<p class=»ue-c-article__paragraph»>Sacar a la cuarta economía de España del lodo. Es el gran reto que va a ocupar al Gobierno, o más bien, al Estado, en los próximos meses. El fango de la DANA ha arrasado hasta el último rincón de una comarca industrial que supone nada menos que un tercio de la economía valenciana y más de un 25% del empleo. Un terreno empresarial que ocupaba, en su mayor parte, el pequeño negocio. Una tierra de clase trabajadora en la que la actividad ha pasado de 100 a 0 de la noche a la mañana. La riada deja un escenario catastrófico en términos humanos y también económicos. Y reconstruirlo va a implicar a todos los poderes estatales y autonómicos en una ardua tarea en la que la coordinación entre administraciones va a ser clave. La hoja de ruta marcada por el primer paquete de ayudas millonarias va en la dirección correcta, pero el esfuerzo de gestión que va a requerir la necesaria agilidad en la canalización del dinero es mayúsculo. Cuanto más se demore la reconstrucción, mayor será el daño en términos de tejido productivo y de empleo, y sus consecuencias para las debilitadas economías familiares.</p>
Recuperar las zonas afectadas por la DANA desde el punto de vista económico y social es la prioridad, pero ¿cómo puede hacerse? La experiencia previa, al menos, invita al optimismo
Sacar a la cuarta economía de España del lodo. Es el gran reto que va a ocupar al Gobierno, o más bien, al Estado, en los próximos meses. El fango de la DANA ha arrasado hasta el último rincón de una comarca industrial que supone nada menos que un tercio de la economía valenciana y más de un 25% del empleo. Un terreno empresarial que ocupaba, en su mayor parte, el pequeño negocio. Una tierra de clase trabajadora en la que la actividad ha pasado d
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