<p class=»ue-c-article__paragraph»>El Gobierno navarro de <a href=»https://www.elmundo.es/e/ma/maria-chivite.html»>María Chivite</a> no sólo adjudicó en 2023 con evidentes deficiencias y presunto trato de favor, <strong>denunciados por tres funcionarios miembros de la mesa</strong>, el megacontrato del túnel de 76 millones de euros del túnel de Belate a la empresa del ex líder del <a href=»https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-socialista-obrero-espanol.html»>PSOE </a><a href=»https://www.elmundo.es/espana/santos-cerdan.html»>Santos Cerdán</a>, <strong>Servinabar 2000 SL</strong>. También permitió que la firma, <i>llave </i>según la UCO para conseguir el contrato, al que se presentó junto a Acciona, incumpliera en 2024, en la ejecución, <strong>una de las condiciones principales que le permitieron ganar la obra</strong>, la más cuantiosa en la región en 15 años.</p>
Servinabar y Acciona se llevaron el concurso ante otras seis ofertas porque se valoró decisivamente que no cortarían la carretera, pero luego la cortaron. El propio presidente de la mesa de adjudicación dio su visto bueno y el Ejecutivo jamás les pidió cuentas
El Gobierno navarro de María Chivite no sólo adjudicó en 2023 con evidentes deficiencias y presunto trato de favor, denunciados por tres funcionarios miembros de la mesa, el megacontrato del túnel de 76 millones de euros del túnel de Belate a la empresa del ex líder del PSOE Santos Cerdán, Servinabar 2000 SL. También permitió que la firma, llave según la UCO para conseguir el contrato, al que se presentó junto a Acciona, incumpliera en 2024, en la ejecución, una de las condiciones principales que le permitieron ganar la obra, la más cuantiosa en la región en 15 años.
Lo hizo todo el mismo funcionario, presidente de la mesa y director de Nuevas Infraestructuras, Jesús Polo, cuyo puesto fue asegurado con tres insólitas adendas legislativas en leyes presupuestarias que impidieron su obligada jubilación: en 2023 tenía ya 73 años y debía llevar varios retirado., pero se le mantuvo, según fuentes del departamento consultadas por EL MUNDO, «para esto, y él lo admitía». El jefe de Polo era el consejero de Cohesión Territorial, Óscar Chivite, tío de la presidenta, electricista de profesión y quien, para cerrar el círculo, antes había tenido a Acciona como cliente en su empresa, Lauburu.
Polo, que en otra de las flagrantes irregularidades del proceso puntuó el último y, sabiendo las calificaciones de los otros siete miembros, desniveló la votación para que ganaran Servinabar y Acciona, valoró antes positivamente un detalle vendido muy específicamente por la UTE (Unión Temporal de Empresas) en su oferta, y que sólo ella ofrecía: durante la obra, la carretera sería cortada «puntualmente», sólo lo necesario.
Era un tema clave, afectar lo menos posible a los ciudadanos en un punto por el que cada día pasan 8.000 vehículos, y ese punto fuerte fue, según fuentes del concurso consultadas por este diario, «determinante» para las puntuaciones finales.
¿Qué hicieron Servinabar y Acciona en cuanto ganaron el contrato con ese punto decisivo a favor ante sus seis oponentes, ayudadas también ambas por un informe del Ministerio de Transportes que apareció a última hora -nadie sabe muy bien a estas alturas cómo- para acreditar, dos meses fuera de plazo, la solvencia técnica de las empresas a la hora enfrentar una obra del calado de Belate? En efecto, lo primero que hicieron fue cortar el túnel un par de meses.
¿Quién lo validó, no solicitó indemnización a lo público -como se suele hacer-, y ni se planteó que el concurso había sido adulterado, al valorarse decisivamente ese aspecto y ganar la UTE de Cerdán por menos de dos puntos sobre 50 a otra firma local, Mariezcurrena? El departamento de Nuevas Infraestructuras dirigido por Polo, con el tío de Chivite por encima.
Lo que cuadra con las sospechas expuestas por la Unidad Central Operativa (UCO) en su informe sobre Cerdán: Servinabar 2000 SL, que nunca ha llegado a tener más de 10 empleados, sería el abrelatasque, gracias a los contactos políticos -sobre todo en el entorno abertzale– de su administrador, Antxon Alonso, y la presencia en la sombra de Santos Cerdán, que en 2016 le compró a aquel el 45% de la firma, conseguiría los contratos para que los ejecutara Acciona.
Miembros de la mesa no sólo denunciaron después las irregularidades en la adjudicación de Belate primero con sus votos particulares, y luego ante la oficina anticorrupción navarra -y el mismísimo secretario fue enviado al ostracismo, a trabajar a una nave, antes de denunciar internamente y ser repuesto en su ubicación-. También han manifestado a EL MUNDO varias fuentes de la propia mesa de Belate que «al menos cinco de los ocho habíamos escuchado, por distintas vías, que ese contrato se lo tenían que llevar Acciona y Servinabar».
Un contrato que hasta la intervención de la UCO y saberse que estaba detrás Cerdán, el hombre tras el presidente Pedro Sanchez, ya había provocado fuertes cruces declarativos en el parlamento regional y atención de la prensa local, con el Diario de Navarra a la cabeza, y ahora está siendo investigado junto con otros cinco contratos otorgados a Servinabar por el propio Ejecutivo de Chivite, muy tocado por una severa sombra de corrupción y por la omnímoda presencia de Cerdán en el Partido Socialista de Navarra de los últimos 15 años.
Como presidente de la mesa, Jesús Polo puntuó en otoño de 2023 con un 10, la máxima nota posible, a la UTE de Servinabar y Acciona en «Desvíos provisionales propuestos y su afección al tráfico». La mayoría de Polo en la mesa dijo sobre esa oferta: «Muy buena descripción de los desvíos provisionales. Los han diseñado con la premisa de mantener el tráfico rodado por la calzada de la N-121-A sin cortes de tráfico ni desvíos por la carretera N-1210. Se valora positivamente el mantenimiento del tráfico de la NA-121-A salvo en momentos puntuales».
Meses después, sin embargo, cuando la empresa de Cerdán ya le había ganado a Mariezcurrena el contrato de 76 millones por 46,22 puntos sobre 44,85, la UTE, junto con la dirección de obra -externalizada, otro de los puntos que critican quienes denuncian posible amaño-, emitía un informe expresando «la necesidad de cerrar de manera permanente los túneles mientras dure el desmonte».
Ni Nuevas Infraestructuras ni su paraguas más grande, Cohesión Territorial, pusieron un pero. Luego la Guardia Civil se puso a trabajar, emergieron los lazos de Cerdán, padre político de Chivite, con Servinabar, el número 2 de la presidenta dimitió hace una semana porque su mujer había trabajado en Servinabar… Y ahora todos los ojos están en la obra de Belate, quizás el gran pelotazo del hombre que aupó a Pedro Sánchez a La Moncloa.
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