<p>Como parte de la promoción de <i>Downton Abbey: el gran final</i>, <strong>Michelle Dockery </strong>ha mostrado su hogar en la edición online de la revista <i>AD</i>. La actriz vive en una casa preciosa, puesta con muy buen gusto y mucho presupuesto. Estancia tras estancia, Dockery repasa los varios fetiches de <i>Downton Abbey</i> que atesora: una foto de la primera temporada de la serie original, el guión encuadernado del episodio 1, una colección de libros de teatro heredada de la legendaria <a href=»https://www.elmundo.es/cultura/cine/2024/09/27/66f6b1f4e9cf4a7c728b459c.html» target=»_blank»>Maggie Smith</a>…</p>
No tengo pruebas pero tampoco dudas de que a partir de 1981 y hasta su muerte en 2000 Antonio Ferrandis escuchó más veces por la calle «¡Chanquete!» que su nombre
Como parte de la promoción de Downton Abbey: el gran final, Michelle Dockery ha mostrado su hogar en la edición online de la revista AD. La actriz vive en una casa preciosa, puesta con muy buen gusto y mucho presupuesto. Estancia tras estancia, Dockery repasa los varios fetiches de Downton Abbey que atesora: una foto de la primera temporada de la serie original, el guión encuadernado del episodio 1, una colección de libros de teatro heredada de la legendaria Maggie Smith…
Michelle Dockery es una intérprete eficaz y carismática. Ella es mucho más que la Lady Mary de Downton Abbey. Pero fue la serie (y ahora las películas) sobre la familia Crawley lo que la puso en el mapa. Y lo que, asumo, le permitió pagarse una casa grande, bonita y con jardín en Londres. Lady Mary es, para Dockery, una jaula de oro y una gallina de los huevos de ídem. Ella parece llevarlo bien. Quizá porque tiene un jardín. En Londres, una de las ciudades más caras del mundo.
Como parte de la promoción de Task, la nueva serie de HBO Max, Martha Plimpton acudió hace unos días al programa de Jimmy Kimmel. En la entrevista, el presentador tardó poco en nombrar la cosa por la que Plimpton es más conocida: Los Goonies. Ella, simpatiquísima, reconoció tener una copia de la película en VHS en casa. Luego recordó irónicamente que Spielberg, guionista y productor de la cinta, hace mucho tiempo que no la llama. Martha Plimpton también vive en Londres. Allí, seguro, será reconocida por la calle sobre todo por la peli de 1985, un título mítico para los que éramos niños cuando se estrenó. Cuarenta años después, Martha Plimpton es mucho más que la chica de Los Goonies, pero díselo a cualquiera de los millones de cuarentones que siguen obsesionados con esa película.
Cuando se estrenó Los Goonies, Verano azul ya se había emitido dos veces en TVE. A partir de 1987, la serie volvería a reponerse muchas veces más. Con cada una de ellas, Antonio Ferrandis sería cada vez menos Antonio Ferrandis y más Chanquete, su personaje en esa entrañable ficción veraniega. Él no lo llevó tan bien como Martha Plimpton o Michelle Dockery. Chanquete se hizo tan popular que opacó hasta el protagonismo de Ferrandis en Volver a empezar, la primera película española que consiguió un Oscar. No tengo pruebas pero tampoco dudas de que a partir de 1981 y hasta su muerte en el 2000 Antonio Ferrandis escuchó más veces por la calle «¡Chanquete! ¡Chanquete!» que su propio nombre. También escucharía que la mayoría de los actores matarían por tener eso. Aunque yo creo que, puestos a matar por cosas, mejor hacerlo por un casoplón con jardín en Londres. O por saber llevar la fama absurda tan bien como Martha Plimpton.
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