<h2 class=»ue-c-article__subheadline»></h2><dl class=»ue-c-article__interview»><dt>¿Cuál es la situación actual de los policías nacionales en cuanto a la equiparación salarial con otros cuerpos policiales en España?</dt><dd>Actualmente, los policías nacionales seguimos cobrando considerablemente menos que los agentes de las policías autonómicas, como los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza. Pese a los acuerdos firmados en 2018, la realidad es que no se ha alcanzado la equiparación salarial completa, y el complemento específico general sigue mostrando diferencias significativas. Siguen existiendo cinco brechas salarias entre la Policía Nacional y las policías autonómicas: el sueldo, las pagas extras, las horas extras, la asistencia a juicios y la jubilación. Unas brechas que ahora se van a incrementar con la Ertzaintza por el acuerdo que se prevé van alcanzar para la mejora de su convenio regulador</dd><dt>¿Qué motivos llevan a Jupol a presentar este conflicto colectivo y cuáles son los principales puntos que reclaman?</dt><dd>Como sindicato mayoritario de la Policía Nacional y ante la falta de voluntad negociadora por parte de Marlaska, hemos tenido que tomar la decisión de plantarnos y declara de nuevo el Conflicto Colectivo, como ya hicimos en 2019 y en 2022. Desde JUPOL no podemos seguir tolerando que Marlaska siga pisoteando nuestros derechos y atenazando nuestras reivindicaciones. Reclamamos la equiparación salarial real y completa, incluyendo todos los conceptos retributivos, así como una mejora en las condiciones de jubilación, que permita a los agentes retirarse con dignidad después de años de servicio. El acuerdo firmado en 2.018 entre el Gobierno y los sindicatos representativos de la Policía en esa época no ha servido, como ya advertimos desde Jupol, para alcanzar la equiparación y ha dejado completamente abandonados a los policías en su jubilación. Por otro lado, reclamamos a la Administración que se siente a negociar, que abandone la postura de ordeno y mando que ha mantenido durante los últimos años y al igual que negocia y ofrece mejoras salariales a otros cuerpos policiales, como hemos visto esta misma semana con las negociaciones de convenio regulador de la Ertzaintza, mantenga ese talante negociador con los policías nacionales.</dd><dt>¿Cómo ha sido el diálogo con el Gobierno y la Administración? ¿Qué voluntad han percibido?</dt><dd>El diálogo ha sido absolutamente inexistente. La Administración no ha mostrado disposición para abordar nuestras demandas de manera seria. Nos encontramos con evasivas constantes y una actitud de indiferente, falta de respeto hacia nuestra labor. El Consejo de Policía basa su funcionamiento en una normativa provisional del año 1987, una normativa que en ningún momento han sido capaces de abordar y adaptar a las necesidades reales de la Policía Nacional, y eso nos ha traído hasta aquí, hasta la completa y absoluta falta de negociación entre la Administración y los representantes de los trabajadores.</dd><dt>¿Cómo afecta la desigualdad salarial que denuncian al día a día de los agentes?</dt><dd>Estas condiciones generan un sentimiento de desmotivación e injusticia entre los agentes. Además, la falta de perspectivas de una jubilación digna también aumenta la presión y el desgaste emocional, especialmente en los policías más veteranos que ven como se acerca el día de su jubilación y que se van a ir a su casa después de toda una vida dedicada a los ciudadanos con una pérdida de poder adquisitivo cercana a los 1.000 euros mensuales. Si queremos una Policía Nacional fuerte y eficiente, necesitamos condiciones laborales justas. Esto no solo beneficia a los agentes, sino a toda la sociedad.</dd><dt>Detalle, por favor, las principales diferencias salariales y de condiciones laborales entre la Policía Nacional y las policías autonómicas…</dt><dd>Por supuesto, un policía autonómico puede cobrar hasta 500 euros más al mes que un policía nacional, nosotros seguimos viendo cómo nuestro complemento específico general está muy por debajo, y esto se debe a que el acuerdo de 2.018 de falsa equiparación se cerró por parte de la Administración y de los sindicatos firmantes en ese momento en falso. En ningún caso suponía una equiparación, simplemente supuso una subida salarial, pero no acababa con las diferencias reales entre la Policía Nacional y las policías autonómicas, no cumplía con la premisa fundamental de a mismo trabajo, mismo salario y misma jubilación. En cuanto a condiciones laborales, hay menos recursos, y nuestras horas extras están peor remuneradas, seguimos sin percibir una retribución por asistencia a juicios derivados de nuestro trabajo y tenemos una importante pérdida económica en las pagas extraordinarias.</dd><dt>¿Qué medidas concretas propone Jupol para resolver estas desigualdades?