<p>Casi ocho horas se ha prolongado este sábado el<strong> Comité Federal </strong>del<a href=»https://www.elmundo.es/e/ps/psoe-partido-socialista-obrero-espanol.html»> PSOE </a>para abordar la profunda crisis abierta por la dimisión y la entrada en prisión de quien hasta hace apenas tres semanas había sido el secretario de Organización del partido, <a href=»https://www.elmundo.es/espana/santos-cerdan.html»>Santos Cerdán</a>, por el mismo caso de corrupción en el que está implicado su predecesor en el cargo, <a href=»https://www.elmundo.es/e/jo/jose-luis-abalos.html»>José Luis Ábalos</a>. Una cita que empezó con un nuevo sobresalto: la <a href=»https://www.elmundo.es/espana/2025/07/05/6868e200e85ecec2378b456e.html»>renuncia</a>, antes incluso de que se oficializara su nombramiento, de quien iba asumir el papel de fontanero en la sombra, <strong>Paco Salazar</strong>, acusado de «comportamientos inadecuados» con mujeres.</p>
La alcaldesa de Palencia en su defensa y pide que Sánhez no se presente en 2027
Casi ocho horas se ha prolongado este sábado el Comité Federal del PSOE para abordar la profunda crisis abierta por la dimisión y la entrada en prisión de quien hasta hace apenas tres semanas había sido el secretario de Organización del partido, Santos Cerdán, por el mismo caso de corrupción en el que está implicado su predecesor en el cargo, José Luis Ábalos. Una cita que empezó con un nuevo sobresalto: la renuncia, antes incluso de que se oficializara su nombramiento, de quien iba asumir el papel de fontanero en la sombra, Paco Salazar, acusado de «comportamientos inadecuados» con mujeres.
Pese a ello, en el resto de la jornada se siguió más o menos al pie de la letra el guión que tenía en mente Ferraz, sin más menciones a ese último escándalo, y que básicamente consistía en que las críticas se circunscribieran a la intervención de Emiliano García-Page. El presidente de Castilla-La Mancha pidió a Pedro Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza en el Congreso «ante la gravedad» de la situación, y si no que convocara elecciones anticipadas.
En la estrategia diseñada para contrarrestar lo que en la dirección socialista entienden que es «una opinión muy minoritaria», todos los ministros que además son líderes territoriales del partido censuraron de forma más o menos implícita lo que consideran como una «deslealtad» del único barón autonómico que gobierna con mayoría absoluta. El más contundente fue Óscar Puente, que arremetió contra la «hipocresía» de su compañero de filas por haber dicho la víspera que «algunos no saben ni siquiera si van a cumplir el fin de semana en el mismo cargo o si van a tener que verse en una cárcel» y «felicitar» al día siguiente en el Comité Federal a la Ejecutiva por su trabajo.
Lo que no entraba en los planes de la dirección del PSOE fue la intervención casi al final de la alcaldesa de Palencia, Miriam Andrés, que salió en defensa de Page -a quien no se le concedió turno de réplica- para decir que «si el partido está mal es por los que han corrompido la acción política, no por los que ganan elecciones como Emiliano». Además, según señalan asistentes a la reunión, la también responsable del partido en su provincia requirió a Sánchez que no sea el candidato en las elecciones de 2027.
En su réplica final -a puerta cerrada a diferencia de la primera, que sí se difundió en abierto- , el líder de los socialistas hizo un discurso de corte «institucional», según su equipo, en el que puso en valor su gestión y no respondió de forma directa a ninguna de las alusiones previas, aunque sí dejó algunos recados. «Cuando yo deje de ser presidente seré un militante más al lado de mi secretario general», llegó a afirmar en referencia implícita a Felipe González, que ha dicho que no votará al partido mientras él esté al frente.
Al dirigente castellanomanchego, siempre muy crítico en público con las cesiones a los independentistas, Sánchez le respondió «reivindicando los pactos de izquierda frente a la gran coalición PSOE-PP» y la amnistía como «solución» al conflicto político en Cataluña. Y, en respuesta a la alcaldesa de Palencia, que «serán los militantes los que decidan quién será el candidato en 2027».
El equipo de Page había denunciado el viernes que Ferraz llamó a miembros de su federación para «intentar convencerlos» de que pidieran la palabra en el Comité Federal del sábado para «contrarrestar» las críticas del presidente autonómico, pero que habían «pinchado en hueso». «El 90% de los que han intervenido han sido ministros, secretarios de Estado o delegados del Gobierno, de ahí el número de críticas a Emiliano», resumieron ayer en su equipo.
Fuentes del PSC apuntaron, a su vez, que se había «pegado sus cuatro minutos hablando de qué bien que somos socialistas» y que al final había metido el «mamporro» de la cuestión de confianza o elecciones quedándose «solo». En su intervención, el president de Cataluña, Salvador Illa, sostuvo que la «decepción» de Cerdán «no va a empañar siete años de Gobierno espectacular» y defendió la «respuesta contundente y rotunda» de pedirle que se marchara por los «indicios» de su implicación en una presunta trama de cobro de mordidas por amaños de contratos.
Por su parte, la presidenta de Navarra, María Chivite, que lloró durante su discurso hablando de quien fue persona de su máxima confianza, remarcó que «la corrupción supone una quiebra muy profunda de la confianza en la política». Por ello, señaló que se debe «ahondar en medidas tanto internas como externas que permitan mejorar los controles y tapar los agujeros que aún hoy existen».
El cuarto dirigente autonómico socialista, el asturiano Adrián Barbón, no pudo acudir a la cita en Madrid por un problema médico. En representación de su federación hablaron la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, enemiga de Cerdán, para denunciar el papel que siguen desempeñando las estructuras de poder patriarcales, «también dentro» del PSOE. El secretario general de la Agrupación de Avilés, Luis Ramón Fernández, pidió, a su vez, un «endurecimiento de las penas con corruptos y corruptores, ya sean personas físicas o jurídicas».
El líder extremeño del partido, Miguel Ángel Gallardo, trasladó el «mandato» de su federación de que es «un momento para la unidad», pero esgrimió también que no pueden estar «atados por pactos» que no se pueden defender en los territorios. Finalmente, el secretario general en Castilla y León, Carlos Martínez, expuso que no vale con pedir disculpas y pidió que se presenten los Presupuestos Generales del Estado para poder tener «un proyecto de país».
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