<p class=»ue-c-article__paragraph»>El cuidado de las personas dependientes ya es una actividad económica relevante que emplea a cerca de medio millón de trabajadores, la mayoría mujeres, que presenta unas perspectivas de crecimiento difíciles de igualar por otros sectores como consecuencia directa del envejecimiento de la población. De acuerdo con las proyecciones demográficas del<strong> INE,</strong> entre 2024 y 2030 el número de mayores de 65 años crecerá en cerca en casi 1.7 millones de personas, medio millón de los cuales se estima que serán mayores de 80 años.</p>
El cuidado de las personas dependientes ya es una actividad económica relevante que emplea a cerca de medio millón de trabajadores, la mayoría mu
El cuidado de las personas dependientes ya es una actividad económica relevante que emplea a cerca de medio millón de trabajadores, la mayoría mujeres, que presenta unas perspectivas de crecimiento difíciles de igualar por otros sectores como consecuencia directa del envejecimiento de la población. De acuerdo con las proyecciones demográficas del INE, entre 2024 y 2030 el número de mayores de 65 años crecerá en cerca en casi 1.7 millones de personas, medio millón de los cuales se estima que serán mayores de 80 años.
En ciertas partidas de gasto, como es el caso de las pensiones, la estructura de edad dentro de los mayores de 65 años no es un factor determinante en el gasto (aunque pueda influir por la existencia de pensiones de viudedad), pero esto no sucede con otras partidas como la sanidad y, en este caso, los cuidados a personas dependientes. Aunque son un colectivo relativamente poco estudiado, los datos del INE correspondientes a 2020 apuntan a que la probabilidad de que una persona tenga dependencia reconocida crece de forma abrupta a partir de los 80 años, llegando a un 15% entre la población que supera esa edad.
La gran pregunta está en cómo afectará el envejecimiento en el medio plazo al mercado laboral en forma de una mayor demanda de trabajadores dentro del sector de cuidados para personas dependientes. En un reciente informe presentado por el Ministerio de derechos sociales, «Estimación de necesidades de trabajadoras de cuidados de larga duración a 2030» se realizan varias estimaciones al respecto que ponen en contexto, bajo diferentes escenarios, el espectacular crecimiento que experimentará el sector en los próximos años.
A partir de las previsiones demográficas establecidas por el INE hasta 2030 y con los datos sobre dependencia que ofrece el mismo organismo, en el informe se estima que el número de personas con necesidades de cuidados de larga duración pasará de los actuales 2.2 millones a 2.45 millones en 2030 Si consideramos que en 2020 las personas con necesidades de cuidados de larga duración eran apenas 2.1, esto supone un crecimiento relativo del 18% en una década.
Sin embargo, el crecimiento del número de trabajadoras en este sector no solo procede del envejecimiento que experimentará la población, sino también del incremento en la tasa de cobertura de personas dependientes que acceden al Sistema para la Autonomía y Atención a la Dependencia (SISAAD), que se espera que aumente con fuerza en los próximos años. Dentro del escenario considerado por el informe, la cobertura del SISAAD se incrementaría en 18 puntos a lo largo del periodo 2020-2030, algo que no es disparatado considerando que entre 2020 y 2024 el sistema ya ha experimentado una expansión muy notable, con más de 200.000 nuevas personas dependientes incorporadas al sistema, cuya dotación presupuestaria también ha crecido significativamente.
En un escenario que el informe califica de «continuista», en el que el crecimiento de la cobertura del SISAAD hasta 2030 se asemejaría al experimentado entre 2020 y 2024, harían falta 260.000 nuevos trabajadores en el sector de cuidados de larga duración, lo que supone un crecimiento ligeramente por encima del 50% en apenas un lustro. Este fuerte crecimiento en un contexto de estancamiento de la fuerza laboral a medio plazo anticipa un crecimiento del sector aún más fuerte en términos relativos al total de la economía española.
Además, el crecimiento será heterogéneo entre diferentes sectores. El SISAAD ofrece prestaciones monetarias y en forma de servicios de cuidados a sus beneficiarios, y podemos dividir las prestaciones en especie en tres grandes categorías, cuidados en centros de día, atención domiciliaria y atención residencial. Mientras que el primer escenario del informe prevé que el número de trabajadores en centros de día permanezca casi sin cambios hasta 2030, con una subida marginal de 30 mil trabajadores, es la expansión de los trabajadores en atención domiciliaria y, en menor medida los trabajadores en atención residencial, los que verían incrementos relativos más fuertes.
Por último, merece la pena destacar que el informe considera varios escenarios adicionales a la hora de realizar la previsión del número de trabajadores que necesitará el sector de aquí a 2030. En un segundo escenario de «universalización», donde se considera que el sistema logrará atender al conjunto de personas dependientes en 2030, la necesidad de trabajadores se dispararía hasta llegar a los 414.000 trabajadores más, lo que supone casi doblar la cantidad actual de trabajadores en el sistema, lo que muestra el potencial de la demanda aún sin atender de cuidados de larga duración.
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