</dt><dd>Proponemos una revisión inmediata de nuestro complemento específico general y la inclusión de una partida presupuestaria anual que garantice la equiparación real. También solicitamos una reforma del sistema de jubilación, estableciendo coeficientes reductores y cotización adicional, que se ajusten a la peligrosidad y exigencias de nuestra profesión y la declaración de profesión de riesgo, como ya tienen las policías locales y autonómicas.</dd><dt>¿Qué implica exactamente la «jubilación digna» que reclaman?</dt><dd>Una jubilación digna significa que los policías nacionales puedan retirarse con unas condiciones económicas que reflejen los años de servicio y sacrificio. Queremos coeficientes reductores y cotización adicional, como los que ya disfrutan otros cuerpos como los Mossos, la Ertzaintza o las policías locales, que nos permitan jubilarnos a los 59 años y en las mismas condiciones económicas que lo hacen los policías autonómicos. En definitiva, pedimos que se reconozca el esfuerzo y la peligrosidad que los policías sufrimos durante toda nuestra carrera para garantizar el bienestar y la seguridad de los ciudadanos.</dd><dt>¿Se plantea llevar a cabo movilizaciones u otro tipo de acciones si no hay avances?</dt><dd>Por supuesto. Ya hemos convocado concentraciones y manifestaciones desde nuestra fundación para exigir la Equiparación Salarial y la Jubilación Digna. Unas movilizaciones que siempre han contado con un importante apoyo de la ciudadanía y que no vamos a dejar de convocar si no se nos da lo que es justo, pero, además, seguiremos explorando otras vías alternativas de presión a la Administración. No vamos a cejar en nuestro empeño, porque lo que pedimos no es un capricho o un privilegio, lo que pedimos es justicia salarial.</dd><dt>Además del conflicto colectivo, ¿están considerando otras vías legales para presionar a la Administración?</dt><dd>Sí, ya tenemos varios procesos abiertos en los tribunales contra el Gobierno, en concreto contra el Ministerio del Interior y no vamos a dudar en acudir al poder judicial cuando sea necesario para conseguir lo que es justo. Si el Gobierno no quiere hacer las cosas por las buenas no nos deja más puertas abiertas que las medidas de presión en las calles y acudir a la Justicia para garantizar los derechos y las condiciones laborales de todos los policías.</dd></dl>
El secretario general del sindicato explica el conflicto colectivo que han presentado y reclama soluciones Aarón Rivero, Jupol: «El Gobierno no ha abordado nuestras demandas sobre equiparación salarial. El diálogo ha sido inexistente» | España
- ¿Cuál es la situación actual de los policías nacionales en cuanto a la equiparación salarial con otros cuerpos policiales en España?
- Actualmente, los policías nacionales seguimos cobrando considerablemente menos que los agentes de las policías autonómicas, como los Mossos d’Esquadra o la Ertzaintza. Pese a los acuerdos firmados en 2018, la realidad es que no se ha alcanzado la equiparación salarial completa, y el complemento específico general sigue mostrando diferencias significativas. Siguen existiendo cinco brechas salarias entre la Policía Nacional y las policías autonómicas: el sueldo, las pagas extras, las horas extras, la asistencia a juicios y la jubilación. Unas brechas que ahora se van a incrementar con la Ertzaintza por el acuerdo que se prevé van alcanzar para la mejora de su convenio regulador
- ¿Qué motivos llevan a Jupol a presentar este conflicto colectivo y cuáles son los principales puntos que reclaman?
- Como sindicato mayoritario de la Policía Nacional y ante la falta de voluntad negociadora por parte de Marlaska, hemos tenido que tomar la decisión de plantarnos y declara de nuevo el Conflicto Colectivo, como ya hicimos en 2019 y en 2022. Desde JUPOL no podemos seguir tolerando que Marlaska siga pisoteando nuestros derechos y atenazando nuestras reivindicaciones. Reclamamos la equiparación salarial real y completa, incluyendo todos los conceptos retributivos, así como una mejora en las condiciones de jubilación, que permita a los agentes retirarse con dignidad después de años de servicio. El acuerdo firmado en 2.018 entre el Gobierno y los sindicatos representativos de la Policía en esa época no ha servido, como ya advertimos desde Jupol, para alcanzar la equiparación y ha dejado completamente abandonados a los policías en su jubilación. Por otro lado, reclamamos a la Administración que se siente a negociar, que abandone la postura de ordeno y mando que ha mantenido durante los últimos años y al igual que negocia y ofrece mejoras salariales a otros cuerpos policiales, como hemos visto esta misma semana con las negociaciones de convenio regulador de la Ertzaintza, mantenga ese talante negociador con los policías nacionales.
