<p>Después de que la <a href=»https://www.elmundo.es/e/uc/uco.html»>Unidad Central Operativa</a> (UCO) de la <a href=»https://www.elmundo.es/e/gu/guardia-civil.html»>Guardia Civil</a> haya acreditado que el fiscal general del Estado, <a href=»https://www.elmundo.es/espana/alvaro-garcia-ortiz.html»>Álvaro García Ortiz</a>, decidió <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/01/03/6777dd5c21efa0ef608b45c4.html»>cambiar de móvil</a> en plena investigación judicial por la filtración de datos confidenciales del novio de <a href=»https://www.elmundo.es/e/is/isabel-diaz-ayuso.html»>Isabel Díaz Ayuso</a>, el instructor del <a href=»https://www.elmundo.es/e/tr/tribunal-supremo.html»>Tribunal Supremo</a>, <strong>Ángel Hurtado</strong>, da un nuevo impulso a la investigación.</p>
El magistrado pregunta a la UCO si existe posibilidad de recuperar los mensajes de Whatsapp emitidos por el fiscal general del Estado entre el 8 y 14 de marzo
Después de que la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil haya acreditado que el fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, decidió cambiar de móvil en plena investigación judicial por la filtración de datos confidenciales del novio de Isabel Díaz Ayuso, el instructor del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, da un nuevo impulso a la investigación.
En un auto, conocido por EL MUNDO, Hurtado se dirige a las operadoras Movistar y Vodafone para que aporten «los datos del tráfico de llamadas emitidas y recibidas, así como los titulares de las líneas que los reciben y emiten» en referencia a los dos números de teléfonos vinculados al fiscal general del Estado.
Asimismo, el magistrado pide información de los paquetes de datos emitidos y recibidos, así como la identificación del receptor y el emisor de los mismos números de teléfono. Con esta solicitud de información se pretende acceder al registro de llamadas que García Ortiz haya podido realizar desde las aplicaciones de mensajería instantánea.
Cuando se llevó a cabo el registro del despacho de García Ortiz por parte de los agentes del Instituto Armado el pasado mes de octubre, la UCO se incautó de un único terminal telefónico del fiscal general (un Samsung Galaxy A54) que contenía dos tarjetas. Una estaba a nombre de Álvaro García Ortiz y otra, a nombre de la Dirección General de Racionalización y Centralización de la Contratación, dependiente de Hacienda.
Ahora, el magistrado Ángel Hurtado pide información a las operadoras telefónicas del tráfico de llamadas de ambas tarjetas.
Por otro lado, en la resolución, el juez pregunta a la UCO si existe posibilidad de recuperar los mensajes de Whatsapp emitidos por García Ortiz entre el 8 y 14 de marzo (ambos incluidos); días en los que se filtró el expediente tributario del empresario Alberto González Amador, la denuncia de la Fiscalía Provincial de Madrid y los correos electrónicos intercambiados entre la defensa del novio del Ayuso y el fiscal que lo investigaba por fraude fiscal.
En concreto, en el auto notificado este martes el instructor del TS requiere a la UCO «para que informe sobre la posibilidad de recuperar el contenido vinculado a las aplicaciones de mensajería instantáneas que pudieran haber existido asociadas a los números de abonados referenciados anteriormente», es decir, de las dos líneas de móviles utilizadas por el fiscal general.
La semana pasada la UCO emitió un oficio donde explicó «se habría producido un cambio de terminal telefónico» de García Ortiz el pasado 23 de octubre. Esto es una semana después de que se le abriera la causa al fiscal general y una semana antes de que se registrara su despacho.
Pese a que el máximo representante del Ministerio Público se deshizo de su móvil y las copias de seguridad de sus números de teléfono en plena investigación judicial, la instrucción ha puesto de relieve el papel determinante que jugó García Ortiz a la hora de airear datos confidenciales de la pareja de Díaz Ayuso. Los mensajes de Whatsapp intercambiados con la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez, (también imputada en el Supremo) y la orden dada a la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra (para evitar que le «ganaran el relato«), así lo certifican.
También el papel clave jugado por la persona de su máxima confianza en la Fiscalía General del Estado, el teniente fiscal de la Secretaria Técnica, Diego Villafañe, quien personalmente se interesó por el expediente del novio de la presidenta madrileña para que fuese remitido a Fortuny.
Fuentes próximas al fiscal general justificaron el cambio de terminal y el borrado los mensajes de García Ortiz como medida de seguridad frente a posibles pérdidas o robos del terminal, así como en cumplimiento de una instrucción de 2019 sobre protección de datos. Sin embargo, múltiples fuentes del Ministerio Público negaron la existencia de tal protocolo de seguridad y subrayaron que la otra investigada, la fiscal jefe de Madrid, no había eliminado los mensajes intercambiados durante aquellos días con su superior jerárquico.
En la actualidad, el fiscal general del Estado se encuentra imputado por un delito de revelación de secretos por haber presuntamente filtrado a medios afines al Gobierno la información tributaria de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid. La noticia del fraude fiscal atribuido a González Amador se conoció el pasado 12 de marzo, cuando el Ejecutivo se enfrentaba a su vez un aluvión de titulares diarios sobre el caso Koldo o el caso Begoña Gómez.
Por otro lado, la causa abierta al fiscal general afronta una nueva fase. Entre este miércoles y jueves testificarán en el Supremo Miguel Ángel Rodríguez, jefe de Gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, y ocho periodistas de diferentes medios de comunicación (EL MUNDO, La Sexta, eldiario.es, Cadena Ser, El Plural, Vozpópuli y Libertad Digital) que manejaron información relevante sobre el novio de Ayuso.
La semana siguiente han sido llamados a declarar como testigos la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y el fiscal de delitos Económicos Julián Salto, encargado en un primer momento de investigar los delitos contra la Hacienda Pública del novio de Ayuso.
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