<p>El otro día leía una entrevista al subdirector del fondo soberano de Abu Dabi, una entidad (<strong>Mubadala Investment</strong>) que «solo gestiona» 302 bn de usd, respecto a la evolución de los activos bajo cartera. En el relato resaltaba con pasmosa calma que para ellos el activo con mejor desempeño por clase de activo ha sido el crédito privado en los dos o tres últimos años. Obviamente no lo gestionan todo ellos directamente, sino que sus inversiones en Europa, USA o Asia están bajo mandatos de las mejores casas. Uno hubiera pensado en renta variable norteamericana o tecnológicas al leer sus experiencias, pero parece que por volatilidad y rentabilidad existen activos mejores. Nosotros coincidimos en que el crédito privado lo debe hacer bien en el futuro. En las últimas fechas hemos leído que las turbulencias que se esperan ante el nuevo mandato de<strong> Trump,</strong> poniendo el freno a varios sectores, está llevando a muchos inversores de este Asset class a pedir explicaciones a los gestores. Es cierto que se abre un mundo sobre el impacto real que aranceles o eliminación de incentivos puedan tener en los sectores a los que están expuestos. Pero creemos que, eligiendo buenos gestores y nichos resilientes, se pueden mantener rendimientos a futuro. Por ejemplo, <strong>UBS Asset</strong><strong>Management,</strong> ha reducido su exposición a sectores vulnerables como autos y químicos desde que se vislumbró una victoria de Trump, y están priorizando sectores más protegidos, como la salud. Dentro de la parte de deuda privada existen varios casos de éxito, que están apareciendo en este inicio de año, como por ejemplo el de <strong>Allianz.</strong><strong>Allianz Global Investor</strong> ha cerrado su fondo global Allianz Private Debt Secondaries Fund con €1.500 millones, superando su objetivo inicial de €500 millones. Y ha sido tan buena la demanda que se planea el lanzamiento de una estrategia sucesora a mediados de año. Crédito privado, junto a mercados secundarios, puede ser una forma muy interesante de entrar en este mercado. Y es que en la parte de secundarios estamos viendo interés creciente como el de Ardian. Actualmente, los fondos conservadores de crédito privado están generando retornos entre el 7% y el 8%, mientras que los fondos de mayor rendimiento alcanzan entre el 10% y el 12%. Recientemente en una reunión de enero de las principales gestoras españolas, Alterforum, se destacó que el crédito privado continúa siendo atractivo debido a su diversificación y rentabilidad. La inteligencia artificial y la transición energética se mencionaron como motores clave que generan oportunidades en este sector.</p>
Dónde estar: los fondos conservadores de crédito privado consiguen rentabilidades del8% y los de mayor rendimiento, el 12%.
El otro día leía una entrevista al subdirector del fondo soberano de Abu Dabi, una entidad (Mubadala Investment) que «solo gestiona» 302 bn de usd, respecto a la evolución de los activos bajo cartera. En el relato resaltaba con pasmosa calma que para ellos el activo con mejor desempeño por clase de activo ha sido el crédito privado en los dos o tres últimos años. Obviamente no lo gestionan todo ellos directamente, sino que sus inversiones en Europa, USA o Asia están bajo mandatos de las mejores casas. Uno hubiera pensado en renta variable norteamericana o tecnológicas al leer sus experiencias, pero parece que por volatilidad y rentabilidad existen activos mejores. Nosotros coincidimos en que el crédito privado lo debe hacer bien en el futuro. En las últimas fechas hemos leído que las turbulencias que se esperan ante el nuevo mandato de Trump, poniendo el freno a varios sectores, está llevando a muchos inversores de este Asset class a pedir explicaciones a los gestores. Es cierto que se abre un mundo sobre el impacto real que aranceles o eliminación de incentivos puedan tener en los sectores a los que están expuestos. Pero creemos que, eligiendo buenos gestores y nichos resilientes, se pueden mantener rendimientos a futuro. Por ejemplo, UBS AssetManagement, ha reducido su exposición a sectores vulnerables como autos y químicos desde que se vislumbró una victoria de Trump, y están priorizando sectores más protegidos, como la salud. Dentro de la parte de deuda privada existen varios casos de éxito, que están apareciendo en este inicio de año, como por ejemplo el de Allianz.Allianz Global Investor ha cerrado su fondo global Allianz Private Debt Secondaries Fund con €1.500 millones, superando su objetivo inicial de €500 millones. Y ha sido tan buena la demanda que se planea el lanzamiento de una estrategia sucesora a mediados de año. Crédito privado, junto a mercados secundarios, puede ser una forma muy interesante de entrar en este mercado. Y es que en la parte de secundarios estamos viendo interés creciente como el de Ardian. Actualmente, los fondos conservadores de crédito privado están generando retornos entre el 7% y el 8%, mientras que los fondos de mayor rendimiento alcanzan entre el 10% y el 12%. Recientemente en una reunión de enero de las principales gestoras españolas, Alterforum, se destacó que el crédito privado continúa siendo atractivo debido a su diversificación y rentabilidad. La inteligencia artificial y la transición energética se mencionaron como motores clave que generan oportunidades en este sector.
Recientemente en muchos foros financieros, eventos de pronósticos para el 2025 e informes de Asset Allocation, hemos visto con bastante claridad un gran optimismo por la renta variable de la India. Cuestiones demográficas, penetración de productos y servicios incipientes, bancarización y ser la nueva industria del mundo, han ido calando entre los inversores a la hora de dar por buenos los supuestos de ganancias futuras que ante ellos se les presentan. Pero la verdad es que los últimos tres meses del 2024 han resultado ser un despropósito para aquellos que aceptaron a pies juntillas lo que se les daba como una verdad absoluta. El último trimestre del año el Nifty perdía un 8% vs. un mercado global que se mantenía plano. Si uno le preguntase a un generalista, seguro que le diría que las políticas de Donald Trump, centradas en aranceles y crecimiento manufacturero, han fortalecido al dólar y atraído capital hacia EE. UU., disminuyendo el atractivo de mercados emergentes. Y particularmente la India, donde muchos habían diversificado sus inversiones en países en desarrollo tras sacarlo de China. Pero si uno le pregunta a un gestor del país, la cosa cambia. Niveles de inflación medios del 5% en los últimos 4 años, con una inflación subyacente actual del 3.7%, están impidiendo que los costes de financiación se aligeren del 6.5%. Cosa que está pesando en los resultados, que son los deben dirigir las expectativas inversoras. La mitad de las empresas del Nifty 50 no lograron superar o solo cumplieron con las expectativas de los analistas en el tercer trimestre, marcando su rendimiento trimestral más débil en más de cuatro años. Esta tendencia ha generado preocupaciones sobre una posible desaceleración económica que afecta las ganancias corporativas. Donde varios casos pesados, como los de la tecnológica Infosys o el banco Axis Bank, acabaron por dar la puntilla. Todo este suceso ha venido acompañado por una rebaja considerable de divisas en las reservas del Banco de la India. Aunque el abaratamiento de la India, con bajadas en el arranque del año del 1.64%, es un elemento a favor de su compra tras lo positivos que están las casas de análisis, nosotros somos cautelosos. Hemos estado invertidos tiempo, pero factores como la reducción del gasto gubernamental y las incertidumbres sobre la deslocalización industrial, hacen que esperemos desde la barrera para entrar cuando los beneficios empresariales vuelvan a brillar.
*David Azcona, chief economist de Beka Finance.
Actualidad Económica