<p><strong>Banco Sabadell </strong>ha decidido jugárselo todo al dividendo para retener a sus accionistas, a quienes ha prometido <strong>crecer en España</strong> en todas sus líneas de negocio durante los próximos <strong>dos años,</strong> aun con el viento en contra de los<strong> tipos de interés </strong>y sin el negocio de Reino Unido. El objetivo es convencer al accionariado para que no acuda a la <strong>OPA hostil </strong>lanzada por BBVA y busca hacerlo a través del reparto de <strong>6.300 millones de euros</strong> en dividendos hasta 2027, que equivalen a un<strong> 40% de la capitalización bursátil </strong>del grupo. Una cantidad «sobrecogedora» pero factible, según aseguró <strong>César González-Bueno</strong>, CEO del banco. </p>
Centrará su plan en mejorar todas sus líneas de negocio en España
Banco Sabadell ha decidido jugárselo todo al dividendo para retener a sus accionistas, a quienes ha prometido crecer en España en todas sus líneas de negocio durante los próximos dos años, aun con el viento en contra de los tipos de interés y sin el negocio de Reino Unido. El objetivo es convencer al accionariado para que no acuda a la OPA hostil lanzada por BBVA y busca hacerlo a través del reparto de 6.300 millones de euros en dividendos hasta 2027, que equivalen a un 40% de la capitalización bursátil del grupo. Una cantidad «sobrecogedora» pero factible, según aseguró César González-Bueno, CEO del banco.
La entidad que preside Josep Oliu ha querido desvelar las cartas que tiene sobre la mesa al presentar un ambicioso plan estratégico hasta 2027 basado en apostar por el negocio nacional, tras la venta de TSB, que deberán respaldar los accionistas el próximo 6 de agosto en una junta extraordinaria. Con esto, manifestaba ayer la entidad, esperan ser «un banco esencialmente español», aunque no se plantean cambios respecto a su mercado en México.
TSB aportaba al beneficio del grupo algo menos del 20%, con un crecimiento notable en su negocio minorista, centrado, fundamentalmente, en la concesión de hipotecas. Los bancos de inversión ven asequible el plan anunciado por Sabadell, centrado en crecimiento orgánico, y con algún riesgo por el lado de los costes y también del margen de intereses, que cayó en junio, como resultado de tipos en la zona euro más bajos (y que perjudican el diferencial de los bancos, entre lo que cobran por prestar dinero y lo que pagan por los depósitos). Precisamente a causa de esta bajada de tipos en 2024 el margen de intereses del Sabadell se contrajo un 2,7%.
Una situación que también quieren corregir con su nueva hoja de ruta. La entidad se compromete a alcanzar un margen de intereses de 3.900 millones de euros en 2027, y amparándose en la «buena salud» y fortaleza que el sector financiero ha mostrado en España durante el último ejercicio, asegura que su crecimiento será «sostenible». Además, en sus previsiones para el plan, la entidad se muestra confiada en que los recortes de tipos de interés finalicen este año.
Las nuevas palancas de este plan estratégico se basan en aumentar la captación de clientes, sobre todo en el ámbito digital (hasta un 30%, el doble del aumento que espera para los canales físicos); y crecer en todas las líneas de negocio: un 4% anual en hipotecas y en financiación a empresas y pymes (la «joya de la corona» para Sabadell y el primer componente de su cartera de crédito); en crédito al consumo espera aumentar su volumen un 6% al año en la media de los dos próximos ejercicios -«muy por encima del mercado», explicó ayer González-Bueno durante la rueda de presa en Barcelona-; y otro 5% en ahorro e inversión, apoyándose en la pata de la banca privada, que está liderando el crecimiento el sector en los últimos años. Además, Sabadell se ha marcado como objetivo aumentar el 15% el negocio de seguros gracias a su alianza con Zurich, y conseguir una cuarta parte del mercado de TPVs en los comercios españoles, cuando en 2024 su market share era del 20%.
El plan también tiene que cumplir con sus compromisos. Entre los adquiridos dentro de la nueva hoja de ruta destaca la distribución del 60% del beneficio neto entre sus accionistas; el reparto de todo capital que exceda el 13%; una rentabilidad sobre el capital (RoTE) del 16% para el año 2027 y un beneficio que, por entonces, debería superar los 1.600 millones solo a partir de su negocio en España, un hito alcanzable teniendo en cuenta que 2024 se cerró con 1.574 millones sin contar TSB, aunque sin el respaldo -previsiblemente- que dio una subida de tipos de interés en vertical los pasados dos años a las cuentas de los bancos. «Antes de que BBVA anunciase que iba a tener tantísimo interés por nosotros, ya anunciamos que repartiríamos todo lo que fuera a estar por encima del 13% (sobre el CET1 fully-loaded)», aseguraba ayer González-Bueno. «No estamos arañando al límite el compromiso del 13%», recalcó.
Y pese a que el Sabadell ha apostado por deshacerse de su filial británica, González-Bueno insiste en que es momento de «ser generosos» y buscar las fusiones transfronterizas dentro de Europa, para competir en el mercado de capitales. Sin embargo, no se presentan voluntarios a este tipo de operaciones en su Plan estratégico 2025-2027, porque la entidad descarta, en los próximos tres años, cualquier tipo de adquisición… sea europea o española. «Tendría que pasar por una OPA», explicó ayer González-Bueno, antes de añadir, «y las OPAs no funcionan bien«.
González-Bueno evita a toda costa referirse al plan estratégico de los próximos tres años como «artillería» en el pulso con BBVA y su OPA hostil. Sin embargo, el proceso de fusión lanzado por la entidad presidida por Carlos Torres se complica cada vez más, con su final cada vez más próximo (y anhelado) en septiembre. A raíz de la venta de TSB, laprima de la OPA hostil (la diferencia entre el precio al que BBVA está dispuesto a comprar la acción de Sabadell y el valor de estas en el mercado) ya roza el 15% negativo. Esto implica que un accionista de Sabadell se anima a canjear sus acciones, ganará casi un 15% menos que si las vende directamente a mercado. También perdería, como dejó claro el propio Josep Oliu, cualquier derecho a un dividendo que Sabadell no hace más que engordar.
«BBVA solo tiene dos opciones: o mejorar la oferta o desistir», manifestó González-Bueno a la prensa, sobre la mencionada prima negativa, que hace «evidente» que la OPA «no tiene futuro y no es racional. Y como la gente de BBVA es racional, o mejorarán la oferta o desistirán», zanjó.
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