<p>Sigue la lucha en los tribunales de <a href=»https://www.elmundo.es/t/ca/caso-juana-rivas.html»>Juana Rivas </a>para que su hijo Daniel, de 10 años, se quede en España con ella, y la de su padre, <strong>Francesco Arcuri</strong>, para que regrese a Italia. El progenitor tiene la custodia del niño menor de edad y está siendo <a href=»https://www.elmundo.es/andalucia/2024/12/03/674f566021efa0eb158b45c4.html»>investigado por la Fiscalía italiana </a>por maltratar, presuntamente, a sus dos hijos, «sometiéndolos habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas». Sin embargo, durante ocho años ambas justicias, la italiana y la española, descartaron dichos malos tratos y los vieron como una «manipulación» de la madre.</p>
El abogado de la madre afirma que la decisión no altera la medida cautelar que permite al niño quedarse en España, y el del padre dice que la madre «ya está en causa de sustracción del menor»
Sigue la lucha en los tribunales de Juana Rivas para que su hijo Daniel, de 10 años, se quede en España con ella, y la de su padre, Francesco Arcuri, para que regrese a Italia. El progenitor tiene la custodia del niño menor de edad y está siendo investigado por la Fiscalía italiana por maltratar, presuntamente, a sus dos hijos, «sometiéndolos habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas». Sin embargo, durante ocho años ambas justicias, la italiana y la española, descartaron dichos malos tratos y los vieron como una «manipulación» de la madre.
El último episodio judicial del caso se centra en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada, cuya titular, Aurora Angulo, no ve signos de maltrato en el hijo de Juana Rivas por hechos ocurridos en España y, por lo tanto, rechaza investigar el caso porque no es de su competencia, como recoge un auto fechado el pasado 9 de enero que ha sido difundido este viernes por los abogados de Juana Rivas. Pese a la decisión de la jueza, Juana Rivas se ha reafirmado en el que el niño no vuelve a Italia.
Para el abogado de Juana Rivas, Carlos Aránguez, este «nuevo conflicto de competencia dilata injustificadamente el procedimiento, pero en absoluto altera la medida cautelar adoptada el pasado martes. Daniel se queda aquí, y seguiremos luchando incansablemente para que esa decisión provisional se convierta en definitiva».
El abogado español del padre, Enrique Zambrano, opina exactamente lo contrario: «No sólo es que la suspensión cautelar de la orden italiana de que el niño vuelva a Italia haya decaído, es que Juana Rivas ya está en causa de sustracción de menores, ya está reteniendo a su hijo contra las disposiciones judiciales si no lo manda ya mismo a Italia. Y Fiscalía debería actuar ya para proteger a ese niño, que como dice la juez no necesita ninguna orden de protección de su padre».
Zambrano mostró además su repulsa por el comunicado público realizado por su compañero Aránguez este viernes, «apuntando con su nombre a una juez que simplemente no toma la decisión que a esa parte le interesa. Es verdaderamente lamentable utilizar a la opinión pública para presionar así a la Justicia».
La última decisión sobre el caso Juana Rivas ha provocado un «posible conflicto de competencias» entre juzgados que deberá resolver o bien el Decanato de los Juzgados de Granada en aplicación de sus normas de reparto o la Audiencia de Granada, según ha informado este viernes la Oficina de Prensa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
En el auto conocido este viernes, la jueza del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada alega que el pasado 30 de diciembre, ya acordó la remisión de copia de la denuncia presentada por Juana Rivas contra Arcuri «en relación a los hechos presuntamente constitutivos de maltrato al menor y ocurridos en Italia a la autoridad italiana competente». Por lo tanto, la jueza rechaza la inhibición hacia su juzgado que acordó el Juzgado de Instrucción número 4 de Granada y devuelve la causa a éste.
Juana Rivas solicitó, como medida cautelar, la no devolución del menor a Italia «para evitar que el progenitor pueda seguir maltratándolo». Sin embargo, el Juzgado de Violencia ha archivado provisionalmente las diligencias al considerar que «del relato de hechos referidos por la denunciante no se desprendían indicios bastantes de delito alguno competencia del Juzgado de Violencia sobre la Mujer».
El pasado martes, la juez de guardia suspendió cautelarmente la entrega del hijo menor de Juana Rivas a su padre al considerar que el testimonio del pequeño es «serio y convincente» en relación al «temor» que siente por su seguridad y el «peligro extremo para su integridad física» que dijo padecer si regresaba con su progenitor a Italia, donde está investigado por presuntamente maltratarle.
La decisión de la juez de guardia había sido solicitada por la Fiscalía de Granada y la representación legal de la madre, Juana Rivas, y se adoptó con el fin de proteger al menor. Antes de tomar la decisión, la juez de guardia y el fiscal han escuchado al menor, de 10 años, en el transcurso de una exploración celebrada en dependencias judiciales.
Tras adoptar esta medida cautelar, la juez se inhibió en favor del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Granada, que es el que ha decidido ahora que no ve signos de maltrato y no asume el caso.
El menor llegó a España el pasado 22 de diciembre con un permiso especial para visitar a su madre y a su hermano, que vive con ella desde que cumplió 18 años. Daniel Arcuri, de hecho, llegaba con instrucciones expresas del juzgado civil de Cagliari que lleva el caso Arcuri Rivas para su madre: ella no podía llevarle a abogados, trabajadores, psicólogos o incluso médicos (sin causa justificada), para no manipularle como, señalaba el juzgado, en ocasiones pasadas.
Estas vacaciones han servido para formalizar varias denuncias en las que Juana Rivas ha vuelto a acusar a su exmarido de violencia machista, como ha hecho durante los últimos ocho años. Además, el menor ha relatado, según el equipo jurídico de Rivas, que Arcuri lo ha sometido a episodios reiterados de malos tratos y que temía volver con él a Italia después de haber contado en España la violencia que sufre.
Juana Rivas fue condenada a cinco años de prisión por dos delitos de sustracción de menores por desaparecer con sus hijos, en el verano de 2017, para evitar que volvieran con su expareja, al que denunció por maltrato.
El Supremo estimó parcialmente el recurso de esta vecina de Maracena y le rebajó la pena a la mitad al considerar que, aunque fueron dos los menores sustraídos, cometió un único delito.
Rivas recibió un indulto parcial por el que el Supremo conmutó su condena firme por 180 días de trabajos en beneficio de la comunidad y un curso de parentalidad positiva, medida de gracia que no eliminaba sus antecedentes en la justicia italiana.
Como ya informó EL MUNDO el pasado 3 de diciembre, la Fiscalía de Italia ha presentado cargos contra Francesco Arcuri por maltratar presuntamente a sus hijos Gabriel y Daniel, «sometiéndolos habitualmente a violencia física, vejaciones, insultos y amenazas», delitos para los que el Código Penal italiano establece pena de prisión de hasta siete años de cárcel, según informó el equipo jurídico en España de Juana Rivas, compuesto por los letrados Carlos Aránguez, Juan de Dios Ramírez y Francisca Granados.
Junto al escrito de la Fiscalía informando de las imputaciones contra Francesco Arcuri, los abogados difundieron un vídeo y una carta del hijo mayor de la pareja -Gabriel, que ya tiene 18 años– en los que pide ayuda a la Fiscalía General de Cagliari y advierte de que su hermano menor de edad, que reside en Italia con Francesco Arcuri, está en una situación de «gran peligro». «Conozco a mi padre y sé que no es capaz de controlar su impulsividad y su ira«, afirma en el texto.
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