<p class=»ue-c-article__paragraph»><strong>Cellnex </strong>celebró el pasado viernes su junta de accionistas, un evento que vino precedido por una presentación de resultados en la que el grupo más allá de presentar sus cifras también aprovechó para mostrar la resistencia del grupo ante varios de los <strong>posibles riesgos</strong> que se avecinan como una mayor consolidación de los operadores y <strong>el auge de la conectividad por satélite, en la que el Starlink</strong> de Elon Musk se ha vuelto el mayor exponente. </p>
La empresa incluye en su presentación de resultados un análisis sobre el posible impacto de esta tecnología
Cellnex celebró el pasado viernes su junta de accionistas, un evento que vino precedido por una presentación de resultados en la que el grupo más allá de presentar sus cifras también aprovechó para mostrar la resistencia del grupo ante varios de los posibles riesgos que se avecinan como una mayor consolidación de los operadores y el auge de la conectividad por satélite, en la que el Starlink de Elon Musk se ha vuelto el mayor exponente.
«El riesgo para los operadores de telecomunicaciones por parte de los servicios de comunicaciones de satélite es limitado», asegura la compañía en una de las diapositivas de su presentación para inversores.
Para Cellnex, la principal amenaza se basaría en que, si hubiera una adopción masiva del satélite, las torres de telecomunicaciones y las antenas serían menos necesarias, pero no es un escenario que el grupo vea plausible.
Para empezar, señala la empresa, los nanosatélites para dar conectividad al nivel de 5G valen más de 30.000 euros frente a los entre 10 y 200 euros que puede costar el despliegue de fibra o una antena con la misma velocidad que, además, se puede estar sin reemplazar 40 años, frente a los cinco del satélite.
Asimismo, otro problema sería la latencia, ya que los satélites, incluso en órbita baja, están a más distancia que las torres del usuario, lo que hace que se tarde más en recibir respuesta. Esto es apenas imperceptible para un whatsapp por ejemplo, ya que se mide en milisegundos, pero para aplicaciones profesionales o, por ejemplo, el gaming es un aspecto relevante.
Con todo, la empresa señala que espera un «aumento significativo» de la capacidad de esta tecnología, aunque considera que el rendimiento (actualmente en torno a los 200 Mbps) será «muy limitado, incluso con la evolución que se espera para los próximos años si lo comparamos con el rendimiento de las conexiones terrestres».
El satélite está ganando cada vez más peso en las estrategias de comunicaciones de todo el mundo, especialmente en campos muy específicos como las retransmisiones seguras o la conectividad en lugares ultra remotos.
Más allá de Elon Musk, existen otros proyectos como Project Kuiper de Jeff Bezos y Amazon que buscan también entrar en este negocio.
Cellnex, por su parte, no es extraña al uso de esta tecnología, que utiliza por ejemplo en su negocio de radiodifusión, y que se encuentra entre las «áreas estratégicas de innovación» para el grupo.
Anteriormente, la compañía también ha puesto en marcha proyectos con esta tecnología en Reino Unido o se ha apoyado en esta para el testeo de las retransmisiones en ultra HD para RTVE. Además, invirtió en una de las rondas iniciales de Sateliot, una compañía que apuesta por crear una red que dé conectividad 5G para IoT Y que ha recibido en su última ronda el apoyo del estado a través de la SETT.
Se trata de apuestas alternativas que el grupo pone en marcha para diversificar sus negocios e innovar en áreas en las que ya opera, pero sin descuidar que su núcleo siguen siendo las torres, que seguirán representando la inmensa mayoría de su negocio.
De hecho, en el primer trimestre, este supuso el 80,7% de sus ingresos, con 777 millones, mientras que los negocios de fibra y coubicación, el de radiodifusión o el de small cells (mini-antenas) aportaron entre un 5 y un 7% cada uno.
Actualidad Económica