<p class=»ue-c-article__paragraph»>A la vicepresidenta primera, <strong>María Jesús Montero</strong>, incluso se le vio sonreir frente al semblante serio de su compañera en el banco azul, <strong>Yolanda Díaz</strong>, cuando la presidenta del Congreso,<strong> Francina Armengol,</strong> anunció el pasado día 10 que, tras la votación, «queda rechazado» un proyecto estelar del Ejecutivo de coalición para la legislatura: la reducción de jornada a 37,5 horas y media.</p>
CEOE dejó hacer a la patronal catalana, que organizó encuentros discretos en Bélgica y Madrid con Junts sin recibir presión en contra del ala del PSOE en el Gobierno
A la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, incluso se le vio sonreir frente al semblante serio de su compañera en el banco azul, Yolanda Díaz, cuando la presidenta del Congreso, Francina Armengol, anunció el pasado día 10 que, tras la votación, «queda rechazado» un proyecto estelar del Ejecutivo de coalición para la legislatura: la reducción de jornada a 37,5 horas y media.
La sonrisa es coherente con la actitud personal de Montero de «ir en contra de este proyecto y de muchas otras cosas», según le reprochan fuentes de Sumar. Y coherente también con lo que aseguran a este diario fuentes de CEOE involucradas en esta derrota gubernamental: «Moncloa no ha hecho ni una llamada a los empresarios en las últimas semanas para que saliera adelante la reducción de jornada. Ha dejado sola a Díaz».
Es la segunda gran victoria este año del poder económico sobre el Gobierno tras conseguir el pasado enero desactivar el impuesto a las energéticas. Y la clave ha sido la misma: Junts per Catalunya. Según las fuentes empresariales consultadas, la patronal catalana Foment ha sido la encargada en CEOE de hacer lobby con Carles Puigdemont. Ha sido un trabajo delicado que la gran patronal española de Antonio Garamendi no puede hacer directamente con el prófugo, pero sí el vicepresidente de CEOE y presidente de Foment, Josep Sanchez Llibre.
El ex diputado de CiU ha montado hasta «20 viajes de empresarios a Waterloo», incluido de él mismo, según las fuentes consultadas en la patronal. Representantes catalanes del sector de hostelería, metalurgia, componentes de automóvil o agroalimentación han acudido a ver a Puigdemont trasladándole el alto coste que tendría el proyecto de Díaz. En paralelo, Foment ha facilitado encuentros discretos de representantes de grandes almacenes y constructoras para los que es delicado ir a Waterloo, pero aceptan ver a Miram Nogueras.
Es una de las consecuencias de que Pedro Sánchez haya entregado tanto poder a Puigdemont y a Junts. El poder económico madrileño y del resto de España ha tenido que aceptar un acercamiento tras repudiar su independentismo en los últimos años. También fue decisivo Junts en la estrategia del presidente de Repsol, Antonio Brufau, y su consejero delegado, Josu Jon Imaz, para acabar con el impuesto energético en enero.
CEOE ha dedicado más de un año a tumbar la reducción de jornada que podía suponer unas pérdidas conjuntas solo a empresas como Mercadona, Carrefour o El Corte Inglés de más de 500 millones; y la puntilla para no pocas pymes, según los cálculos de las organizaciones empresariales. Su guión ha funcionado. Sanchez Llibre ha asumido el peso dando incluso la gracias públicamente a Puigdemont, mientras Garamendi ha mantenido un papel discreto en asuntos polémicos como la quita de deuda y la «financiación singular» para no estropear el trabajo de Foment.
También ha sido importante que el PSOE no ha presionado al poder económico en favor de Díaz. Además de la citada pasividad monclovita fue significativa la visita del ministro de Economía, Carlos Cuerpo, a Barcelona cinco días antes de la votación. En un acto público de la propia Foment no hizo la más mínima defensa de la reducción de jornada, jugándose que Díaz vuelva a calificarle de ser «casi una mala persona».
El hecho de que Sánchez fuera el único diputado socialista que no votó contra la devolución del proyecto de ley ni siquiera telemáticamente y prefiriera ir al cine con Begoña Gómez termina de enterrar lo que se ha visto que nunca fue un acuerdo firme entre el PSOE y Sumar y que tanto Hacienda como Economía han visto siempre mal llevado por la vicepresidenta segunda.
