<p>José Luis Ábalos podía ser el «jefe a» o el «jefe b» en cuestión de días si el dinero que le inyectaba Koldo García era de procedencia legal o no. Esta circunstancia consta en el último informe de la <strong>Unidad Central Operativa (UCO)</strong> de la Guardia Civil, que añade a esta arquitectura a Patricia Úriz, la que entonces era esposa del asesor del ex ministro de Transportes. La pareja tramitaba en su totalidad y con absoluta libertad, constatan los agentes, el «dinero de origen desconocido» que fue a parar al hombre de confianza de Pedro Sánchez. Había dos contabilidades, recoge el dossier de los investigadores. <strong>José Luis Ábalos</strong> era «el jefe» y a partir de ese calificativo se organizaban Koldo García y Úriz para proporcionarle sumas de efectivo. </p>
Koldo y su esposa le inyectaban «dinero de origen desconocido» bajo este nombre
José Luis Ábalos podía ser el «jefe a» o el «jefe b» en cuestión de días si el dinero que le inyectaba Koldo García era de procedencia legal o no. Esta circunstancia consta en el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que añade a esta arquitectura a Patricia Úriz, la que entonces era esposa del asesor del ex ministro de Transportes. La pareja tramitaba en su totalidad y con absoluta libertad, constatan los agentes, el «dinero de origen desconocido» que fue a parar al hombre de confianza de Pedro Sánchez. Había dos contabilidades, recoge el dossier de los investigadores. José Luis Ábalos era «el jefe» y a partir de ese calificativo se organizaban Koldo García y Úriz para proporcionarle sumas de efectivo.
De acuerdo con la UCO, ambos distinguían entre «jefe a» y «jefe b» para referirse a él en las conversaciones vía WhatsApp intervenidas por los investigadores. Así sucedió el 28 de enero de 2021, cuando Koldo García envió dos mensajes de texto a Úriz en los que le decía: «Apunta 1.800. Jefe b». Cuatro días después, el 1 de febrero de 2021, se repitió la conversación entre ambos para administrar la economía del ex ministro socialista. Esta vez, sin embargo, la suma de dinero destinada a Ábalos se iba a producir por los cauces legales, indica el informe de la unidad de élite de la Guardia Civil. «Apunta 800 jefe la cuenta a», ordena Koldo a su entonces compañera sentimental.
El desenfreno de pagos, ingresos y transferencias bancarias gestionadas por Koldo García alimentaron un engranaje que incluía, señala la UCO, entregas en efectivo desde Ferraz, sede del PSOE. Todo pivotaba en torno a los gastos de Ábalos. Este trasvase de dinero se habría perpetuado en el tiempo. A finales de junio de 2020, Patricia le dijo a Koldo García: «Cariño me voy ya a lo del ingreso. A la cuenta de siempre?».
A continuación, le informa de que esa cuenta ya no existe porque han cambiado la sucursal y se lo han «echo [sic] en la nueva». Las transferencias que Patricia Úriz hizo por orden de su pareja eran constantes, según se desprende de otra de las conversaciones. El informe recoge un pasaje ilustrativo de esta dinámica mantenida a lo largo de los años. La mujer transfiere 200 euros a una cuenta del ex ministro y después hace otra. «Voy a la siguiente», avisa. Y hace otro ingreso de 650 euros.
Otra conversación fechada en 2018 ya hablaba de los sobres de Ferraz. La mujer de Koldo le indicó, respecto a otro sobre de Ferraz, que «te lo llevo en el coche a Balbina y te lo dejo allí», en referencia a su domicilio. «El sobre de Víctor a mi mesa y el de Ferraz a la mesa del ministro», le respondió Koldo.
El 20 de mayo de 2019, Koldo pide a Patricia la factura de un hotel en Valencia, que había pagado él mismo. En ese diálogo, le advierte de que habían cobrado un suplemento «porque entró Jessica» y que esa parte no se podía pasar a Ferraz. Un mes después, Úriz avisa a Koldo de que faltaban los viajes que habían pagado con su tarjeta «y que Ana había mandado factura al Partido Socialista». En su informe, la UCO también se detiene en Celia, trabajadora del PSOE. «Cariño me llamo [sic] ayer Celia que podía ir a buscar tú dinero y según me dijo el de Jose. He mandado un motorista», informa a García, a lo que él contesta con un escueto «OK». A continuación, envía una fotografía con un sobre de dinero y el logo del PSOE. «Te mando el [sobre] de Jose para que sepas el otro ya te había dicho que lo recogía». «Te dieron la última vez 8000€ más o menos?», concluye la conversación.
En uno de sus contactos con Koldo, Celia le pregunta si iba a ir con Ábalos a la sede del partido porque, según le comunica, ha bajado a por dinero. Es ese mismo día, la empleada de Ferraz le dice al asesor que «el jefe se ha ido sin que le diera el money [sic]» e indica que es necesario que Koldo se desplazara hasta allí porque no le gusta «tener tanto dinero en el cajón».
La pareja era, expone la UCO a lo largo de su informe, la guardiana del dinero de José Luis Ábalos. Y desde esa posición que les otorgó el ex ministro, habló en varias ocasiones de las facturas que había que enviar al PSOE y que se correspondían a gastos abonados por el asesor. Los investigadores han apreciado un incremento patrimonial no justificado, con más de 95.000 euros en gastos sin explicar, incluidos pagos a familiares y amistades próximas, entre las que se incluyen «encuentros privados» con mujeres. En los informes, que se acompañan de los correspondientes anexos, hay múltiples referencias al intercambio continuo de dinero en efectivo entre el ex asesor personal de Ábalos, el ex ministro y su entorno directo.
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