<p class=»ue-c-article__paragraph»>Las <strong>pymes</strong> son el corazón del tejido empresarial en <strong>España</strong>. Representan más del <strong>99% de las empresas </strong>y generan una parte significativa del empleo, pero tienen que enfrentarse a retos enormes en un contexto de continuas disrupciones tecnológicas, transformación digital, adaptación a nuevas exigencias medioambientales y la presión de mantener su competitividad en un mercado con incertidumbres y cada vez más globalizado. </p>
El Mundo y Expansión, en colaboración con BBVA, analizan los principales desafíos de las pymes españolas»
Las pymes son el corazón del tejido empresarial en España. Representan más del 99% de las empresas y generan una parte significativa del empleo, pero tienen que enfrentarse a retos enormes en un contexto de continuas disrupciones tecnológicas, transformación digital, adaptación a nuevas exigencias medioambientales y la presión de mantener su competitividad en un mercado con incertidumbres y cada vez más globalizado.
Para aportar un poco de claridad en este entorno a veces abrumadoramente complejo, EL MUNDO, en colaboración con BBVA, ha orientado uno de sus «Diálogos que construyen el futuro» hacia el título: «Presente y futuro de las pymes españolas«. Moderado por Marcos Iriarte, redactor jefe de economía de EL MUNDO, participaron Andrés Pereda Martínez, director de Desarrollo Corporativo de la Cámara de Comercio de España, y José Luis Serrano, director de Pymes de BBVA en España.
Pereda abrió el fuego con un diagnóstico amplio a partir de las «múltiples encuestas» que la Cámara de Comercio realiza para recabar «el sentir de las empresas, en este caso las pymes». En general, constatan que «a ellas les impactan mucho los costes laborales, de acceso a recursos y de inflación, además de los energéticos, entre otros. También comentan los problemas en el acceso al talento». Sus cuitas se matizan según sectores. «Los relacionados con la tecnología, la energía, la industria o la construcción son más intensivos en capital, por lo que el retorno de la inversión está sujeto a más incertidumbres», mientras que otros, como «el turístico, el inmobiliario o el pequeño comercio, muy extendido en nuestro país, están más afectados por una competencia muy intensa en mercados que complejos, y están sufriendo a pesar de estar en un ciclo económico expansivo en general».
Aunque «no hay dos proyectos empresariales», Serrano ha detectado en su continua interacción que las principales preocupaciones de las pymes se bifurcan en dos grandes aspectos. El primer es la financiación, donde los bancos se han ganado «una gran credibilidad» porque, «prácticamente, somos la única fuente de financiación». En este papel, el BBVA, explica, va a más: «En lo que va de 2024, la nueva financiación que hemos destinado a este colectivo ha crecido un 17% respecto al año anterior». Pero no se trata solo de volumen. «También nos anticipamos. Hemos puesto a disposición de 320.000 autónomos y pymes límites preaprobados por importe de 27.500 millones de euros para apoyar sus nuevos proyectos de inversión».
La otra gran preocupación de las pymes, continúa Serrano, es «el acompañamiento en momentos claves. Como en la vida personal, las pymes nacen, crecen y quieren expandirse». El BBVA aporta equipo de asesores especializados, sobre todo «en asuntos claves, como la digitalización y la internacionalización», pero también ofrece algo más radical: «Somos el primer banco en España en ofrecer un servicio integral sin coste adicional para la constitución de empresas. Además, ofrecemos soluciones específicas, como la Cuenta Empresas Bienvenida, sin comisiones y con bonificaciones por la domiciliación de impuestos y seguros sociales».
Llegados a este punto, Pereda quiso hacer una matización interesante: «Se dice a menudo que España es un país de pymes. En realidad todos los países lo son. Lo que nos diferencia es el tamaño medio de nuestras empresas… que es una de las debilidades seculares de la economía española porque tiene efectos agregados en lo demás. Por supuesto que hay correlación entre el tamaño medio de la empresa y la innovación, y por supuesto que eso tiene efectos en los márgenes empresariales y, al final, en la sociedad».
En una pescadilla que se muerde la cola, «las empresas más pequeñas tienen muchas más dificultades para financiarse y, por lo tanto, para innovar, digitalizarse, internacionalizarse». Necesitan crecer. Y ahí la clave, según Pereda, está en el conocimiento: «Tienes un buen modelo de negocio, tienes claras pruebas de actividad en el que sería tu mercado y tienes que financiar todo el activo, pero… ¿Cómo hacerlo? En empresas sin un director financiero no es algo tan evidente». Entre las soluciones que aporta la Cámara, Pereda señala una guía que está elaborando la Comisión de Financiación y se va a publicar «en las próximas fechas», con «la idea de distribuirla entre todas las cámaras de comercio territoriales».
En ese sentido, Serrano aconseja a las pymes centrarse en «los cuatro aspectos diferenciadores que determinan su franja de crecimiento: adaptabilidad, digitalización e innovación, apuesta por talento y expansión internacional». Reconoce que este último punto puede «sonar lejísimos para una empresa muy pequeña, pero probablemente sea una perspectiva a la que tenga que llegar si no quiere desaparecer». Las entidades financieras tienden una mano en estos puntos cardinales. Respecto a la innovación, Serrano puso el ejemplo en el mundo de los pagos: «Bizum empezó como una herramienta solo para particulares, pero ha pasado a tener un valor comercial como forma de pago segura, rápida y solicitada por los clientes, multiplicándose su uso un 114% en 2024 respecto al año pasado».
Pereda incidió en el asunto candente de las trabas administrativas. «Hay una serie de umbrales regulatorios bastante identificados en la literatura. Pero los incentivos en esa materia están planteados en términos decrecientes conforme las empresas van creciendo. Es un esquema un poco perverso, porque muchas empresas, cuando les llega un proyecto o un negocio que les va a hacer crecer por encima de determinado umbral de empleados, intentan deconstruirla para seguir siendo pequeña o crear otra nueva empresa». Sin embargo, puso en valor la «labor consultiva» al respecto de la Cámara de Comercio, dada la «función prescriptora atribuida por ley», y los esfuerzos tanto de la UE como de las administraciones públicas españolas.
Por su parte, Serrano concluyó recordando el compromiso del BBVA: «En lo que va de año, cerca de 136.000 pymes y autónomos han elegido BBVA como su entidad de confianza. Lo más importante es que van a contar siempre con una oferta de valor diferencial enfocada a la innovación, con equipos muy especializados para dar solución a las posibilidades de expansión al exterior, y con una apuesta por la sostenibilidad. Cuando piensas en crecer, no solamente piensas en el momento en el que estás, sino en un banco que toque todos los palos. En eso, en BBVA somos diferenciales».
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