<p>Seis días después del mayor <a href=»https://www.elmundo.es/economia/apagon.html»><strong>apagón </strong></a>de la historia de España, el momento de mayor vulnerabilidad mostrado por el país y bajo el escrutinio internacional, siguen sin conocerse las causas de ese «cero energético» que también arrastró a Portugal y a parte de Francia.</p>
España se fue a negro el lunes y aunque la red se recuperó en horas, Red Eléctrica y el Gobierno siguen sin causa… y sin antídoto para el futuro
Seis días después del mayor apagón de la historia de España, el momento de mayor vulnerabilidad mostrado por el país y bajo el escrutinio internacional, siguen sin conocerse las causas de ese «cero energético» que también arrastró a Portugal y a parte de Francia.
Hoy se sabe, gracias a la prensa, que la red mostraba oscilaciones críticas en las horas previas a la caída, antes de lo que Red Eléctrica había admitido.
También se sabe que el propio operador del sistema -«privado» a ojos del Gobierno pese a poseer un 20% de sus acciones y de nombrar a su presidenta- había advertido previamente sobre los riesgos de desconexiones severas de la red por el exceso de fuentes renovables.
Se sabe, además, que el Gobierno ha creado una comisión de investigación y que ha enviado a agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y a funcionarios de Interior, Defensa y Transformación Digital, a las sedes de las compañías eléctricas para recabar información y datos que en buena medida ya tenía Red Eléctrica.
Es un hecho también que la presidenta de Red Eléctrica, la ex ministra socialista Beatriz Corredor, se esfuerza por defender su labor y la del propio operador durante la crisis eléctrica -«en esta casa se ha trabajado bien»-. Ha dejado claro, además, que no tiene intención de dimitir, pese a que el Gobierno, que aún dice públicamente contar con ella, ha marcado distancias y ya la sienta al otro lado de la mesa, junto a los responsables del sector privado, y se ha quejado de que no se le compartido a tiempo toda la información requerida desde Red Eléctrica.
Se sabe también que la cotización de Redeia, su matriz, se ha dejado por el camino de esta crisis más de 750 millones y que gigantes como BlakRock han empezado a replegarse de su accionariado, entre advertencias de la gran banca internacional como Goldman Sachs, Kepler o Barclays, y ante el temor a que haya que afrontar indemnizaciones millonarias.
Se ha visto también a la oposición, tras el señalamiento del presidente del Gobierno a las centrales nucleares como «un problema» en esta crisis, recolocarse para dar la batalla política contra el apagón nuclear programado a partir de 2027. Crecen también las voces que ahora cuestionan el peso de las renovables en el mix energético.
Todo eso se sabe, pero lo que se sigue sin conocer, sin embargo, es qué provocó de verdad ese colapso eléctrico y qué se puede hacer para evitar que vuelva a pasar.
«La realidad es que nosotros no tenemos prisa por conocer cuál es la causa, sino que lo que queremos es conocerla con rigor y con exactitud». Son palabras del ministro Félix Bolaños, entrevistado en TVE, el pasado viernes, pidiendo paciencia para poder tener un diagnóstico preciso sobre el origen del fallo.
Pese a que el quorum de los expertos parecen tener claro que nuestra red presenta un problema creciente de inestabilidad, que hace necesario cada vez con más frecuencia la intervención de los técnicos de Red Eléctrica para casar la generación, sobre todo de energías renovables en horas punta, con la demanda y la integración de fuentes de distintas características en el mix, la dilación de las conclusiones y el hecho de que el debate haya tomado tintes ideológicos (nucleares vs. renovables) ha impedido que hasta el momento se hayan tomado medidas técnicas efectivas para evitar que algo como lo ocurrido el lunes pueda volver a pasar. Es decir, la red eléctrica nacional, pese a las comisiones de investigación creadas, es la misma y opera hoy igual que lo hacía el lunes antes del colapso. Esta es la cronología de la semana de la mayor crisis energética del país.
Sin previo aviso, las luces del país se apagaron. Quien tuviera grupos electrógenos o generadores de apoyo apenas notaron que la luz faltó unos segundos. Quien no los tenía, simplemente vio que la luz tardaba en volver. Nadie podía prever en ese momento el alcance de la crisis. Fueron minutos de mensajes cruzados, de creer que se trataba de un problema local, cada uno de su casa, de su edificio, ¿tal vez su barrio?
La dimensión de la crisis fue poco a poco calando entre la ciudadanía y entre los propios responsables del sistema y del país. Las primeras informaciones, confusas y limitadas por el propio corte del suministro, dibujaban un apagón que había afectado a España, pero también a Portugal y Francia. Todo era confusión. España se empezó a familiarizar con la expresión «cero energético».
El director de Servicios a la Operación de Red Eléctrica, Eduardo Prieto, compareció a través de Teams ante los medios de comunicación para informar, por primera vez, sobre el cero energético y los planes de reposición de Red Eléctrica. Explicó que se habían detectado fuertes oscilaciones en la red, cuyo origen se desconocía por el momento, pero que en cualquier caso eran algo completamente «excepcional». El suministro, dijo, tardaría en reestablecerse entre 6 y 10 horas. Casi a la misma hora, Portugal señaló a España como el origen del problema.
