<p>Los escándalos de corrupción, los tropezones en las propuestas, los choques entre socios y la debilidad parlamentaria persiguen al Gobierno y, en este clima, la oposición golpea. <a href=»https://www.elmundo.es/e/pp/pp-partido-popular.html»>PP</a> y <a href=»https://www.elmundo.es/e/ju/junts-per-catalunya.html»>Junts</a> se han dado hoy la mano para lanzarse contra el presidente del Gobierno, urgiéndole los primeros a explicar la presunta financiación ilegal del <a href=»https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-socialista-obrero-espanol.html»>PSOE</a> y los segundos el gasto en «prostitutas y fiestas» mientras se ahoga a los autónomos. En boca de la portavoz de los independentistas catalanes, <strong>Miriam Nogueras</strong>, ha llegado la advertencia más dura: «Quizá ha llegado el momento de empezar a hablar de la hora del cambio».</p>
En La Moncloa restan trascendencia a la advertencia de Miriam Nogueras, la califican de «juego de palabras» y aseguran que en ningún caso habrá una moción de censura: «Lo ha dicho muchas veces»
Los escándalos de corrupción, los tropezones en las propuestas, los choques entre socios y la debilidad parlamentaria persiguen al Gobierno y, en este clima, la oposición golpea. PP y Junts se han dado hoy la mano para lanzarse contra el presidente del Gobierno, urgiéndole los primeros a explicar la presunta financiación ilegal del PSOE y los segundos el gasto en «prostitutas y fiestas» mientras se ahoga a los autónomos. En boca de la portavoz de los independentistas catalanes, Miriam Nogueras, ha llegado la advertencia más dura: «Quizá ha llegado el momento de empezar a hablar de la hora del cambio».
La diputada independentista ha sido clara: «Si no cambia el PSOE, el Gobierno actual y el señor Sánchez, vamos a tener que cambiar nosotros». Y es que para Junts, el Ejecutivo ya ha «estirado el chicle demasiado, hasta el final» y la situación «no se puede alargar más». De esta forma, Nogueras ha incidido, minutos después de lanzar su advertencia en el Hemiciclo, en una entrevista en Telecinco recalcando que «hace falta un cambio» y que «lo que está clarísimo es que así no se puede continuar».
Desde el Gobierno han querido de inmediato restar trascendencia al aviso de los neoconvergentes asegurando que el mismo se ha lanzado en muchas ocasiones y siempre ha quedado en nada. Consideran que es la amenaza que lanzan los de Puigdemont en momentos puntuales en los que quieren presionar y descartan de plano la posibilidad de que vaya a haber una moción de censura. Insisten en que lo dicho por Nogueras no es más que un «juego de palabras» al hilo de la propuesta de Pedro Sánchez en torno al cambio de horario en invierno. La respuesta de La Moncloa, no obstante, ha puesto de manifiesto que la amenaza del partido de Puigdemont ha escocido.
No es para menos porque más allá de la escenografía que se desarrolla en el Hemiciclo, Junts, en los pasillos de la Cámara, ha insistido en que su aviso «va en serio». Sus portavoces recalcan que «o el Gobierno se mueve o en los próximos días pasarán cosas» y con ello abren de par en par la puerta a dejar de dar estabilidad al Ejecutivo de coalición. En este sentido, enhebran el listado de asuntos pendientes que reclaman a Sánchez: el problema de la vivienda, el traspaso de las competencias de inmigración, la ejecución presupuestaria, el deterioro de los servicios públicos, los autónomos, la okupación y la multirreincidencia.
El fuego en la sesión de control, como cada miércoles, lo ha abierto el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, instando a Sánchez a explicar los escándalos que salpican al PSOE y reprochándole que con sus políticas y sus medidas los únicos que han logrado beneficiarse han sido «los miembros del Gobierno, sus mil asesores y los integrantes de la banda del Peugeot«.
«¿Hay financiación ilegal del PSOE? ¿Sí o no?», ha preguntado el líder de los populares, tras afirmar que Sánchez es «el presidente de la corrupción» y recordarle los malos datos en relación con el precio de los alimentos y la vivienda, la deuda pública, la pobreza o las subidas de impuestos. «Usted se toma a los trabajadores como cajeros automáticos», ha lanzado.
Y el presidente ha respondido al emplazamiento de Feijóo sobre las cuentas del Partido Socialista con un escueto «no». Eso, después de dar por hecho que Feijóo está «en un tris de ceder la oposición y los escaños al señor Abascal«, mientras «el Gobierno gobierna» y «España va bien» gracias a este Ejecutivo.
Sin embargo, tras el cara a cara entre el presidente y el líder de la oposición, el golpe más directo ha llegado de la mano de la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, quien, sumándose al ataque abierto por los populares, ha avisado de que su partido se está replanteando el momento político y la posibilidad de dejar a su suerte definitivamente al Gobierno.
Una llamada de atención que pone de manifiesto el enorme enfado de los neoconvergentes tras las propuestas del Gobierno en relación con las cuotas de autónomos, los graves problemas del transporte ferroviario en Cataluña, los precios disparados de la vivienda, los problemas que genera la okupación o la multirreincidencia, cuestiones sobre las que Junts lanza reclamaciones insistentes y hasta ahora considera que han sido desoídas..
Sánchez ha sorteado estos reproches y ha insistido en que hay que estar «orgullosos» de lo bien que le va a Cataluña y España con su Gobierno de coalición y además que su Ejecutivo es el que «más ha hecho por los trabajadores autónomos en toda la historia de la democracia». Nogueras no se ha dejado amilanar y ha metido el dedo en la herida: «El dinero va a la prostitución, a la repatriación de estrellitas de la flotilla, a fiestas … La gente está harta y probablemente habría que empezar a hablar de la hora del cambio».
Desde el PP se ha recogido rápidamente el guante lanzado por los de Puigdemont. Los populares también consideran, como el Gobierno, que esta misma advertencia ha sido lanzada en muchas ocasiones por Junts y finalmente se ha quedado sólo en palabras. No obstante, también ellos perciben cierto matiz diferente, más duro, más decidido en Junts. Por eso desde sus filas se les lanza el siguiente mensaje: «Si de verdad quieren el cambio, que llamen y reemplazamos esta etapa».
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