<p>El mercado sigue reaccionando a cada palabra que pronuncia el presidente de EEUU, Donald Trump, no tanto porque den credibilidad a sus mensajes, sino porque temen que el presidente de la mayor potencial mundial haya sumergido al mundo en un escenario de incertidumbre del que no se ve el final. Y esto es muy preocupante para fondos y bancos de inversión que gestionan miles de millones de euros y que necesitan un refugio seguro donde cobijar el dinero.</p>
La bolsa europea cae un 1,8% por el miedo de los inversores a las tarifas. Se prevé un fuerte recorte de la economía europea, del 0,7% en los dos próximos años, y más recortes de tipos para estimular el crecimiento
El mercado sigue reaccionando a cada palabra que pronuncia el presidente de EEUU, Donald Trump, no tanto porque den credibilidad a sus mensajes, sino porque temen que el presidente de la mayor potencial mundial haya sumergido al mundo en un escenario de incertidumbre del que no se ve el final. Y esto es muy preocupante para fondos y bancos de inversión que gestionan miles de millones de euros y que necesitan un refugio seguro donde cobijar el dinero.
La última amenaza lanzada por el magnate estadounidense que se cierne sobre Europa es la posibilidad de implantar un arancel del 50% dentro de una semana, a partir del 1 de junio. Ayer, tras conocer el post en la red social Truth del presidente de EEUU, las bolsas europeas cedieron al miedo y llegaron a registrar un desplome cercano al 3% en el peor momento de la sesión. Finalmente, las ventas se contuvieron hasta el 1,8% en el índice europeo EuroStoxx 50; y fueron del 1,9% en Italia, del 1,2% en el Ibex español y del 1,6% en Alemania y Francia. Las grandes automovilísticas europeas sufrieron el mayor golpe con ventas superiores al 4,6% para el conglomerado Stellantis (con Fiat, Peugeot o Citroën, entre otras marcas) y un 3% de Volkswagen. Y también cayeron con fuerza los bancos. En España BBVA fue el valor más penalizado del Ibex, con pérdidas del 3%, seguida de CaixaBank, con el 2,6%, y de Puig, que recortó otro 2,5% en la sesión.
«Los últimos comentarios del presidente Trump sugieren que el riesgo permanecerá elevado», afirman desde Goldman Sachs en una nota lanzada en la tarde del viernes. Es muy llamativo el hecho de que los analistas envíen sus informes haciendo referencia a la hora del día exacta en el que los están escribiendo, y si lo hacen es para cubrirse ante lo que pueda decir Trump en cualquier momento y que pueda desatar una nueva oleada de euforia o incertidumbre entre las manos fuertes que mueven el mercado. Una prueba más de que Trump ha tirado por tierra la credibilidad de la mayor economía del mundo.
Goldman Sachs considera que, de llevarse a término los aranceles del 50%, estos provocarán un «fuerte impacto en el crecimiento de la Eurozona». Estiman que estas tarifas minarán en 0,7 puntos porcentuales el PIB de la zona euro los dos próximos años de media (un 0,4% en 2025 y otro 1% a finales de 2026). De hecho, creen que el beneficio por acción de las compañías (BPA) no crecerá en 2025 ante la incertidumbre, pero también ante la fortaleza del euro (con un dólar en clara tendencia a la baja frente al resto de grandes monedas), y por precios más débiles de la energía.
«Un arancel del 50% podría tener un gran impacto en el PIB de la zona euro y conduciría al BCE a adoptar una política de recortes más agresiva. Aun así, no podemos estar seguros de que esta medida se lleve a cabo (…) Y esto demuestra que la preocupación de los inversores por los activos estadounidenses sigue vigente debido a la pésima gestión de la política económica», aclaran desde FX. Y esta es la segunda consecuencia clara.
Los bancos de inversión entienden que Christine Lagarde deberá hacer frente a las consecuencias de una economía que desacelera más de lo previsto. El mercado descuenta ahora hasta tres recortes más de los tipos de interés para 2025, lo que supone tres rebajas de 25 puntos básicos, frente a las dos que estimaba antes del viernes. El objetivo del Banco Central Europeo (BCE) sería relajar las tasas para impulsar el crecimiento de la economía de la Eurozona, con tipos sobre el 1,5% en depósitos y el 1,75% para el principal de refinanciación.
En esa búsqueda de refugio, ayer hubo compras en todo el mercado de deuda, incluida la estadounidense. El Bund alemán, la referencia más clásica, redujo su rentabilidad drásticamente, hasta el nivel del 2,56%, cuando ayer estaba por encima del 2,57%. También está habiendo compras de la deuda estadounidense, que llegó a caer unas horas por debajo del 4,5% en su referencia a 10 años. ¿Y qué hay del oro? Nuevos máximos históricos. El precio de la onza sube un 2% a media sesión en Europa, por encima de los 3.360 dólares al cambio.
En los últimos días, distintos miembros del Gobierno ya habrían mostrado públicamente cierto malestar respecto a las negociaciones con la Unión Europea, al parecer encalladas. El secretario de Comercio, Howard Lutnick, definió este mismo miércoles que algunas negociaciones comerciales, sin especificar cuáles, habían resultado «imposibles». Lo cierto es que la Unión Europea es uno de los grandes mercados que faltan en la lista de acuerdos con Washington, después de haber llegado a un entendimiento con Reino Unido y, posteriormente, con China, pendiente todavía de una mayor concreción. De momento, ambos países han acordado una pausa, con aranceles al 10% y 20%, respectivamente, mientras siguen las negociaciones.
En el transcurso de la tregua arancelaria de 90 días que Donald Trump anunció el 9 de abril, la Unión Europea ha venido preparando su respuesta a EEUU en caso de que las negociaciones no llegaran a buen puerto, como parece por el momento. La Comisión dio luz verde a un paquete de 21.000 millones de euros con aranceles de hasta el 50% sobre productos como el maíz, el trigo, las motocicletas y la ropa, que sigue en espera hasta el mes de julio.
En vista de la marcha de las conversaciones, hace quince días Bruselas anunció la preparación de un segundo paquete arancelario adicional por valor de 95.000 millones de euros a productos estadounidenses, lo que elevaría el coste de la guerra por encima de los 110.000 millones de euros para EEUU. Hasta nuevas noticias, en este momento lo que se está implementando es un arancel del 10% para los productos europeos que llegan al país americano, después de que la Administración Trump redujera esta tasa a la mitad para favorecer el clima en la negociación. De esta reducción han quedado excluidos otros productos que sí están asumiendo una tarifa del 25%, como es el caso del acero, el aluminio y los componentes de automoción, una industria clave para Alemania.
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