Fuentes sindicales confirman que el PSOE no ha mostrado el interés de Sumar por la ley y este diario ha podido confirmar el insólito y revelador choque que mantuvo Montero con Pepe Álvarez y Unai Sordo el pasado 3 de enero en un acto en el Museo del Ferrocarril en Madrid ante testigos y que llegó a los oídos de Díaz. La titular de Hacienda estaba indignada con que ambos hubieran firmado un acuerdo de reducción de jornada con la lider de Sumar sin verlo antes el Consejo de Ministros y les instó a aceptar cambios. Álvarez reaccionó con dureza asegurando que sería inaceptable para UGT y que para él lo firmado con Díaz era un acuerdo con el Ejecutivo sin matices. Sordo es más cercano a Díaz.
El episodio deja cicatrices en el seno de la coalición y también en la relación de Esquerra con Foment. Tanto su portavoz parlamentario Jordi Salvador, como el de Bildu, Oskar Matute, señalaron directamente a la patronal catalana y a CEOE en el debate parlamentario.
La patronal se prepara ahora para el ajuste de cuentas de Díaz endureciendo el registro horario, pero han ganado la batalla que más les inquietaba, porque encarecía más de un 6% los costes empresariales. Mientras, aflora cada vez más debilidad e impostura del Gobierno. Y sin dimisiones.
La efeméride/»RAZONES PERSONALES»
Justo hace dos años, José Manuel Campa aceptó presentarse a la reelección como presidente de la Autoridad Bancaria Europea, dejando a Pedro Sánchez sin una de sus opciones para relevar a Nadia Calviño en el Gobierno. Este reconocido economista parecía dispuesto así a seguir en París hasta 2029 y fue reelegido. Sin embargo, anuncia ahora por sorpresa su retirada sin haber llegado ni a mitad de mandato con lo que España pierde un cargo internacional nunca fácil de lograr. ¿Por qué? Campa, de 61 años, da «razones personales» que apuntan a abrir otra etapa vital a España a partir de febrero y, según fuentes conocedoras, no aspira a cargos públicos. Afortunadamente, no son razones de salud, pero este tipo de salidas intempestivas no dan buena imagen ni ayudan a que otros españoles consigan puestos internacionales.
El personaje/ AL CLIENTE CON SU PUÑO Y LETRA
No es habitual que el propio presidente de una empresa ataque a un gran cliente con un comunicado, pero es el sonoro caso del responsable de Aena, Maurici Lucena, que acusó a Ryanair el pasado día 3, entre otras lindezas, de «lloriqueo, embaucamiento e infumable estrategia de extorsión». Lo escribió de su puño y letra y conecta con el hastío que existe en el equipo del gestor aeroportuario con el agresivo estilo de la aerolínea irlandesa. Lucena ha reiterado ahora en `Financial Times’ que Ryanair «está mintiendo» y atribuye su salida de aeropuertos regionales no a que pierda dinero en ellos, sino a que quiere embolsarse más en los concurridos de Madrid, Barcelona o Palma. La apuesta de Aena es que Ryanair, pese a todo, trasladará más pasajeros en España este invierno que en el anterior, pero la aerolínea mantiene lo contrario.
Para seguir/ DOS NOTICIAS POSITIVAS
El bochorno por el final cancelado de La Vuelta eclipsa dos noticias positivas para la imagen de España del fin de semana. Por un lado, el secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, aceptó que Madrid fuera sede de una nueva ronda negociadora con China tras la anterior en Estocolmo. Por otro, la agencia S&P elevó por fin el rating de España a A+, tras haberla concedido antes a Portugal, con lo que este país rescatado se había adelantado en sus calificaciones de solvencia. Ahora empatan con esta agencia. Aún así, la propia S&P señala que «el punto débil» de la economía española es el que más depende del Gobierno: «su posición presupuestaria». Ve «debilidad» en el Ejecutivo de Sánchez con un control de la deuda inferior a países comparables. Incluso Francia mantiene mejor rating , pese a ser degradada en señal de que la situación sigue frágil.
Actualidad Económica