<p>El magistrado del Tribunal Supremo <strong>Leopoldo Puente </strong>acusa al ex ministro <a href=»https://www.elmundo.es/e/jo/jose-luis-abalos.html»>José Luis Ábalos</a> de incurrir en un fraude de ley al renunciar a su abogado a 48 horas de su declaración y le obliga a comparecer con su anterior abogado, <strong>José Aníbal Álvarez</strong>. De esta forma, rechaza que se asista un abogado de oficio, como ha solicitado hoy el ex secretario de Organización del PSOE, y le da tres días para designe a un nuevo letrado.</p>
El ex ministro y ex secretario de Organización del PSOE había pedido un abogado de oficio para declarar mañana sobre los pagos en efectivo del partido
El magistrado del Tribunal Supremo Leopoldo Puente acusa al ex ministro José Luis Ábalos de incurrir en un fraude de ley al renunciar a su abogado a 48 horas de su declaración y le obliga a comparecer con su anterior abogado, José Aníbal Álvarez. De esta forma, rechaza que se asista un abogado de oficio, como ha solicitado hoy el ex secretario de Organización del PSOE, y le da tres días para designe a un nuevo letrado.
El juez sostiene que la maniobra de Ábalos tiene como «propósito» «entorpecer o perturbar el normal desarrollo del procedimiento» judicial y añade que «únicamente puede tenerse como efectuada en fraude de ley». En la resolución, Puente adelanta que, una vez que haya declarado, Ábalos se enfrentará a la comparecencia prevista en el artículo 505 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, es decir, la vistilla de imposición de medidas cautelares. El ex ministro ya tiene cautelares impuestas como son la obligación de comparecer de forma quincenal en el juzgado más próximo de su domicilio, la retirada del pasaporte y también la prohibición de abandonar España.
Poco antes de esta decisión del magistrado de la Sala Segunda, José Luis Ábalos había pedido que le asistiera un abogado de oficio. El ex ministro socialista había presentado un escrito pidiendo al Supremo que «se libre de oficio al ilustre Colegio de Abogados de Madrid a fin de que sea designado un letrado que le defienda» en el denominado caso Koldo y «le asista en la declaración acordada practicar».
Ábalos ha anunciado en su cuenta oficial de X que su «voluntad» pasa por asistir a la citación como investigado para explicar los pagos en efectivo que recibía del PSOE, pero que al haber renunciado a su abogado, José Aníbal, tendrá que ser asistido de oficio «en tanto en cuanto no designe un nuevo abogado».
Sin embargo, el magistrado Puente acuerda que el letrado de Ábalos mañana será José Aníbal Álvarez, salvo que el investigado designara a otro, en su lugar, que estuviera en condiciones de asumir este día su defensa.
En el auto, el Supremo requiere a Ábalos para que en plazo de tres días hábiles designe nuevo letrado, y subraya que, en caso de no hacerlo, procederá a serle nombrado uno de oficio. Tan pronto como comparezca en la causa el nuevo letrado/a, asumiendo la defensa de Ábalos, se tendrá por efectuada la renuncia y cesará en su función en esta causa especial el letrado José Aníbal Álvarez, siendo sustituido por el nuevamente designado o asignado de oficio.
El juez Puente considera «intempestiva» la renuncia e incluye en su auto la constante jurisprudencia que aborda supuestos similares en los que «no cabe identificar, por el momento en el que se producen y por la completa ausencia de justificación razonable que las fundamente, más propósito que el de provocar de forma indebida la suspensión de vistas o comparecencias oportunamente señaladas».
El instructor del caso Koldo explica que José Luis Ábalos se ha venido valiendo de la defensa protagonizada en este procedimiento por un letrado de su libre designación, «quien, hasta el momento, ha desarrollado su labor de forma objetivamente irreprochable, interviniendo en los interrogatorios practicados hasta ahora; interesando la práctica de las diligencias de investigación que tuvo por convenientes u oponiéndose a las que no consideraba de interés para la defensa de los derechos e intereses del Sr. Ábalos Meco; y haciendo valer los recursos que la ley autoriza frente a las resoluciones de este instructor que juzgaba inconvenientes para los legítimos intereses de su defendido».
Sobre la última petición de Ábalos de que le sea nombrado un abogado de oficio, Puente sostiene que «ni sería posible en tan breve plazo ni, aunque lo fuere, permitiría al Letrado así designado asistir eficazmente en el día de mañana al Sr. Ábalos Meco en una causa, además, de la magnitud y complejidad de la presente».
Cabe recordar que Ábalos presentó ayer un escrito ante el Alto Tribunal en el que comunicaba al juez que había tomado la decisión de prescindir del letrado Aníbal debido a «diferencias irreconducibles». Algo que, añadió, «lejos de constituir una circunstancia puntual en el tiempo se ha convertido en una constante», añadió el diputado. De tal forma que sostiene que esta circunstancia «hace inviable el mantenimiento de la asistencia letrada, pues se ha producido un deterioro irreversible de lo que debiera ser una relación basada en la confianza».
«La consecuencia es que, tras distintos episodios de desacuerdo, acompañado del ambiente generado en el contexto de los medios de comunicación, la relación entre nosotros se ha visto interrumpida». «Hasta el punto de que el firmante», abundó Ábalos, «se tiene que preparar su declaración por sí solo».
Durante los últimos meses, quien fuera secretario de Organización del PSOE ha pedido consejo a varios abogados al aconsejarle su defensa que alcanzara un pacto de conformidad y renunciara al acta. Finalmente, ha rechazado esta estrategia de defensa y ha optado por defender su inocencia y mantener su condición de diputado del Congreso.
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