<p>La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (<strong>AIReF</strong>) calcula que la <strong>condonación de deuda autonómica</strong> que ha aprobado el Gobierno a petición de ERC a cambio de la investidura de Pedro Sánchez supondría un <strong>ahorro en intereses de 15.657 millones de euros </strong>de aquí a 2030 -siempre que todas las regiones se sumen a la quita-, pero ha precisado que ese ahorro no podrá traducirse en más <strong>gasto social </strong>sin que eso afecte al déficit, a diferencia de lo que ha defendido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. </p>
Dado que el gasto en intereses actualmente no computa en el déficit, reducirlo no permite tener más margen para gastar
La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que la condonación de deuda autonómica que ha aprobado el Gobierno a petición de ERC a cambio de la investidura de Pedro Sánchez supondría un ahorro en intereses de 15.657 millones de euros de aquí a 2030 -siempre que todas las regiones se sumen a la quita-, pero ha precisado que ese ahorro no podrá traducirse en más gasto social sin que eso afecte al déficit, a diferencia de lo que ha defendido la ministra de Hacienda, María Jesús Montero.
En primer lugar, el Gobierno había calculado un ahorro de unos 7.000 millones, la mitad que lo que estima la AIReF, ya que la institución que preside Cristina Herrero tiene en cuenta el coste potencial que tendría para las comunidades refinanciar su deuda actual los próximos años. En segundo lugar, pese a que el ahorro agregado sería mayor, la AIReF recuerda que las reglas fiscales en vigor -tanto la nacional como la europea- impiden que ese dinero se utilice como margen para gastar más en partidas como educación o sanidad, según ha prometido Montero.
La razón es que la regla de gasto no tiene en cuenta los intereses a la hora de determinar si una comunidad ha cumplido o no, ya que no se consideran un gasto discrecional -sobre el que puede decidir- una administración pública. Dado que no se computa a día de hoy, reducir ese gasto no se puede traducir en más colchón presupuestario, aseguraron este miércoles fuentes de la AIReF, que apuntan que en todo caso tendría que habilitarse algún otro mecanismo para flexibilizar los objetivos de déficit de las comunidades con el objetivo de permitirles incrementar su gasto en la parte equivalente al ahorro que han conseguido en intereses.
«La quita mejora la sostenibilidad financiera y refuerza la capacidad de acceso a los mercados, pero no genera margen para incrementar el gasto corriente, dado que los pagos por intereses quedan excluidos de la regla de gasto. Destinar el ahorro a gasto, en lugar de reducir su deuda (…) podría deteriorar la posición fiscal del conjunto de las Administraciones Públicas», alertan fuentes del supervisor fiscal, que ha publicado hoy su Observatorio de deuda.
En su análisis del impacto de la condonación de deuda, la Autoridad concluye que -se mida como se mida (ya sea por el impacto de la deuda condonada sobre el PIB, en términos per cápita por habitante ajustado o en relación a los ingresos, por ejemplo)- las comunidades más beneficiadas por la quita serán Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Extremadura. Mientras que las menos favorecidas serán las menos endeudadas, como la Comunidad de Madrid y Baleares.
En conjunto, si la AIReF estimaba antes que hasta el año 2041 el cojunto de las comunidades no alcanzaría el objetivo marcado por ley de que su deuda agregada no superara el 13% del PIB; con la quita cree que ese momento se adelantará doce años, hasta 2029. De hecho, la mayoría habrá cumplido para ese momento, pero habrá algunas que tardarán muchos años en cumplir.
«La mayoría de las comunidades autónomas lograrían situarse por debajo de ese umbral antes de 2029; Castilla-La Mancha adelantaría su cumplimiento a 2033 [frente al 2047 previsto inicialmente]; mientras que la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y Cataluña continuarían sin alcanzarlo dentro del horizonte de proyección», alertan.
Esto supone que estas tres autonomías, ni siquiera con la quita, serán capaces de contener su deuda al 13% del PIB en las próximas tres décadas, lo que en la práctica se traducirá en que tendrán dificultades para financiarse en los mercados. Dado que el objetivo último de esta condonación parece ser facilitar el acceso a la financiación en los mercados para las autonomías, para estas tres no se alcanzaría.
En cuanto a los criterios que ha fijado el Gobierno para calcular cuánta deuda condona a cada comunidad. Fuentes de la AIReF señalan que ven «razonable» utilizar el criterio de la población, ya que cuanto más sube el gasto en proveer servicios públicos, más sube la deuda; pero no entienden que luego ese determinante «se tope» impidiendo compensar el déficit de financiación por habitante ajustado, lo que a su vez perjudica a la Comunidad Valenciana o la Región de Murcia, por ejemplo.
El tercer criterio que utiliza el Ejecutivo es si han subido o no el IRPF, algo que consideran «totalmente discrecional», es decir, falto de argumentación empírica y más propio de una decisión política, y creen que en su lugar deberían haber utilizado el «gasto neto de medidas de ingresos», ya que una comunidad puede cumplir bien subiendo el IRPF para ingresar más o bien bajándolo y ajustando el nivel de gasto.
Dado que la quita es voluntaria y sólo se llevará a cabo a petición de las comunidades que lo soliciten, no se puede asegurar que ese cálculo estimado en intereses vaya a producirse.
En cualquier caso, fuentes de la AIReF admiten que «no encuentran argumentos» que pudiera utilizar una comunidad con mucho nivel de deuda, como la Valenciana, para no aceptar la quita, algo que sí podría ser más comprensible en las que están más saneadas como la Comunidad de Madrid.
Sí comparten con algunas autonomías, como Andalucía, que la medida debería enmarcarse o ir acompañada de una reforma del sistema de financiación autónomica para paliar el problema de infrafinanciación que tienen algunas regiones.
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