<p class=»ue-c-article__paragraph»>La protesta de ayer fue la tercera muestra del resurgir y rehabilitación de Podemos en apenas tres semanas: la primera fue la manifestación por la vivienda en Madrid [la acampada en Valencia resultó un fracaso]; la segunda, la operación orquestada de derribo de <strong>Errejón</strong>. Podemos adquirió su fisonomía germinal y salió a la calle contra <strong>Mazón</strong>. Fiel a su repertorio original, «politizar el dolor», y camuflaje embrionario -en torno a asociaciones, plataformas, grupos y colectivos separatistas y municipalistas- Podemos terminó de desperezarse y purgar su <i>sí es sí</i> tras dos años de declive y letargo.</p>
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La protesta de ayer fue la tercera muestra del resurgir y rehabilitación de Podemos en apenas tres semanas: la primera fue la manifestación por la vivienda en Madrid [la acampada en Valencia resultó un fracaso]; la segunda, la operación orquestada de derribo de Errejón. Podemos adquirió su fisonomía germinal y salió a la calle contra Mazón. Fiel a su repertorio original, «politizar el dolor», y camuflaje embrionario -en torno a asociaciones, plat
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