- ¿Cómo ha sido el diálogo con el Gobierno y la Administración? ¿Qué voluntad han percibido?
- El diálogo ha sido absolutamente inexistente. La Administración no ha mostrado disposición para abordar nuestras demandas de manera seria. Nos encontramos con evasivas constantes y una actitud de indiferente, falta de respeto hacia nuestra labor. El Consejo de Policía basa su funcionamiento en una normativa provisional del año 1987, una normativa que en ningún momento han sido capaces de abordar y adaptar a las necesidades reales de la Policía Nacional, y eso nos ha traído hasta aquí, hasta la completa y absoluta falta de negociación entre la Administración y los representantes de los trabajadores.
- ¿Cómo afecta la desigualdad salarial que denuncian al día a día de los agentes?
- Estas condiciones generan un sentimiento de desmotivación e injusticia entre los agentes. Además, la falta de perspectivas de una jubilación digna también aumenta la presión y el desgaste emocional, especialmente en los policías más veteranos que ven como se acerca el día de su jubilación y que se van a ir a su casa después de toda una vida dedicada a los ciudadanos con una pérdida de poder adquisitivo cercana a los 1.000 euros mensuales. Si queremos una Policía Nacional fuerte y eficiente, necesitamos condiciones laborales justas. Esto no solo beneficia a los agentes, sino a toda la sociedad.
- Detalle, por favor, las principales diferencias salariales y de condiciones laborales entre la Policía Nacional y las policías autonómicas…
- Por supuesto, un policía autonómico puede cobrar hasta 500 euros más al mes que un policía nacional, nosotros seguimos viendo cómo nuestro complemento específico general está muy por debajo, y esto se debe a que el acuerdo de 2.018 de falsa equiparación se cerró por parte de la Administración y de los sindicatos firmantes en ese momento en falso. En ningún caso suponía una equiparación, simplemente supuso una subida salarial, pero no acababa con las diferencias reales entre la Policía Nacional y las policías autonómicas, no cumplía con la premisa fundamental de a mismo trabajo, mismo salario y misma jubilación. En cuanto a condiciones laborales, hay menos recursos, y nuestras horas extras están peor remuneradas, seguimos sin percibir una retribución por asistencia a juicios derivados de nuestro trabajo y tenemos una importante pérdida económica en las pagas extraordinarias.
- ¿Qué medidas concretas propone Jupol para resolver estas desigualdades?
- Proponemos una revisión inmediata de nuestro complemento específico general y la inclusión de una partida presupuestaria anual que garantice la equiparación real. También solicitamos una reforma del sistema de jubilación, estableciendo coeficientes reductores y cotización adicional, que se ajusten a la peligrosidad y exigencias de nuestra profesión y la declaración de profesión de riesgo, como ya tienen las policías locales y autonómicas.
- ¿Qué implica exactamente la «jubilación digna» que reclaman?
- Una jubilación digna significa que los policías nacionales puedan retirarse con unas condiciones económicas que reflejen los años de servicio y sacrificio. Queremos coeficientes reductores y cotización adicional, como los que ya disfrutan otros cuerpos como los Mossos, la Ertzaintza o las policías locales, que nos permitan jubilarnos a los 59 años y en las mismas condiciones económicas que lo hacen los policías autonómicos. En definitiva, pedimos que se reconozca el esfuerzo y la peligrosidad que los policías sufrimos durante toda nuestra carrera para garantizar el bienestar y la seguridad de los ciudadanos.
- ¿Se plantea llevar a cabo movilizaciones u otro tipo de acciones si no hay avances?
- Por supuesto. Ya hemos convocado concentraciones y manifestaciones desde nuestra fundación para exigir la Equiparación Salarial y la Jubilación Digna. Unas movilizaciones que siempre han contado con un importante apoyo de la ciudadanía y que no vamos a dejar de convocar si no se nos da lo que es justo, pero, además, seguiremos explorando otras vías alternativas de presión a la Administración. No vamos a cejar en nuestro empeño, porque lo que pedimos no es un capricho o un privilegio, lo que pedimos es justicia salarial.
- Además del conflicto colectivo, ¿están considerando otras vías legales para presionar a la Administración?
- Sí, ya tenemos varios procesos abiertos en los tribunales contra el Gobierno, en concreto contra el Ministerio del Interior y no vamos a dudar en acudir al poder judicial cuando sea necesario para conseguir lo que es justo. Si el Gobierno no quiere hacer las cosas por las buenas no nos deja más puertas abiertas que las medidas de presión en las calles y acudir a la Justicia para garantizar los derechos y las condiciones laborales de todos los policías.
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