Decenas de intensos bombardeos lanzados desde cazas, drones y tanques han sembrado el pánico en Ciudad de Gaza en la madrugada de este martes y han dado inicio a la ofensiva terrestre en la capital de la Franja, pese a que —tras dos años de constantes desplazamientos forzosos y sin un lugar seguro al que huir— aún siguen allí 600.000 civiles. Un portavoz del ejército israelí, Effie Defrin, ha afirmado que tomar el control de Ciudad de Gaza “llevará varios meses; y varios meses más hasta que quede completamente destruida”.
Las tropas avanzan hacia el centro de la capital, como prometió Netanyahu, mientras el ministro de Defensa celebra: “Gaza arde”
Decenas de intensos bombardeos lanzados desde cazas, drones y tanques han sembrado el pánico en Ciudad de Gaza en la madrugada de este martes y han dado inicio a la ofensiva terrestre en la capital de la Franja, pese a que —tras dos años de constantes desplazamientos forzosos y sin un lugar seguro al que huir— aún siguen allí 600.000 civiles. Una fuente militar israelí ha anunciado formalmente el comienzo de la “principal fase” de la ofensiva terrestre, con la movilización de dos divisiones, en un “gran paso en el despliegue de fuerzas y operaciones terrestres”.
Los residentes hablan de ataques constantes y tanques en las calles, mientras las tropas —tras varias semanas confinadas principalmente en los alrededores— han comenzado a “moverse hacia el centro” de la ciudad, según la fuente militar. El primer ministro, Benjamín Netanyahu, la califica como una “poderosa operación” y su ministro de Defensa, Israel Katz, ha celebrado en un tuit que “Gaza arde”. Todo en el mismo día en el que una comisión independiente de investigación nombrada por Naciones Unidas ha acusado a Israel de cometer un genocidio en el minúsculo enclave palestino.

El ejército, ha señalado la fuente militar, ha movilizado dos divisiones a las que “se unirán otras más adelante”. Las tropas efectuarán un movimiento “combinado y gradual” en la ciudad, una de las escasas localidades de la franja de Gaza que no lucen desde el cielo completamente devastadas, como un paisaje lunar. Las Fuerzas Armadas mantienen a los palestinos confinados en apenas un 12% del enclave —un territorio que ya antes de la invasión era el más densamente poblado del mundo— y, tras entrar en la capital, han ido arrasando barrios con explosiones controladas, según se puede ver en las imágenes de satélite. Ha sido sobre todo en el este y en los alrededores. La pasada semana aseguraban controlar hasta el 40% del ámbito municipal, pero ahora la ofensiva avanza hacia el centro de Ciudad de Gaza.
Antes del anuncio de la ofensiva militar sobre la capital, hace un mes, y del inicio de las últimas órdenes de desplazamiento forzoso, había en torno a un millón de personas en Ciudad de Gaza. El ejército israelí calcula que el 40% ―es decir, unos 400.000 civiles― ha escapado.

Los bombardeos masivos de la madrugada, que llegaron a oírse en el centro de Israel debido a su potencia, han sido la habitual carga previa a un avance por tierra. Los vídeos difundidos en redes sociales permiten oír los gritos de la población ante la sucesión de ataques en medio de la oscuridad.
El recuento de las morgues de los hospitales cifra en 38 los muertos desde el alba. En las imágenes se puede ver a niños y adolescentes entre las víctimas. Son 85 fallecidos entre el mediodía del lunes y el de este martes, según las autoridades sanitarias. Cerca de 65.000 víctimas mortales, la inmensa mayoría civiles, en casi dos años de guerra. Cada día, la invasión causa decenas de muertos, algunos de ellos por inanición, por la estrategia del Gobierno de Netanyahu de usar el hambre como arma de guerra. El Ministerio de Sanidad del Ejecutivo de Hamás ha anunciado otras tres muertes en las últimas 24 horas, con un total de 428 muertos por hambre, entre ellos 146 menores.
Netanyahu ha aprovechado su declaración en uno de los casos judiciales por los que se encuentra imputado para anunciar el inicio de la operación. Poco antes, el portavoz del ejército en lengua árabe, Avichay Adraee, emitió un comunicado en el que señalaba que las tropas “han comenzado a desmantelar la infraestructura terrorista en Ciudad de Gaza”. “Es una zona peligrosa de combate. Quedaros en la ciudad os pone en peligro”, ha advertido a la población en un tuit.

La ofensiva terrestre ha comenzado apenas horas después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, despegase de Tel Aviv hacia Qatar tras reunirse con Netanyahu y comparecer en una rueda de prensa conjunta en la que manifestó un apoyo sin fisuras a su estrategia bélica.
Ya en Qatar, Rubio ha dicho que quedan “ya no meses sino días y quizás algunas semanas” para alcanzar un eventual alto el fuego. Y ha puesto toda la responsabilidad en Hamás. “Los israelíes han comenzado a operar allí […] Nuestra principal opción es que esto termine mediante un acuerdo negociado en el que Hamás diga: ‘Vamos a desmilitarizarnos, ya no representaremos una amenaza”, ha señalado.
Rubio reiteró lo que había asegurado poco antes, con Netanyahu a su lado: “Hamás debe dejar de existir”. Israel y EE UU coinciden en exigir al movimiento islamista, que hace meses que apenas lanza cohetes contra Israel y solo efectúa emboscadas contadas a los soldados dentro de Gaza, que entregue sus armas y se rinda; y admiten que, aunque suceda, seguirán con su plan de controlar militarmente Gaza, mantener allí tropas y promover la limpieza étnica de su población, en torno a dos millones de personas.

La prensa israelí ha dado cuenta de un enfrentamiento entre el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, y el Gobierno durante el encuentro que Netanyahu, varios de sus ministros y altos mandos militares mantuvieron en vísperas de la ofensiva iniciada este martes. “El primer ministro no nos ha dicho cuál es la siguiente etapa. No sabemos para qué prepararnos. Si quieren un Gobierno militar, que digan ‘Gobierno militar”, se quejó Zamir durante el encuentro, según estas informaciones periodísticas.
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