<p>Las películas de <strong>Pedro Almodóvar</strong> son fuente del patrimonio cultural de nuestro país. El manchego proyecta su particular universo a través de sus personajes y guiones cargados de emoción, así como en los decorados, que destilan color y simbología. Bajo su batuta, las casas se convierten en universos en los que las piezas de mobiliario tienen voz propia y son cómplices del argumento narrativo.</p>
La bajada de temperaturas invita a pasar más tiempo en casa y los muebles del director para Roche Bobois ayudan a conseguirlo.
Las películas de Pedro Almodóvar son fuente del patrimonio cultural de nuestro país. El manchego proyecta su particular universo a través de sus personajes y guiones cargados de emoción, así como en los decorados, que destilan color y simbología. Bajo su batuta, las casas se convierten en universos en los que las piezas de mobiliario tienen voz propia y son cómplices del argumento narrativo.
El director acaba de terminar el rodaje de su 24º película, titulada Amarga Navidad, que se suma a otros títulos filmados por él como Mujeres al borde de un ataque de nervios, Todo sobre mi madre o Volver. En sus filmes, las casas que aparecen funcionan como lienzos sobre el que pinta sus obsesiones y su particular forma de entender el mundo. Los muebles curvos que juegan con la geometría, las tapicerías setenteras o los neones que utiliza constituyen todo un viaje estético y emocional a su universo.
Por eso este año el cineasta se ha lanzado a plasmar su estética en una colección propia junto a la marca de decoración francesa Roche Bobois. El resultado se llama Cromática y es una línea de mobiliario y complementos que parecen recién salidos de los créditos de sus largometrajes. En los diseños no faltan las explosiones de rojo -el color más presente en la filmografía del cineasta-, ni los amarillos, azules y verdes, y también se plasma su pasión por el pop art de los 60, las líneas depuradas y los bordes definidos. La serie incluye cojines bordados, aparadores de silueta vintage, alfombras que reproducen el patrón del visor de una cámara con espíritu pop, así como el sofá icónico de la firma, Bubble, que adopta en esta colección cuatro nuevos colores inspirados en el mundo cromático de Almodóvar.
Aunque uno de las piezas más especiales es Lounge, un sofá modular bautizado como El Deseo, el nombre de su productora. Se trata de un diseño de Hans Hopfer que se ha revestido con imágenes de carteles emblemáticos de sus películas y del que solo hay 50 ejemplares numerados y firmados por el cineasta.
Roche Bobois ha querido traducir en Cromática la visión de una mirada muy peculiar, dando vida a las piezas de un decorado en el que parecen resonar las voces de actrices como Penélope Cruz, Carmen Maura o Verónica Forqué. Una expansión del particular universo del manchego más universal para vestir la casa.
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