<p>A las 9.44 del domingo la cuenta oficial de <strong>Pedro Sánchez</strong> en X <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/06/22/6857b62021efa008218b4575.html»>difundía un mensaje</a> a sus más de dos millones de seguidores. «Siempre igual: estrategia de deslegitimar los resultados electorales y, por ende, al Gobierno de España. Sólo les vale la democracia si son ellos los que gobiernan». El presidente respondía así a <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/06/21/6856c718fc6c8302298b4594.html»>la entrevista</a> que <strong>José María Aznar</strong> había concedido a <strong>EL MUNDO</strong> -antes incluso de referirse <a href=»https://www.elmundo.es/internacional/2025/06/22/68574b41e9cf4a4f598b4580.html»>al bombardeo de EEUU en Irán</a> que se había producido esa madrugada-, en la que el ex dirigente del <a href=»https://www.elmundo.es/e/pp/pp-partido-popular.html»>PP</a> se preguntaba: «Si uno es capaz de adulterar unas elecciones internas en su partido, ¿por qué no va a alterar unas generales?».</p>
Moncloa justifica las críticas de Sánchez a Aznar y Feijóo en X por el «cansancio»
A las 9.44 del domingo la cuenta oficial de Pedro Sánchez en X difundía un mensaje a sus más de dos millones de seguidores. «Siempre igual: estrategia de deslegitimar los resultados electorales y, por ende, al Gobierno de España. Sólo les vale la democracia si son ellos los que gobiernan». El presidente respondía así a la entrevista que José María Aznar había concedido a EL MUNDO -antes incluso de referirse al bombardeo de EEUU en Irán que se había producido esa madrugada-, en la que el ex dirigente del PP se preguntaba: «Si uno es capaz de adulterar unas elecciones internas en su partido, ¿por qué no va a alterar unas generales?».
No es habitual que Sánchez haga este tipo de comentarios políticos a través de su perfil institucional. Son los ministros que además tienen cargos orgánicos en el PSOE los que generalmente ejercen tal labor crítica de oposición en las redes sociales. Pero ese mismo domingo el presidente escribió otro mensaje aún más inusual. «Toma, Alberto. Que alguien te la traduzca. A ver si eso aclara tus dudas», le espetó a Núñez Feijóo, también en X, adjuntándole la carta en inglés del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, con el acuerdo para que España no tenga que llegar al 5% del PIB en gasto militar después de que el líder popular lo hubiera acusado de «seguir mintiendo».
En el Gobierno explican que esos mensajes atípicos no responden a un endurecimiento en la estrategia comunicativa, pero sí señalan que están «cansados» de que «el PP viva en realidades paralelas». «La carta dice lo que dice», zanjan sobre el hecho de que Rutte matizara que España tendrá que gastar el 3,5% en Defensa y no el 2,1% que anunció Sánchez en una comparecencia sin preguntas ese mismo domingo. Y, sobre la entrevista de Aznar, advierten que «las mentiras se instauran y ponen en jaque la democracia».
En medio del aumento de la crispación en las redes, la agenda internacional del presidente ha dejado en pausa las sus explicaciones sobre la presunta trama de corrupción que afecta ya a dos de sus secretarios de Organización del PSOE, José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y al colaborador de ambos, Koldo García. Aunque en privado en el partido sigue sin ocultarse la inquietud al alcance de las nuevas revelaciones que puedan ir saliendo, el Ejecutivo sigue trasladando en público que «la legislatura va a continuar hasta 2027».
«En democracia los limites los marcan los votos de los ciudadanos. Nuestro compromiso es seguir trabajando y dedicarnos a lo verdaderamente importante, que es mejorar calidad de vida», respondió este martes la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, a la pregunta de cuál sería el límite en el que Sánchez se plantearía dimitir. «A partir de ahí, evidentemente, si algún partido entiende que esta legislatura tendría que acabarse, sabe perfectamente que existe una herramienta democrática que se llama moción de censura», agregó volviendo a retar al PP a que lo haga.
Mientras el presidente mantiene su determinación de resistir, un total de 38 ex ministros y ex altos cargos del PSOE le han pedido por carta a Sánchez su «inmediata renuncia» como secretario general del partido para «restituir su honor» ante «el grave deterioro que están causando los continuos escándalos que afectan a la actual dirección». En la misiva le trasladan que están «convencidos» de que la regeneración que se necesita «no puede ser liderada por quien ha sido responsable directo del actual proceso de degradación institucional.
A la vuelta de sus compromisos internacionales, el presidente tendrá que enfrentarse primero al Comité Federal del PSOE -el 5 de julio- y cuatro días después en el Congreso, pero no como había previsto: la Junta de Portavoces ha doblado el brazo al Ejecutivo y forzará a Sánchez a comparecer en un pleno monográfico para rendir cuentas sobre este caso, pero también sobre los que afectan a su hermano, a su esposa y al fiscal general del Estado. Por la tarde de ese 9 de julio habrá un segundo pleno dedicado a las conclusiones de la Cumbre de la OTAN, al Consejo Europeo y a la Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo, informa Marisa Cruz.
El Gobierno pretendía que todos estos asuntos formaran parte de una única comparecencia del presidente, pero las formaciones parlamentarias, ya muy disgustadas por el hecho de que Sánchez no hubiera querido comparecer de manera urgente la semana pasada para dar explicaciones tras conocerse el informe de la UCO sobre la presunta corrupción en el PSOE, han desbaratado la intención de La Moncloa. De hecho, el Gobierno conocedor del malestar de la mayoría del Congreso, registró en el último minuto una petición de pleno monográfico que se ha sumado a la que desde la semana pasada habían registrado los populares.
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