista del Ejecutivo central que su propuesta inicial fuera «muy mejorable». Además, advirtieron a sus socios en La Moncloa que esta legislatura «no va a haber ampliación del Puerto de Valencia ni ampliación de El Prat se ponga como se pongan» y por mucho que el partido de Pedro Sánchez se «empecine» en querer hacer «grandes infraestructuras contaminantes» y «obsoletas».
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