<p class=»ue-c-article__paragraph»><strong>EL MUNDO</strong> ha tenido acceso a los argumentos que <a href=»https://www.elmundo.es/e/jo/jose-luis-rodriguez-zapatero.html»>José Luis Rodríguez Zapatero</a> ha expuesto a los líderes de <a href=»https://www.elmundo.es/e/ju/junts-per-catalunya.html»>Junts per Catalunya</a> en las últimas <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/07/02/6865811ee4d4d8fc638b457c.html»>reuniones</a> que han mantenido en <strong>Suiza</strong>, concretamente a las afueras de <strong>Zúrich</strong>, y a las que ha asistido casi siempre el ex presidente del Gobierno en representación del <a href=»https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-socialista-obrero-espanol.html»>PSOE</a>.</p>
«Carpeta a carpeta, partido a partido», fue la respuesta dada por el ex presidente catalán
EL MUNDO ha tenido acceso a los argumentos que José Luis Rodríguez Zapatero ha expuesto a los líderes de Junts per Catalunya en las últimas reuniones que han mantenido en Suiza, concretamente a las afueras de Zúrich, y a las que ha asistido casi siempre el ex presidente del Gobierno en representación del PSOE.
Quien fuera líder de los socialistas se ha centrado durante los últimos encuentros -a los que han asistido, además del ex presidente catalán Carles Puigdemont, sus lugartenientes Jordi Turull y Miriam Nogueras– en intentar aplacar a los independentistas tras la decisión del Alto Tribunal de no aplicar la amnistía por el delito de malversación, lo cual impide a Puigdemont regresar a España y le ha llevado a recurrir ante el TC.
Tras el reciente encarcelamiento del ex secretario de Organización socialista Santos Cerdán, Zapatero se ha convertido en el gran interlocutor con Junts. A las citas continúa acudiendo en compañía de Juanfran Serrano, antigua mano derecha del ex diputado en prisión, y no está previsto que sea sustituida la figura de Cerdán en estos encuentros por otro representante del partido.
«Yo quiero vivir en un país en el que no me gusten las decisiones del Tribunal Supremo. A mí no me gustó la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut y la respeté. Lo que tenéis que tener en cuenta es que el procés interpeló el sentimiento patriótico de muchos estamentos del Estado, judiciales, policiales, de los Servicios de Inteligencia, y todos ellos dieron su respuesta, de ahí las dificultades de la aplicación de la Ley de Amnistía por parte del Supremo», ha expuesto el ex presidente en las citas, tal y como aseguran a este periódico varias fuentes directamente relacionadas con las mismas.
«Para que esta exacerbación del sentimiento patriótico en determinados estamentos se normalice calculo que quedan todavía tres años, cuando se cumplirán 10 del 1-O [fecha en la que tuvo lugar la culminación del procés y la fuga de Carles Puigdemont]. El PSOE no ha podido hacer más, hemos aprobado la Ley de Amnistía, y hay que seguir apostando por el diálogo, que es la única solución», ha incidido Zapatero ante sus interlocutores catalanes.
El ex líder socialista ha pedido, asimismo, a los independentistas ayuda para la aprobación de la denominada ley Bolaños y les ha trasladado directamente el mensaje de que «tenemos que hablar de los Presupuestos», aludiendo a la necesidad del Ejecutivo de que Junts brinde el apoyo necesario para sacar adelante unas nuevas cuentas públicas.
La réplica ante esta petición es la de que sólo piensan, por el momento, abordar temas puntuales. «Carpeta a carpeta, partido a partido», le responden a Zapatero en referencia a la lista interminable de incumplimientos que atribuyen al Gobierno de Pedro Sánchez y a las exigencias como que Cataluña disponga de un Poder Judicial propio.
En este sentido, Puigdemont ya ha amenazado con «tomar una decisión que no será coyuntural, sino estructural» y ha avanzado que este otoño «pasarán cosas nunca vistas hasta ahora». «El infierno está lleno de buenas intenciones, pero nosotros queremos resultados», ha llegado a advertir públicamente Turull elevando la presión.
«Hay que ser optimistas», considera el ex presidente
Zapatero ha trasladado personalmente a los líderes independentistas que «esto es un Estado de Derecho» en el que decisiones como la del Supremo sobre Puigdemont se pueden dar, y añade que «hay que ser optimistas» porque, a su juicio, la situación, también a nivel judicial, se va a reconducir en un plazo de tiempo no muy lejano.
«Queda el final de esta legislatura y el principio de la que viene», ha calculado. «Lo que no se puede achacar al PSOE es que no ha hecho todo lo posible por que se aplique la amnistía y se solucione un problema que es exclusivamente político», les ha añadido, al tiempo que les anima a esperar a que el Constitucional resuelva el recurso del prófugo.
Desde la cúpula de Junts se recrimina al PSOE que la decisión del TS responde a que en España hay ciertos elementos que actúan por su cuenta y que el Ejecutivo no es capaz de controlar. Ante eso, Zapatero admite que «el Estado quizá no debería haber respondido al procés con el Código Penal porque la prisión de sus líderes fue muy negativa». «Siempre apuesto por una solución negociada de los conflictos que son esencialmente pacíficos», les ha expuesto.
«Queremos resultados», ha llegado a advertir Jordi Turull
Durante las últimas reuniones en el país helvético se ha abordado el ingreso en prisión de Cerdán, y Zapatero ha trasladado a los líderes secesionistas que está «afectado», dada la estrecha relación que han mantenido durante los últimos dos años y «espera que se pueda defender», ya que para él fue «una sorpresa» el informe de la UCO. Especialmente las grabaciones y su encarcelamiento, dado que le ha parecido siempre «un compañero austero y sin ningún signo extraño». A lo largo de los encuentros incluso se ha llegado a especular con la posibilidad, desde el bando independentista, tal y como apunta ya la defensa de Cerdán, de que haya podido ser víctima de algún montaje vulnerando la ley, y ponen como ejemplo las causas judiciales que les han afectado.
Para intentar destensar la relación con Junts, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, tomó la iniciativa de fotografiarse con Puigdemont en Bruselas después de que los independentistas hubieran afeado que hubiera recibido incluso a Jordi Pujol y a él le hubiera dejado al margen. Sin embargo, el frío encuentro entre ambos no ha supuesto ningún avance entre ambos partidos.
Desde las filas independentistas sostienen que no van a aprobar la ley Bolaños pese a la insistencia del ex presidente, al que Puigdemont profesa un gran respeto. Insisten en que la balanza fiscal se tiene que quedar a cero y reiteran la necesidad del reconocimiento del catalán en la UE. Consideran el Gobierno sigue sin condenar suficientemente en público el posicionamiento del Supremo con Puigdemont con la misma dureza que lo hace con decisiones judiciales como las que afectan a la mujer del presidente del Gobierno.
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