<p>Todo está inventado, se supone, pero no. El pádel está experimentando su propia revolución tecnológica y, como ya pasó en otros deportes, hay marcas que exploran los rincones del reglamento en busca de mejoras. Es el caso de Head. Las normas del pádel establecen que las palas no pueden ser completas, que deben tener como mínimo un agujero y de ese detalle nace la HEAD Extreme One. Mientras el resto suelen tener entre 60 y 70 agujeros, está solo tiene uno, por lo que es verdaderamente única. La teoría marca que, con un sólo agujero, la pala debería ser pesada, demasiado dura, pero no es así. En realidad la marca con ello busca más ligereza y resistencia y lo consigue. La HEAD Extreme One puede ser una muy buena opción para determinados jugadores.</p>
Todo está inventado, se supone, pero no. El pádel está experimentando su propia revolución tecnológica y, como ya pasó en otros deportes, hay marcas que exploran los rincones de
<p>Todo está inventado, se supone, pero no. El pádel está experimentando su propia revolución tecnológica y, como ya pasó en otros deportes, hay marcas que exploran los rincones del reglamento en busca de mejoras. Es el caso de Head. Las normas del pádel establecen que las palas no pueden ser completas, que deben tener como mínimo un agujero y de ese detalle nace la HEAD Extreme One. Mientras el resto suelen tener entre 60 y 70 agujeros, está solo tiene uno, por lo que es verdaderamente única. La teoría marca que, con un sólo agujero, la pala debería ser pesada, demasiado dura, pero no es así. En realidad la marca con ello busca más ligereza y resistencia y lo consigue. La HEAD Extreme One puede ser una muy buena opción para determinados jugadores.</p>
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