<p class=»ue-c-article__paragraph»>Quedan lejos aquellos días en los que, con tan sólo 18 años y los conocimientos adquiridos de su padre y su abuelo que se dedicaban a la fabricación de joyas, <strong>Carlos Chocrón</strong> emprendió su aventura personal en el sector montando su propio taller de fabricación y venta. Lo hizo en Tetuán y se rodeó de un sólido equipo formado por 40 maestros artesanos. En los años 50, los viajes por Europa le llevaron a conocer de primera mano las tendencias así como a encontrar la maquinaria más avanzada. Sus hallazgos le permitieron catapultar su marca <strong>Chocrón Joyeros, </strong>con la que se ganó la confianza de los más exigentes clientes al otro lado del Estrecho, como la Casa Real de Marruecos. A finales de los años 90 abrió su primera tienda en la capital, donde a día de hoy mantiene su flagship en la calle Serrano. La enseña tiene además, un establecimiento en Ceuta y otro en la localidad malagueña de Marbella.</p>
Jugando al contraste, la combinación de piedras blancas y negras protagoniza la colección Back TO Black de Chocrón Joyeros.
Quedan lejos aquellos días en los que, con tan sólo 18 años y los conocimientos adquiridos de su padre y su abuelo que se dedicaban a la fabricación de joyas, Carlos Chocrón emprendió su aventura personal en el sector montando su propio taller de fabricación y venta. Lo hizo en Tetuán y se rodeó de un sólido equipo formado por 40 maestros artesanos. En los años 50, los viajes por Europa le llevaron a conocer de primera mano las tendencias así como a encontrar la maquinaria más avanzada. Sus hallazgos le permitieron catapultar su marca Chocrón Joyeros, con la que se ganó la confianza de los más exigentes clientes al otro lado del Estrecho, como la Casa Real de Marruecos. A finales de los años 90 abrió su primera tienda en la capital, donde a día de hoy mantiene su flagship en la calle Serrano. La enseña tiene además, un establecimiento en Ceuta y otro en la localidad malagueña de Marbella.
Hoy la saga continúa de la mano de Moisés Chocrón, cuarta generación de una familia dedicada a la relojería y a la alta joyería. De su taller salen piezas que hablan de emociones y cuentan historias que merecen ser celebradas. La última colección es un tributo a la belleza femenina. Se llama Back TO Black y combina la histórica técnica orfebre y el ingenio de los maestros joyeros de la firma con un estilo contemporáneo. El negro es el protagonista de la nueva línea caracterizada por piedras como los diamantes negros, el ónix y la mística piedra lunar gris. Una selección de gemas potentes y llenas de personalidad que se engarzan en sortijas, pulseras, pendientes y collares que juegan con los volúmenes y las formas.
Desde la firma definen la colección como «un canto al color sin tonos intermedios» y está formada por piezas que aúnan calidez, seducción y elegancia. Pero las creaciones también juegan al contraste, ya que el poderoso negro asociado a la noche se combina con los luminosos brillantes blancos, creando diseños con un lenguaje bicolor que descubre las interpretaciones cromáticas de las piedras. Bellas y a la vez funcionales, las propuestas siguen fieles al concepto prêt á porter de la casa joyera que atesora más de siete décadas de experiencia.
Actualidad Económica