<p>La mano derecha de <a href=»https://www.elmundo.es/espana/alvaro-garcia-ortiz.html»>Álvaro García Ortiz</a>, el teniente fiscal de la Secretaria Técnica,<strong> Diego Villafañe</strong>, ha declarado este miércoles que el mensaje de <i>WhatsApp</i> donde la fiscal jefe de Madrid, <strong>Pilar Rodríguez</strong>, apuntó a «FGE» como el origen de la filtración de datos sobre el novio de <strong>Isabel Díaz Ayuso</strong> fue «poco reflexivo».</p>
Diego Villafañe niega haber filtrado datos de González Amador y añade que en la Fiscalía existe una «quiebra sistémica de seguridad»
La mano derecha de Álvaro García Ortiz, el teniente fiscal de la Secretaria Técnica, Diego Villafañe, ha declarado este miércoles que el mensaje de WhatsApp donde la fiscal jefe de Madrid, Pilar Rodríguez, apuntó a «FGE» como el origen de la filtración de datos sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso fue «poco reflexivo».
El fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, la fiscal jefe Rodríguez y Villafañe se encuentran imputados en el Tribunal Supremo por un delito de revelación de secretos -artículo 417 del Código Penal- por haber presuntamente filtrado información tributaria y confidencial del empresario Alberto González Amador.
Este miércoles ha sido el turno de declaración de la mano derecha del fiscal general que tan sólo ha respondido al juez y su defensa, debido a que la Fiscalía ha renunciado a formular preguntas (considera la causa nula). Asimismo, Villafañe se ha negado a contestar a las acusaciones tanto populares como la particular, es decir, al letrado de la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid.
A preguntas del magistrado instructor, Ángel Hurtado, el teniente fiscal de la Secretaria Técnica ha señalado que el whatsapp donde Rodríguez dijo «el jueves Diego me pidió las diligencias y le mandé tooooodo. Así que imagino que, después de analizarlas, es cuando se ha dado publicidad por FGE» fue «poco reflexivo».
Según informan fuentes jurídicas a EL MUNDO, el investigado ha negado haber filtrado datos presuntamente confidenciales de González Amador y ha añadido que, en la actualidad, en la Fiscalía existe una «quiebra sistémica de seguridad» en lo que a protección de datos se refiere.
Asimismo, Diego Villafañe ha defendido que más de 500 personas tuvieron acceso a la denuncia del fiscal contra el novio de Ayuso y al expediente sólo en Fiscalía, sin contar con los juzgados, Hacienda y el entorno de lapropia defensa. En concreto, ha detallado que 26 personas tuvieron acceso al correo electrónico en la Secretaría Técnica.
El imputado ha limitado su actuación a reclamar los pasados días 7 y 8 de marzo a la fiscal jefe provincial de Madrid la documentación sobre el novio de Ayuso como una dación de cuenta, prevista en el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal, que le había encargado el fiscal general después de un periodista preguntara previamente por el asunto a la directora de Comunicación de la Fiscalía, Mar Hedo.
Según consta en las actuaciones, Villafañe fue la persona que reclamó su expediente tributario de González Amador el día 7 de marzo a la fiscal jefe provincial de Madrid, Pilar Rodríguez. Como la documentación no fue remitida de forma completa, al día siguiente el teniente fiscal de la Secretaria Técnica volvió a pedirle a Rodríguez que se lo enviara de nuevo «por las dos caras».
Asimismo, a preguntas de su letrado, el abogado Cristóbal Martell, el fiscal Diego Villafañe ha señalado que es pública y notoria la mala relación entre la fiscal superior de Madrid, Almudena Lastra, y García Ortiz. Lastra fue la fiscal que plantó cara al fiscal general y le advirtió de que no debían divulgarse datos reservados del empresario González Amador.
Villafañe, hombre de la máxima confianza del fiscal general y amigo íntimo de éste, ha aprovechado la ocasión para arremeter contra Lastra -principal testigo de cargo- y decir que tiene «animadversión» a García Ortiz por «frustraciones personales y profesionales».
En el auto donde el magistrado Hurtado acordó la imputación, subrayó que la actuación del teniente fiscal de la Secretaria Técnica «sólo se entiende en el contexto de una operación coordinada, propia de una labor de equipo». La propia Rodríguez lo definió así: «Equipo de Fortuny». Sin embargo, el imputado ha negado ante el Supremo tal coordinación.
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