<p class=»ue-c-article__paragraph»>El padre del menor <strong>D.G.P.</strong> de 14 años, natural de Don Benito, presentó una denuncia ante la <a href=»https://www.elmundo.es/e/gu/guardia-civil.html»>Guardia Civil</a> el pasado 8 de marzo a las 10.27 horas -un día antes del crimen de la educadora- donde acusaba al otro menor varón, de 15 años, y a la madre de éste, por incitarle a consumir drogas y a delinquir para obtener dinero para el consumo de estupefacientes.</p>
Además alertó de dicha denuncia a la empresa que prestaba el servicio de los pisos tutelados el mismo día del suceso
El padre del menor D.G.P. de 14 años, natural de Don Benito, presentó una denuncia ante la Guardia Civil el pasado 8 de marzo a las 10.27 horas -un día antes del crimen de la educadora- donde acusaba al otro menor varón, de 15 años, y a la madre de éste, por incitarle a consumir drogas y a delinquir para obtener dinero para el consumo de estupefacientes.
Así consta en la denuncia a la que ha tenido acceso EL MUNDO, y que también fue enviada, en modo de alerta, al correo electrónico de la empresa que gestiona el servicio de los pisos tutelados de la Junta de Extremadura. Lo hizo un día después de presentar la denuncia, el domingo, a las 15.38 horas, la misma jornada, ya por la noche, en la que supuestamente ambos menores -en presencia de otra chica de 17 años- golpearon con extrema violencia y ahorcaron a Belén para, tras su muerte, robarla sus enseres, entre ellos el móvil, y emprender la huida en el coche de la propia cuidadora.
En concreto, en la denuncia se recoge con detalle como en la última huida del piso tutelado donde convivían en Badajoz, ocurrida el 1 de marzo, y tras pasar por la fiesta de Carnaval en Mérida, terminaron refugiándose en la casa de la madre del menor de 15 años, en Villafranca de los Barros (Badajoz), donde fueron localizados por la Guardia Civil seis días después. En esta localidad, ambos menores robaron en un bar con la intención de recaudar dinero para la compra de droga. En la denuncia se aporta un informe médico donde el menor de 14 años da positivo por consumo de heroína, cocaína, hachís y marihuana.
Según dicha denuncia, una vez refugiados y conviviendo con la madre del menor de 15 años, consumieron droga los tres a la vez, incluida la propia progenitora, incitándole a su hijo también no sólo al consumo sino también a que fueron a un bar cercano a apropiarse de dinero para comprar más cantidad. Así, el padre del chico de Don Benito -que tiene la custodia del menor- señala que fue el otro menor el primero que fue a comprar la droga («tardando unos minutos») cuando se instalaron en Villafranca, pero que después del consumo de las primeras cantidades, animaron a su hijo a volver a salir y comprar más. Y como no tenían más dinero, y aunque el menor de 14 años se negaba a ello, fue inducido por el otro menor y por su madre a que lo hiciera. Dicho menor declaró posteriormente ante la Guardia Civil cuando fueron encontrados (y denunciados por robo en el bar de Villafranca) que él nunca había consumido drogas hasta ese momento en el que fue incitado a ello. Fue en ese momento cuando declaró que se encontraba completamente condicionado por el joven de 15 años que convivía con él en el piso tutelado porque le decía siempre lo que debía de hacer.
Este menor de Don Benito, como publicó EL MUNDO, había entrado en el piso tutelado como medida cautelar y para «convivencia en un grupo educativo» por agredir a su padre y romperle la nariz. Tenía problemas de convivencia con su padre, que tenía su custodia. Una vez encontrados por la Guardia Civil en Villafranca tras su huida del piso de menores tutelado y perpetrar el robo del bar, el padre se llevó a su hijo a un hospital tras comprobar el estado de éste y con la intención de comprobar si había consumido droga, con resultado positivo.
El abogado Fernando Cumbres estuvo presente en la toma de declaración del menor de 14 años ante la Guardia Civil cuando fue detenido por el robo en el bar de Villafranca y también del encuentro que tuvo tras huir del piso con Belén, la educadora que luego moriría asesinada: «Vi afinidad entre el menor y la educadora, el niño se abrió a ella tras lo que acaba de ocurrir en Villafranca y no noté, si no al contrario, ningún atisbo de hostilidad y mal rollo del niño hacia ella, todo lo contrario», describe este abogado.
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