Remontar un 0-1 esta noche (21.00, Movistar) en el Parque de los Príncipes frente al equipo más pujante de Europa por intensidad de presión y ritmo de balón es la meta del Arsenal de Mikel Arteta, y el mayor obstáculo en el camino se llama Khvicha Kvaratskhelia, alias Kvaradona. Lo advierten los analistas del consejo deportivo del Arsenal y lo reconoce el cuerpo técnico, con el entrenador español a la cabeza. La capacidad de desborde que exhibió el atacante georgiano en el partido de ida fue de tal magnitud que obligó a Arteta a escorar a sus defensas y a sus centrocampistas hacia su mitad derecha del campo, en un esfuerzo colectivo que descompensó al equipo de tal modo que el PSG logró encontrar espacios para controlar el balón en la otra banda o en zonas interiores sin que a sus futbolistas les inquietara demasiado la atmósfera hostil de las gradas de Londres. Los que sufrieron fueron los de casa. “Nunca he tenido que trabajar tanto tácticamente en un partido de Premier”, dijo Declan Rice tras el maratón.
Los técnicos del Arsenal aseguran que dieron con la fórmula para anular el ataque madridista en cuartos, pero no lograron evitar que el extremo del PSG desajustara por completo al equipo. Ahora deben remontar un 0-1 en París
Remontar un 0-1 esta noche (21.00, Movistar) en el Parque de los Príncipes frente al equipo más pujante de Europa por intensidad de presión y ritmo de balón es la meta del Arsenal de Mikel Arteta, y el mayor obstáculo en el camino se llama Khvicha Kvaratskhelia, alias Kvaradona. Lo advierten los analistas del consejo deportivo del Arsenal y lo reconoce el cuerpo técnico, con el entrenador español a la cabeza. La capacidad de desborde que exhibió el atacante georgiano en el partido de ida fue de tal magnitud que obligó a Arteta a escorar a sus defensas y a sus centrocampistas hacia su mitad derecha del campo, en un esfuerzo colectivo que descompensó al equipo de tal modo que el PSG logró encontrar espacios para controlar el balón en la otra banda o en zonas interiores sin que a sus futbolistas les inquietara demasiado la atmósfera hostil de las gradas de Londres. Los que sufrieron fueron los de casa. “Nunca he tenido que trabajar tanto tácticamente en un partido de Premier”, dijo Declan Rice tras el maratón.
Deportes en EL PAÍS