<p class=»ue-c-article__paragraph»>«En lo personal está fuerte y tiene ganas de luchar». Este es el diagnóstico que realiza un importante dirigente del PP valenciano, uno de los más próximos a <a href=»https://www.elmundo.es/espana/carlos-mazon.html»>Carlos Mazón</a>, sobre el estado de ánimo del presidente de la Generalitat. Mazón dio un giro la semana pasada a su relato político para apuntalar su <a href=»https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2025/02/25/67bdcd2ce9cf4a4a268b4590.html»>defensa judicial</a>, admitiendo que no llegó a la reunión de la emergencia el día de la dana hasta las 20.28 horas. Es decir, que <a href=»https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2025/02/26/67bed240fc6c83956e8b45ac.html»>no estaba en el CECOPI</a> cuando se decidió enviar la alerta tardía que la <a href=»https://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2025/02/27/67c074de21efa0f8308b4587.html»>juez de Catarroja</a> considera la principal causa del «abrumador» número de muertes.</p>
El partido rechaza forzar cambios antes de Navidad y avisa: «Sería un suicidio que el candidato se decidiera en Madrid»
«En lo personal está fuerte y tiene ganas de luchar». Este es el diagnóstico que realiza un importante dirigente del PP valenciano, uno de los más próximos a Carlos Mazón, sobre el estado de ánimo del presidente de la Generalitat. Mazón dio un giro la semana pasada a su relato político para apuntalar su defensa judicial, admitiendo que no llegó a la reunión de la emergencia el día de la dana hasta las 20.28 horas. Es decir, que no estaba en el CECOPI cuando se decidió enviar la alerta tardía que la juez de Catarroja considera la principal causa del «abrumador» número de muertes.
«Sabíamos que esa confesión tendría consecuencias para su relato político», señalan fuentes del PP en la Comunidad Valenciana, conscientes de que la estrategia de Mazón para levantar un cortafuegos frente a la investigación judicial devuelve toda la presión al plano político. El debate sobre si el presidente valenciano debe dar un paso al lado -ya sea mediante su dimisión o forzado por Génova- se ha reabierto con fuerza. De ahí que la cúpula del PP valenciano haya transmitido a Alberto Núñez Feijóo que «ahora hay que resistir».
Mazón, según subrayan en su entorno, «es el primero que sabe que el proyecto está por encima de las personas». Sin embargo, el partido defiende que no es momento ahora de precipitarse en la toma de decisiones, y así se ha trasladado a Feijóo. «En Génova tienen claro que hay que aguantar», asume un interlocutor con la dirección nacional, que pronostica: «Este año aguantamos seguro».
En el PP valenciano se cree realmente que una imputación judicial de Mazón ha dejado de ser una hipótesis probable tras su última versión sobre su tardía llegada al CECOPI. Aun así, se argumenta que no puede forzarse ningún cambio antes de Navidad, lo que pasaría por no dejar caer a Mazón en ningún caso este año. Lo contrario -es decir, un adelanto electoral- sería un «suicidio político», y así se ha hecho ver en Madrid.
En primer lugar, porque el PP está en manos de Vox. Los populares no tienen mayoría absoluta en las Cortes Valencianas, con lo que si el PP quisiera forzar la renuncia de Mazón para sustituirlo rápidamente por un candidato alternativo, este último debería contar con el aval de Vox.
Si no lo tuviese, habría que ir a elecciones, un elemento que no estaba sobre la mesa cuando dimitió Francisco Camps, pues en aquel entonces el PP contaba con mayoría absoluta en el parlamento autonómico. Al mismo tiempo, si PSOE y Compromís pactan seguir adelante con una moción de censura, necesitarían también a Vox para que prosperase.
En el PP entienden que el escenario del adelanto electoral es demasiado arriesgado con una izquierda movilizada en la calle y sin que el Gobierno de Mazón pueda exhibir todavía los logros de la reconstrucción. Se necesita tiempo, insisten las fuentes consultadas, que apelan a las propias encuestas internas: «Los datos demoscópicos no son una catástrofe, pero apuntan a un empate técnico entre bloques». «No cambia el votante ni hay un trasvase de votos de la derecha a la izquierda», explican, si bien se reconoce que, con un PP debilitado, Vox se dispara (al igual que Compromís). Dicho con otras palabras, no hay garantías ahora de que el PP pueda mantener la Generalitat y, además, podría agrandarse su dependencia de Vox, con el que se negocian las cuentas autonómicas de 2025.
Ahora bien, en el PP valenciano no se oculta que «es difícil que Mazón pueda ser candidato en las próximas elecciones». Lo dicen hasta sus más allegados, conscientes del daño para la marca PP por mucho que la Generalitat trate de señalar las responsabilidades del Gobierno de Pedro Sánchez. Eso sí, en el partido lanzan un mensaje: «Si mañana se diesen las circunstancias de que hay que cambiar el candidato, sería un suicidio que lo decidiera Madrid y no se eligiera en la Comunidad Valenciana».
España