<p>El empresariado catalán se alinea con <strong>Pedro Sánchez</strong> para blanquear el pacto fiscal acordado con ERC a cambio de la investidura de <strong>Salvador Illa</strong> y presentarlo como una «oportunidad» para Cataluña que no dañará al resto de comunidades autónomas que permanezcan en el régimen común de financiación.</p>
El Círculo de Economía ya apoyó en el pasado al Gobierno con los indultos o la amnistía a los líderes independentistas
El empresariado catalán se alinea con Pedro Sánchez para blanquear el pacto fiscal acordado con ERC a cambio de la investidura de Salvador Illa y presentarlo como una «oportunidad» para Cataluña que no dañará al resto de comunidades autónomas que permanezcan en el régimen común de financiación.
El Círculo de Economía ha emitido hoy una nota de opinión en la que defiende que «en ningún caso el Estado desaparecería de Cataluña» una vez implementada la financiación singular acordada con la formación independentista, que «con el nuevo sistema no tiene que perder nadie» o que la «solidaridad» de Cataluña con el resto de regiones «no se pone en duda».
El lobby presidido por el ex consejero delegado del Banco Sabadell, Jaume Guardiola, calca el argumentario empleado por el PSOE y el PSC para justificar su alianza con el partido que preside Oriol Junqueras. Llega a afirmar el Círculo de Economía que el acuerdo con ERC supondrá «una reforma clave para España» porque «la ambición reformadora procedente de Cataluña actuará como motor de cambio del conjunto del Estado», pues debe derivar en una «reforma del conjunto del sistema de financiación autonómica». Un razonamiento, éste, vastamente empleado por los socialistas, que justifican cada uno de sus acuerdos con el secesionismo camuflándolo, posteriormente, como una mejora a la que pueden sumarse o de la que pueden beneficiarse el conjunto de comunidades autónomas.
El grupo de presión empresarial catalán admite que, «si nos atenemos a los principios de eficiencia y eficacia, seguramente sería preferible que una única agencia [tributaria] canalizase la gestión de todos los impuestos», pero rápidamente suaviza su crítica al sostener que, con «una buena coordinación» entre la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) con la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AET), «la perdida de eficacia tendría que ser negligible». «El éxito con el que se han llevado a cabo procesos similares en el pasado, nos permite tener confianza en que éste también se ejecutará de manera ejemplar», aduce el Círculo de Economía dos semanas después de que Gobierno y Generalitat acordaran que el fisco estatal y el catalán empezaran a compartir «información» para preparar la recaudación del IRPF generado en Cataluña en 2026.
El empresariado catalán carga también contra «las voces de fuera de Cataluña que, por desconocimiento o mala fe, cuestionan con insistencia la voluntad» de Cataluña de «contribuir a la solidaridad con otras comunidades autónomas con el fin de que los servicios prestados por los diferentes gobiernos autonómicos a sus ciudadanos puedan adquirir niveles similares».
«La defensa de la solidaridad, que demuestra la voluntad constructiva tanto en el marco catalán como en el español, es compartida por el Govern de la Generalitat y por las instituciones representativas de la sociedad civil», subraya el Círculo de Economía, para después enfatizar que este sistema «tiene que ser justo, porque las regiones con más recursos por cápita, que son las que más tienen que aportar, en ningún caso tienen que acabar disponiendo de menos recursos per cápita que las que reciben». «Lo que no puede pasar es que se acaben invirtiendo los papeles y que, después de aplicar el mecanismo de solidaridad, aquellas que inicialmente tenían más recursos por habitante tengan menos que las más desfavorecidas, que es lo que pasa con el modelo actual», abundan.
La nota de cerrado apoyo a las pretensiones socialistas -que llega en medio de la operación concertada para favorecer el regreso de grandes empresas a Cataluña tras el procés, con el Sabadell y La Caixa como más destacados ejemplos- también loa que la Generalitat vaya a pagar al Estado por los servicios prestados en Cataluña. Resuelve el Círculo de Economía que «el modelo propuesto en el acuerdo de investidura es muy diferente del que rige la distribución de recursos entre las CCAA y las administraciones forales del País Vasco o Navarra». «El llamado cupo vasco limita la solidaridad al exiguo Fondo de Compensación Interterritorial y es poco transparente, cosa que genera todo tipo de suspicacias sobre las bases en las que se fundamenta». Por contra, «el mecanismo de distribución de recursos entre administraciones que se plantea para Cataluña es transparente y justo», expone la entidad, que en el pasado ya respaldó otras iniciativas de «normalización» del Gobierno hacia Cataluña como los indultos, la derogación del delito de sedición o la amnistía de los líderes del proceso secesionista.
En esta misma línea, el Círculo de Economía bendice la condonación de la deuda autonómica y la viste como una iniciativa del «Gobierno central», a pesar de que parte de una exigencia de ERC convenida con el PSOE a cambio de la investidura de Sánchez. Aseguran los empresarios catalanes que la quita «ayudará a reducir los gastos financieros y reducirá la dependencia de de la financiación de la que la Administración central provee a las CCAA». Lo afirma dos días después de que la Generalitat pidiese otros 8.500 millones al Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA), tras haberle sido condonados 17.104 millones.
El Círculo de Economía considera incluso insuficiente la quita aplicada a Cataluña y mantiene que, si la condonación de la deuda «se hubiese hecho de acuerdo con una estimación rigurosa de la infrafinanciación de cada comunidad autónoma», se hubiera demostrado que «sólo compensa parcialmente la infrafinanciación acumulada los últimos años» hacia Cataluña.
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