«Como saben, se ha producido en el día de hoy una fuerte oscilación, en términos técnicos, en el sistema eléctrico europeo que ha desencadenado una interrupción generalizada del suministro en toda la Península Ibérica y en algunas zonas del sur de Francia», así comenzaba pasadas las 18.00 horas la primera comparecencia del lunes del presidente del Gobierno. Para entonces ya se habían producido dos reuniones del Comité de Seguridad Nacional y Sánchez comparecía (sin preguntas) tras la segunda reunión, iniciada a las 15.00 horas. Las palabras de Sánchez llegaban cuando la electricidad ya se estaba recuperando en algunas zonas del norte y en otras del sur del país, gracias a la ayuda de Francia y Marruecos. Yllegaban también después de que la vicepresidenta de la Comisión Europea, Teresa Ribera, hubiera descartado la posibilidad de un ataque: «No hay nada que nos permita afirmar que hay ningún tipo de boicot o ciberataque». La rapidez de la UE en despejar esa posibilidad no impidió a Sánchez dejar abierta esa puerta: «Es mejor no especular, ya sabremos las causas, pero no descartamos ninguna hipótesis».
Pese a que la red eléctrica ya se estaba recuperando en varias ciudades, la telefónica seguía sin funcionar adecuadamente y el caos en el transporte era patente. Tanto el Gobierno como la DGT habían instado a no utilizar los vehículos privados, pero el transporte público (metro, cercanías…) no era una opción disponible. La segunda comparecencia de Red Eléctrica se produjo en torno a las 21.00 horas. De nuevo, Eduardo Prieto. Explicó que se habían producido dos «eventos de pérdida de generación energética muy fuertes» que en un «intervalo de 5 segundos» tumbaron el sistema.
El Consejo de Seguridad Nacional se volvió a reunir pasadas las 19.00 horas y, a su término, Pedro Sánchez volvió a comparecer. El 55% del suministro nacional se había restablecido para entonces pero no se podía saber todavía, dijo, cuánto tardaría en hacerlo el resto. Sobre las causas, apuntó: «Lo que nos informan los técnicos de Red Eléctrica es que esta mañana, a las 12.33 horas, 15 gigavatios de generación se han perdido súbitamente del sistema, y que se han perdido en apenas 5 segundos. Esto es algo que no había ocurrido jamás». Esos 15 gigavatios, explicó, equivalen al 60% de la demanda del país en el momento del colapso. «Se están analizando todas las causas potenciales, sin descartar, insisto nuevamente, ninguna hipótesis», apuntó.
«Con los análisis que hemos podido realizar hasta el momento, podemos descartar un incidente de ciberseguridad en las instalaciones de Red Eléctrica», apuntó el portavoz del operador en la comparecencia en la que dio por normalizado el suministro el martes. Apenas unos minutos después, el presidente reabre esa senda al comparecer tras el Consejo de Ministros y una nueva reunión del Consejo de Seguridad Nacional, esta vez presidida por el Rey. «A las 6 de la mañana se había recuperado más del 99,5% del suministro», informó. El presidente utilizó su intervención para señalar al sector eléctrico y repitió hasta en tres ocasiones que van «a exigir las responsabilidades pertinentes a todos los operadores privados». Dijo también que en esta crisis las nucleares, lejos de ser una ayuda, han representado «un problema» y anunció la liberación durante tres días de reservas estratégicas petrolíferas para dar servicio a los grupos electrógenos de servicios esenciales.
El Gobierno celebró una nueva reunión del Consejo de Ministros el miércoles. El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, compareció para presentar el nuevo cuadro macro enviado a Bruselas y cifró por primera vez el impacto económico de la caída. Habló de 800 millones;400 de ellos sólo en el consumo del lunes, si bien dibuja un escenario de rápida recuperación: la actividad del martes fue más intensa de lo habitual y la del miércoles también lo estaba siendo.
El comité para el análisis del apagón del pasado 28 de abril (así se denomina) se reunió por primera vez el miércoles bajo la presidencia de la vicepresidenta Sara Aagesen. El Gobierno solicitó formalmente a Red Eléctrica, Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Acciona Energía, con las que el presidente Pedro Sánchez y varios ministros se reunieron el martes (con Corredor al otro lado de la mesa), permitir a agentes del CNI y del Ministerio del Interior acceder a sus sistemas. Les dio de plazo hasta la tarde para remitir la información solicitada, a lo que las compañías no se opusieron.
Si hasta entonces el Gobierno se había centrado en recabar de las eléctricas datos sobre esos cinco segundos anómalos que provocaron el colapso, la portada de ELMUNDO informando de que las telemetrías del sector, datos en poder de Red Eléctrica, presentaban oscilaciones «críticas» antes de la caída, hizo al Ejecutivo ampliar su petición a las horas previas al incidente.
La cotización de Redeia, que había resistido en un primer momento el envite del apagón, cerró la semana con fuertes caídas. Perdió más de 750 millones y vio cómo BlackRock, hasta entonces su mayor accionista privado, disminuía su posición y dejaba a Amancio Ortega, a través de Pontegadea, como segundo inversor tras la Sepi. La banca internacional (Goldman Sachs, Barclays, Kepler…) avanzaban al tiempo en informes a sus clientes un giro energético y grandes inversiones en España.
El comité de crisis se reunió de nuevo ayer, en la sede de Red Eléctrica, para continuar con las pesquisas. Se decidió abrir dos vías de investigación, una centrada en una posible negligencia en torno al sistema eléctrico y otro en torno a los sistemas digitales y ciberseguridad. Beatriz Corredor participó al inicio el encuentro.
Actualidad Económica