<p>La imposición de aranceles a las importaciones de EEUU originará un repunte temporal de la inflación, pero, sobre todo, supone un riesgo de ralentización para la economía mundial.</p>
Los mercados deben prestar atención a las decisiones de la Administración estadounidense sobre las políticas comerciales.
La imposición de aranceles a las importaciones de EEUU originará un repunte temporal de la inflación, pero, sobre todo, supone un riesgo de ralentización para la economía mundial.
La hipótesis más probable es que se definan acuerdos bilaterales entre EEUU y sus socios [como ya se está viendo, con China y Reino Unido], pero el proceso podría llevar tiempo. Sin embargo, hay buenas razones para considerar la continuación del ciclo económico mundial como escenario central.
En cuanto a los aranceles, es probable que el punto álgido de incertidumbre se haya alcanzado en la primera semana de abril; y, a partir de ahora, debería empezar la desescalada.
De cara al futuro, la atención de los mercados se centrará también en el plan fiscal de Trump, que se debate en el Congreso. Un cierto grado de acomodación fiscal puede compensar el impacto restrictivo de los aranceles (siempre que se eviten los excesos, ya que eso pondría en cuestión la sostenibilidad de la deuda estadounidense).
Las tensiones comerciales, que suponen un riesgo de desaceleración económica, han cambiado las expectativas de los bancos centrales hacia una postura más acomodaticia. Los mercados financieros prevén que la Reserva Federal reanude la bajada de tipos en el segundo semestre, partiendo del 4,5% actual y alcanzando el 3% a mediados de 2026. Se espera que el BCE baje los tipos del 2,25% al 1,5% a finales de 2025.
Por tanto, mantenemos una visión positiva a medio plazo sobre los mercados de renta variable y sobre el crédito en la Eurozona.
Mantenemos posiciones sobreponderadas en los mercados de renta fija de la Eurozona, atractivos por sus rendimientos a vencimiento (superiores a la inflación) y capaces de compensar cualquier retorno que ofrezca la volatilidad de los activos de riesgo, porque la caída de los tipos sí aumenta los temores a una desaceleración económica.
En la guerra comercial, la transición de la hostilidad total a un proceso de negociación es motivo de tranquilidad para los mercados financieros, pero no elimina la incertidumbre. Los aranceles universales (10%) y sectoriales (25%) están, de hecho, en vigor y afectan a las opciones de consumidores y empresas, generando dudas sobre el futuro del entorno comercial.
Cuanto más corta sea la fase de negociación, más contenido será el impacto restrictivo sobre la economía mundial (y viceversa).
Para controlar cómo las bajadas en los índices de confianza impactan en los datos económicos, los mercados prestarán especial atención a las decisiones de los consumidores. Por el momento, la renta disponible sigue creciendo gracias al mercado laboral y a la caída de la inflación, pero no puede descartarse un aumento del ahorro por precaución si continúa la fase de incertidumbre sobre las políticas económicas.
Ante la debilidad de los datos macro, los mercados de renta variable continuarían su fase de volatilidad que, sin embargo, se vería compensada por la recuperación de los mercados de deuda pública (bajada de tipos), especialmente en Europa, mientras que los bonos estadounidenses podrían sufrir un efecto desconfianza como ya ocurrió a principios de abril.
Por esta razón, estamos más posicionados en los bonos de la zona euro que en los de EEUU, tanto para los bonos del Estado como para los bonos corporativos.
También tenemos posiciones infraponderadas en el dólar, ya que EEUU podría tener interés en debilitar aún más su economía para equilibrar las cuentas exteriores de una forma menos traumática que los aranceles.
La infraponderación del dólar también podría servir para amortiguar un posible retorno de la volatilidad asociado a nuevas decisiones de la Administración Trump que no sean apreciadas por los mercados (efecto desconfianza sobre los activos estadounidenses que deprimiría el dólar). n
*Andrea Conti es Head of Macro Market analysis de Eurizon.
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