<p>Un gobierno como el que preside Pedro Sánchez no podría existir en ningún otro país de la Unión Europea, según el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien ha criticado este viernes que el español <strong>»no es un gobierno europeo»</strong>.</p>
El presidente del PP destaca que ningún ejecutivo europeo sobreviviría sin presupuesto, con una parte en contra de la OTAN y sin mayoría en el Parlamento, además de estar rodeado de corrupción
Un gobierno como el que preside Pedro Sánchez no podría existir en ningún otro país de la Unión Europea, según el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien ha criticado este viernes que el español «no es un gobierno europeo».
Feijóo ha señalado que el ejecutivo de coalición entre el PSOE y Sumar «no se admitiría» en ningún otro país de la Unión. Fuera de España, no sobreviviría, ha señalado este viernes en Córdoba, un gobierno que no tiene presupuesto, que está dividido y con una parte en contra de la OTAN y que, además, «no tiene mayoría en el Parlamento».
A todo esto suma, además, el presidente del PP los casos de corrupción que salpican al PSOE y al entorno más cercano al propio Sánchez. Es, ha dicho, un gobierno «rodeado» por la corrupción de una forma que no se admitiría en ningún otro estado miembro de la Unión Europea.
Feijóo ha descalificado al ejecutivo de Sánchez en el marco de una jornada organizada por su formación para celebrar, precisamente, el Día de Europa en el que ha estado acompañado de la portavoz en la cámara comunitaria y número dos del Partido Popular Europeo, Dolors Montserrat, además del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.
Las críticas de Feijóo se han extendido también al ámbito de la defensa, reprochando a Sánchez y su gobierno las «trampas» con las que está intentando «engañar» a sus socios y aliados en lo que se refiere al aumento del gasto.
En ese mismo contexto, el líder del primer partido de la oposición ha abogado por introducir cambios drásticos en la UR, en concreto por una reducción de la burocracia, por anteponer las soluciones a los problemas a los procedimiento y normas y evitar, así, «alimentar a los nacionalismos» y garantizar que la Unión perviva.
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