<p>En una semana clave para la Eurozona, en la que el Banco Central Europeo (BCE), ha acometido la octaba bajada consecutiva de los tipos de interés, hasta niveles del 2% en el caso de la facilidad de depósito, Silvana Tenreyro, catedrática de Economía en la London School of Economics, analiza las consecuencias que tiene para la economía los tipos de interés negativos, si podría volver a suceder en Europa y, sobre todo, por qué el envejecimiento de la población presiona a las tasas a la baja. Tenreyro charla con EL MUNDO en el marco de la Conferencia JEEA-Fundación BBVA 2025 que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de mayo. </p>
Entrevista con Silvana Tenreyro, catedrática de Economía en la London School of Economics, sobre el futuro de la política monetaria en la Eurozona.
En una semana clave para la Eurozona, en la que el Banco Central Europeo (BCE), ha acometido la octaba bajada consecutiva de los tipos de interés, hasta niveles del 2% en el caso de la facilidad de depósito, Silvana Tenreyro, catedrática de Economía en la London School of Economics, analiza las consecuencias que tiene para la economía los tipos de interés negativos, si podría volver a suceder en Europa y, sobre todo, por qué el envejecimiento de la población presiona a las tasas a la baja. Tenreyro charla con EL MUNDO en el marco de la Conferencia JEEA-Fundación BBVA 2025 que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de mayo.
- ¿Es factible que se vuelva a producir un escenario de tipos negativos en la Eurozona?
- No está en mi escenario central, pero sí en la distribución de probabilidades. Es posible que haya un shock de mercado que fuerce al banco central a tomar esta decisión. Tiene que estar preparado para eventos extremos como un aumento de la incertidumbre a nivel mundial. Los tipos de interés están alrededor del 2% en la Eurozona; en Suiza, sin embargo, se sitúan sobre el 0,25% y no es descartable que tengan que recurrir a esto [tipos negativos], más ahora que se ha apreciado mucho su moneda en el cambio frente al dólar [por dinero en búsqueda de refugio en el franco suizo]. Es algo que ya se está discutiendo para estimular la economía y para evitar siempre situaciones desinflacionarias que pueda acentuar una recesión.
- Durante el tiempo de tipos de interés en negativo, los depósitos bancarios no tenían remuneración. Cuando esta situación cambió a partir de septiembre de 2022 con el primer alza de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), la gente esperaba, de algún modo, una guerra por la liquidez, pero nunca sucedió. ¿La batalla por el pasivo nunca va volver?
- Los depósitos son una fuente de financiación importante para los bancos y, en particular, de los préstamos bancarios. A través del tiempo hubo una caída del rol que juegan esos depósitos en la financiación frente al mercado financiero (se repartiría entre un 70% y un 30%). No es un dato importante, pero no cumple el papel que tenía hace 40 años. Las tasas de depósitos van a estar, en general, por debajo de los tipos de política monetaria. Dada la caída de la tasa de interés de equilibrio es natural que la tasa de los depósitos también caiga al igual que lo han hecho la de los préstamos en los últimos 40 años. Esos depósitos con altas remuneraciones son más la excepción.
- El modelo bancaria en España está muy pegado al ahorrador, y no tanto a fuentes de financiación como inversión o el mercado de capitales. Por eso preocupó tanto la sequía por una década de los tipos de interés al 0% o en negativo. Sin embarga, la banca supo salir bien del paso. ¿Podría volver a pasar que a los bancos les pille desprevenidos tasas al 0% o han aprendido la lección?
- Hay mucha más regulación desde la crisis financiera y se entienden mejor las necesidades de liquidez de los bancos, con lo cual están mucho mejor preparados. Se vio durante la pandemia. No podemos descartar situaciones que no están dentro del plan. Es posible que una crisis muy profunda mueva los pilares del sistema financiero. No hay que olvidar que la mayor amenaza es, en parte, tecnológica. Lo vimos en EEUU en sus minicrisis bancarias de estos años atrás cuando se dieron cuenta de que era muy fácil para los depositarios mover su dinero a otros activos financieros y esto hizo muy vulnerables a los bancos que dependían de esos depósitos. En Europa estamos por detrás tecnológicamente, pero en el futuro esto también puede ser una amenaza para la estabilidad y los bancos y los reguladores tendrán que tener en cuenta la mayor elasticidad de los depósitos. Es lo que puede venir si seguimos los patrones de EEUU que es, en parte, lo que pasó con Silicon Valley Bank.
- Durante la etapa de tipos negativos en la zona euro, algunos bancos llegaron a cobrar a sus particulares por tener depositado su dinero con ellos, algo que en España se limitó a las empresas. ¿La gente debería entender que esto puede volver a pasar?
- Sí, es posible. Lo hicieron ya muchos bancos en el resto de Europa. En Dinamarca cobraban a las familias en cuentas de grandes patrimonios. Es posible si llega una recesión muy profunda, el costo se tendrá que dividir en la sociedad y los bancos podrían terminar pasando parte del coste a las familias.
- Japón es el claro ejemplo de un país acostumbrado a vivir con tipos de interés simbólicos del 0%, pero no parece que les haya servido de mucho.
- Fue una economía que se quedó estancada por mucho tiempo. No tuvo como Europa ni el coraje de ir a tipos de cambio más negativos, ni puso en movimiento los niveles de compras de activos; con lo cual el estímulo fue muy tímido y la economía siguió en ese estado de estancamiento. Hay otras cuestiones que afectarán a Europa en el futuro que tienen que ver, por ejemplo, con el envejecimiento de la sociedad. Son circunstancias distintas, pero puede servir de ejemplo que si no se da el estímulo suficiente a la economía ésta puede quedar estancada.
- ¿El envejecimiento de la población también afecta a la deriva de los tipos de interés?
- Puede afectar y también explica por qué cayeron históricamente los tipos de equilibrio. Obviamente, estas tendencias demográficas son globales y es uno de los motivos por los que vimos esta caída en los tipos de interés globales. La idea es que si tenemos vidas más largas tienes que ahorrar más para sostener ese periodo más largo de jubilación con lo que aumenta la demanda por activos seguros y eso pone presión a la baja en los tipos de cambio de interés.
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