<p>Muchos piensan que <strong>Javier Milei </strong>es el beneficiario de la generosidad que <strong>Donald Trump</strong> tiene con el dinero que no es suyo, sino del contribuyente, y que ha usado con liberalidad para rescatar al Estado argentino. Pero hay otro ganador. Es un señor de 60 años llamado<strong> Rob Citrone, </strong>fundador del hedge fund <strong>Discovery Capital, </strong>que lo ha invertido (casi) todo en activos argentinos. Así que si el país quiebra, Citrone, también. Por eso, el financiero ha llamado por teléfono a su amigo y ex colega de los tiempos en los que los dos trabajaban para<strong> George Soros, </strong>el secretario del Tesoro de EEUU, <strong>Scott Bessent,</strong> y le ha pedido que rescate a Argentina (y, de paso, a él). Así, los 20.000 millones de dólares del Estado de EEUU enviados a Argentina por Donald Trump (un nacionalista que rechaza que el dinero de los impuestos vaya a ayudar a Ucrania) para salvar a Milei (un ultraliberal que se opone a que los Estados entren en política) también han ayudado a Citrone.</p>
Análisis de las tendencias mundiales que, tarde o temprano, afectarán a su bolsillo.
Muchos piensan que Javier Milei es el beneficiario de la generosidad que Donald Trump tiene con el dinero que no es suyo, sino del contribuyente, y que ha usado con liberalidad para rescatar al Estado argentino. Pero hay otro ganador. Es un señor de 60 años llamado Rob Citrone, fundador del hedge fund Discovery Capital, que lo ha invertido (casi) todo en activos argentinos. Así que si el país quiebra, Citrone, también. Por eso, el financiero ha llamado por teléfono a su amigo y ex colega de los tiempos en los que los dos trabajaban para George Soros, el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, y le ha pedido que rescate a Argentina (y, de paso, a él). Así, los 20.000 millones de dólares del Estado de EEUU enviados a Argentina por Donald Trump (un nacionalista que rechaza que el dinero de los impuestos vaya a ayudar a Ucrania) para salvar a Milei (un ultraliberal que se opone a que los Estados entren en política) también han ayudado a Citrone.
¿En cuántos frentes está en guerra Israel? Según el primer ministro de ese país, Benjamin Netnayahu, ocho: Gaza, Cisjordania, Líbano, Siria, Yemen, Irán, Irak… y la opinión pública mundial, en general, y de EEUU en particular. En ese último frente, las redes sociales son «el arma más importante», sobre todo TikTok, tal y como dijo el propio Netanyahu hace dos semanas en el consulado general de Israel en Nueva York. Aunque la paz parece cercana en el frente de Gaza, nadie espera una tregua en la guerra en línea. Israel tiene para este 2025 un presupuesto de 545 millones de shekels (143 millones de euros) para defender sus posiciones en redes sociales con el uso de influencers y de Inteligencia Artificial (IA). Las redes sociales son hoy la herramienta de propaganda de los pequeños (Israel, Dubái, Nueva Zelanda) y de los pobres (Rusia), ya que les permiten alcanzar audiencias a las que nunca hubieran tenido acceso en la era pre-Internet.
Milán está vaciando Londres y, un poco, París. Gracias al favorable marco impositivo establecido por el Gobierno de Giorgia Meloni, la ciudad está atrayendo a los multimillonarios que dejan la capital británica desde que el Gobierno de Rishi Sunak decretó el final del non-dom, un muy favorable régimen fiscal para quienes tengan ingresos fuera de Reino Unido. El éxito milanés es tal que el Gobierno de Francia, con su habitual humildad, se quejó este verano al italiano porque sus millonarios también se están yendo a Milán. Eso es llamativo, dado que Francia lanzó con éxito hace una década una ofensiva para atraer al sector financiero londinense que huía del Brexit. Milán, no obstante, tiene rivales duros en el vaciado de Londres. La semana pasada, Nik Storonsky, el fundador y CEO del banco online Revolut, que es la startup más valiosa de Europa, anunció que deja Londres, donde la empresa nació y tiene su sede, y se va con su familia a Dubái.
Donald Trump va a por las fuentes de información. Sus aliados han comprado los estudios Paramount, la cadena de televisión CBS, la división estadounidense de la red social TikTok, y él y su familia han logrado contratos o indemnizaciones de Disney,Amazon, Google (YouTube) y Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp). El siguiente blanco es Wikipedia. El Gobierno de EEUU está investigando las cuentas de la fundación sin ánimo de lucro que mantiene a la popular enciclopedia. Y Elon Musk ha pedido el boicot de esa web, pese que él mismo la recomendó en el pasado, y ha anunciado la creación de una alternativa de pago basada en Inteligencia Artificial (IA) bautizada Grokpedia en honor a su chatbot Grok. ¿La razón del odio de Musk? En Wikipedia hay una entrada titulada Controversia sobre el saludo de Elon Musk, sobre el famoso gesto nazi con que el hombre más rico del mundo saludó la llegada de Trump a la Casa Blanca en enero.
Desde el colapso de la URSS, Cuba ha tratado de imitar a China. Y, aunque ha fracasado en la reforma económica, la transformación tecnológica, y el aumento del nivel de vida, ha copiado bien a Pekín en el mantenimiento de un sistema autocrático de gobierno y en el uso de presos en sectores de actividad destinados a la exportación. China pone a los prisioneros a recolectar algodón que luego será usado en prendas textiles que saldrán a todo el mundo. Cuba los pone a liar cigarros -incluyendo los famosos habanos- que serán exportados. Así lo confirmaron la semana pasada, en respuesta a una denuncia de la ONG Prisoners Defenders, las propias empresas cubanas Tabacuba (estatal) y Habanos S.A. (curiosamente, una joint-venture cubano-china). Eso sí, según La Habana los presos sólo hacen cigarros para aprender un oficio que facilite su reintegración en la sociedad. Y, de paso, algunas divisas, que hacen mucha falta en un país que está como una colilla.
Los chatbots de IA ¿se van a comer a las redes sociales? ¿Y a Google? Esa es la idea que parece vendernos en Financial Times. Primero, sacó el fin de semana pasado un artículo afirmando que el consumo de redes sociales lleva tres años cayendo en todo el mundo, aunque con algunas excepciones, la más significativa de ellas la de EEUU. Pero el miércoles el mismo diario publicó una investigación en la que demostraba cómo los seres humanos estamos cada día más enganchados a los chatbots de IA, y en especial a ChatGPT, al que se conectan 700 millones de personas cada semana. El popular bot es usado para todo, incluyendo consejos en relaciones sentimentales y cuestiones personales (un 2% de todas las interacciones) y, cada vez más, en multimedia. Precisamente la app más descargada de esta semana en EEUU es Sora, de ChatGPT, que permite hacer vídeos de realidad virtual y se puede convertir en una amanaza para Instragram y TikTok.
Actualidad Económica