Haciendo cola como un ciudadano normal, aunque acompañado del despliegue de seguridad que le sigue allí donde va, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha votado este lunes por adelantado en las elecciones del 5 de noviembre. Biden ha acudido a un centro electoral en su Estado de origen, Delaware, un territorio marcadamente demócrata, a entregar su voto.
El presidente de EE UU está teniendo un papel marginal en la campaña de la candidata demócrata
Haciendo cola como un ciudadano normal, aunque acompañado del despliegue de seguridad que le sigue allí donde va, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha votado este lunes por adelantado en las elecciones del 5 de noviembre. Biden ha acudido a un centro electoral en su Estado de origen, Delaware, un territorio marcadamente demócrata, a entregar su voto.
El presidente ha entregado una papeleta en la que en julio pasado aún se pensaba que figuraría su nombre. Es el primer presidente que no se presenta a la reelección en medio siglo. Tras arrasar en las primarias del Partido Demócrata, renunció a la nominación ante las presiones de los líderes de su partido en el Congreso, que temían que los arrastrase a una dura derrota tras su desastrosa actuación en el debate de hace justo cuatro meses. Pasó entonces el testigo a Kamala Harris, coronada después por la convención demócrata, por la que presumiblemente ha votado este lunes.
Al llegar al centro electoral, en el área de Wilmington, donde vivirá tras dejar la Casa Blanca, Biden saludó a la prensa y se acercó luego a una mujer en silla de ruedas, a la que cogió de la mano mientras hablaba con ella. El presidente acudió en compañía de un grupo de votantes primerizos. El representante Blunt Rochester, con un niño en brazos, acompañó también a Biden. En las legislativas de 2022 acudió a votar junto a su nieta Natalie, que votaba por primera vez.
Biden hizo cola durante más de media hora. Había un trumpista con una gorra roja unos puestos por delante de él en la fila, pero la mayoría celebraron la presencia del presidente. Biden charló, bromeó y se hizo fotos con varios ciudadanos que hacían cola. Había muchos carteles de Harris-Walz clavados en la hierba al entrar y solo unos pocos de Trump-Vance.
Al llegar su turno, el mandatario se acercó al registro, firmó con el dedo sobre una pantalla y se dirigió a una cabina. “Joseph Biden vota”, indicó la trabajadora electoral, como con el resto de los votantes. Al salir, la CNN le preguntó si era un momento agridulce. “No, solo dulce”, contestó él, que dejará la Casa Blanca el 6 de enero tras más de medio siglo de carrera pública como senador, vicepresidente y presidente.
Un papel marginal
Biden ha desempeñado un papel marginal en la campaña de Kamala Harris. Ha participado en algunos actos, realizado llamadas y dado algunos pequeños mítines, pero sus intervenciones han sido poco promocionadas por la campaña de la candidata, a diferencia, sobre todo, de los protagonizados por el expresidente Barack Obama, que además ha acompañado en uno a la candidata. Harris trata de presentarse como candidata del cambio y la presencia de Biden a su lado lo complicaría. Por lo general, los presidentes se mantienen relativamente al margen de las campañas de los sucesores de su partido.
Biden ni siquiera estará en el mitin de este martes en la Elipse de Washington, al lado de la Casa Blanca, un acto dirigido a resaltar el peligro que representa Donald Trump para la democracia. El presidente ha sido muy activo en esa denuncia. Fue el primero que dijo que la ideología de los trumpistas acérrimos era “semifascismo” y protagonizó varios actos destacados en las elecciones legislativas de 2022 con esa idea como eje central. Para su primer mitin de este año, antes de que empezasen las primarias siquiera, se desplazó a Pensilvania, cerca de donde George Washington instaló sus cuarteles de invierno durante la revolución estadounidense, para responsabilizar a Trump el asalto al Capitolio y advertir sobre su retórica extremista. Incluso presentó su renuncia a la reelección como un acto en defensa de la democracia.
Como Biden, hay ya 45 millones de estadounidenses que han votado por anticipado, bien en persona o bien por correo, en las elecciones del 5 de noviembre. En Delaware se contabilizan cerca de 100.000 papeletas, con una gran mayoría procedentes de votantes registrados como demócratas.
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