Alemania endurecerá su política migratoria para “reducir eficazmente” el número de extranjeros sin papeles, según han pactado este sábado democristianos y socialdemócratas en Berlín. El preacuerdo, que también incluye inversiones masivas en defensa e infraestructuras, cierra con éxito las llamadas “conversaciones exploratorias” entre las integrantes del futuro Gobierno alemán. En las próximas semanas, la Unión Democristiana (CDU) y su partido hermano bávaro, Unión Socialcristiana (CSU), negociarán con el Partido Socialdemócrata (SPD) el detalle del “contrato de coalición” que debe permitir, a mediados de abril, investir canciller federal al conservador Friedrich Merz.
El futuro canciller y los socialdemócratas alcanzan un preacuerdo de coalición que incluye inversiones masivas en defensa e infraestructuras
Alemania endurecerá su política migratoria para “reducir eficazmente” el número de extranjeros sin papeles, según han pactado este sábado democristianos y socialdemócratas en Berlín. El preacuerdo, que también incluye inversiones masivas en defensa e infraestructuras, cierra con éxito las llamadas “conversaciones exploratorias” entre las integrantes del futuro Gobierno alemán. En las próximas semanas, la Unión Democristiana (CDU) y su partido hermano bávaro, Unión Socialcristiana (CSU), negociarán con el Partido Socialdemócrata (SPD) el detalle del “contrato de coalición” que debe permitir, a mediados de abril, investir canciller federal al conservador Friedrich Merz.
La velocidad con la que la CDU/CSU de Merz y el SPD han llegado al preacuerdo, menos de dos semanas después de las elecciones del 23 de febrero, refleja la sensación de urgencia en un contexto de cambios tectónicos en la relación transatlántica y crisis económica en Alemania. Tras la victoria electoral, Merz avisó que “es medianoche menos cinco minutos en Europa” para indicar que no había tiempo que perder. El viraje de EE UU en contra de la UE y Ucrania, y en favor de Rusia, llevaron esta semana a democristianos y socialdemócratas a proponer el levantamiento de las restricciones al gasto militar. Y a impulsar un fondo especial de 500.000 millones de euros para modernizar las deficientes infraestructuras del país.
“Pondremos orden en la migración y la controlaremos, y haremos retroceder de manera eficaz la migración irregular”, se lee en el documento de 11 páginas en el que democristianos y socialdemócratas resumen el resultado de las “conversaciones exploratorias”. “Desde el primer día de nuestro Gobierno conjunto reforzaremos masivamente los controles en las fronteras”, ha dicho Merz al presentar el preacuerdo, que contempla el método de las llamadas devoluciones en calientepara rechazar la llegada de demandantes de asilos. Cuando el líder democristiano lo propuso en plena campaña, encendió la polémica al recibir el apoyo de la pujante extrema derecha. El SPD ha logrado que el documento precise que las devoluciones en las fronteras se realicen “de acuerdo con [los] vecinos europeos”.
En el capítulo económico, y además de la reforma del límite constitucional al endeudamiento, democristianos y socialdemócratas quieren rebajar los impuestos energéticos, entre otras medidas, para ayudar a la maltrecha industria. Y los partidos condicionarán el acceso a la renta ciudadana, que pasará a llamarse “seguro básico”, a la búsqueda de un empleo. Esto es una victoria para la CDU/CDU. El SPD, por su parte, arranca la promesa de subir en 2026 el salario mínimo de 12 a 15 euros por hora. El objetivo de Merz es que, tras dos años de recesión, la primera economía europea crezca entre un 1 y un 2%.
El preacuerdo presentado el sábado equilibra, en favor de la CDU/CSU, el anuncio el pasado martes del fondo especial para las infraestructuras. Este fondo, y en parte la flexibilización del límite constitucional al endeudamiento para el gasto militar, llevaban el sello del SPD, y desencadenaron airadas críticas en sectores conservadores y liberales por alejarse del dogma de la austeridad imperante en las últimas décadas. Ambas medidas deben adoptarse en el Bundestag saliente, previsiblemente el 18 de marzo, pues en el viejo hemiciclo es más fácil que en el nuevo alcanzar la mayoría necesaria para estas reformas. El nuevo Bundestag se constituirá el 24. Merz quiere que por Semana Santa las negociaciones hayan terminado y Alemania tenga Gobierno y canciller.
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