<p>El <strong>Ministerio de Seguridad Social</strong> ha dado marcha atrás en su propuesta inicial para elevar a partir de 2026 las <strong>cuotas </strong>que pagan los <strong>autónomos </strong>al sistema y ha puesto sobre la mesa un nuevo plan que contempla <strong>subidas mucho más tímidas </strong>en las cotizaciones sociales, lo que implica <strong>renunciar </strong>a <strong>ingresos </strong>para el sistema por unos<strong> 1.600 millones de euros al año. </strong></p>
La recaudación del sistema pasará de 1.900 millones al año con su primera propuesta a 290 millones con la de este lunes, según calcula ATA
El Ministerio de Seguridad Social ha dado marcha atrás en su propuesta inicial para elevar a partir de 2026 las cuotas que pagan los autónomos al sistema y ha puesto sobre la mesa un nuevo plan que contempla subidas mucho más tímidas en las cotizaciones sociales, lo que implica renunciar a ingresos para el sistema por unos 1.600 millones de euros al año.
Fue la semana pasada cuando el Ministerio que dirige Elma Saiz llevó a la mesa de diálogo social su plan para incrementar las cotizaciones entre un 3,8% y un 34,9% sólo en 2026. Esto suponía una subida de cuotas que iba desde los 11 euros hasta los 206 euros para los que más ingresan. El rechazo a la propuesta fue tal por parte de la asociación más representativa del sector, ATA, y de la sociedad en general, que el departamento de Saiz se ha visto obligado a rectificar. Por el camino, el PP ha intentado abandearse como «el partido de los autónomos» haciendo suyas las reivindicaciones del colectivo.
Con este escenario, el Ministerio presentó este lunes un nuevo plan que deja la horquilla de subidas para 2026 entre el 0% para los autónomos que ingresan menos de 14.000 euros al año y el 2,5% para los autónomos que más ganan, lo que deja el incremento de cuotas el próximo año entre los 0 y los 14,75 euros.
Aunque la ministra Saiz ha afirmado este lunes en una entrevista en el diario El País que su departamento no ha hecho «ningún cálculo recaudatorio de lo que supondría» su primera propuesta -algo que sería deseable en medidas de esta envergadura-, ATA había estimado un impacto inicial de 1.900 millones de euros cada año en 2026, 2027 y 2028. Teniendo en cuenta las nuevas altas previstas para 2026 y el nuevo aumento de cotizaciones previstas, la organización que dirige Lorenzo Amor estima ahora un incremento de la recaudación de 290 millones, según ha explicado a EL MUNDO, con lo que el Gobierno está renunciando a unos 1.600 millones de euros de ingresos cada uno de los próximos tres años con el cambio de propuesta.
El propio José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social cuando en 2022 las asociaciones de autónomos pactaron con el Ministerio ir adecuando poco a poco las bases de cotización de los autónomos a las de los asalariados, calculó entonces que cuando en 2032 se produjera la equiparación completa, la Seguridad Social ingresaría unos 6.000 millones de euros al año adicionales.
El Ejecutivo defiende que el objetivo de la propuesta -esta y la anterior- es mejorar la protección de los autónomos y no reforzar los ingresos de la Seguridad Social, pero lo cierto es que esta medida era un compromiso acordado con la Comisión Europea que se traduciría en más capacidad del sistema para afrontar en las próximas tres décadas la jubilación de la generación del baby boom, que va a tensionar las cuentas por el lado del gasto.
La Seguridad Social, a día de hoy, necesita transferencias de la Administración Central por unos 50.000 millones de euros al año para poder hacer frente a sus compromisos de gasto (por ejemplo, las pagas extra de las pensiones en verano y Navidad) y eso a pesar de que el los últimos años ha subido lo que ingresa por cotizaciones sociales con la entrada en vigor de nuevos instrumentos como el Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), la nueva cuota de solidaridad que pagan los que más ganan o el destope de las bases máximas.
El sistema a día de hoy no es superavitario -la Seguridad Social acumula una deuda de 126.000 millones- y menos lo será los próximos años a medida que se dispara el gasto en pensiones, de ahí que hubiera sido muy útil reforzar los ingresos los próximos años con las cuotas de autónomos, una medida poco popular con la que han generado un rechazo generalizado.
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