<p>La <strong>Cumbre de la ONU</strong> que se ha celebrado en <strong>Sevilla</strong> se ha convertido en un infierno tanto laboral como climático para los policías nacionales desplegados en la ciudad para dar seguridad al evento. </p>
Denuncian la situación en la que han estado trabajando. «El trato que hemos recibido no se lo deseo ni a los perros»
La Cumbre de la ONU que se ha celebrado en Sevilla se ha convertido en un infierno tanto laboral como climático para los policías nacionales desplegados en la ciudad para dar seguridad al evento.
La situación en la que se han visto obligados a trabajar los agentes dista mucho de los medios que se le presuponen a una cita internacional de primer nivel. En plena ola de calor, con temperaturas que han superado ampliamente los 40 grados, los policías denuncian un «abandono total» por parte del Ministerio del Interior. También insisten en la falta de previsión puesto que, recalcan, el servicio llegó a inicairse con sólo seis agentes para «gestionar caravanas de más de 160 países».
Aseguran que no les han dado botellas de agua , «nos las daban en los hoteles», ni se les han procurado espacios a la sombra en jornadas «maratonianas» que, insisten, llegaron a prolongarse durante más de 13 horas. Además, muchos de los vehículos asignados al operativo carecían de aire acondicionado y «no tuvieron relevos ni posibilidad de descanso».
«Hemos sentido un abandono por parte del Ministerio del Interior en todos los sentidos. Hemos sufrido una ola de calor con temperaturas medias de 42 grados y con una temperatura en el lugar de trabajo a pie de asfalto sobrepasando los 50 grados centígrados. Uno de los zapatos se me desintegró«, relata a EL MUNDO uno de los policías que ha prestado servicio en la cumbre. «Me tuve que comprar un par nuevo y pagarlo de mi propio bolsillo».
Además, muchos efectivos han sufrido heridas de diversa consideración en los pies por las características del calzado.
La denuncia se extiende también a la vestimenta pues, tal como indican, tuvieron que trabajar con uniformes que no están adaptados a las condiciones climáticas de «estrés térmico» de los últimos días.
«Hemos tenido que trabajar con el uniforme compuesto de un traje, camisa, corbata, chaleco reflectante y nada para cubrirnos la cabeza. Pensaba que la esclavitud se había abolido en 1870, pero el trato que hemos recibido no se lo deseo ni a los perros».
Ante estas circunstancias, el sindicato Jupol presentó el pasado miércoles dos denuncias ante los Servicios de Prevención de Riesgos Laborales de la Dirección General de la Policía y las autoridades sanitarias de la Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía para poner en conocimiento la «inadmisible situación» que están sufriendo los agentes.
«La Policía Nacional está ofreciendo una imagen tercermundista, víctima de una absoluta falta de planificación, improvisación institucional y abandono total por parte del Ministerio del Interior y de la Dirección General de la Policía«, reivindican desde la agrupación.
Jupol, además, también denuncia el mal estado de la comida que se ha servido a los policías en los días que han estado desplegados en Sevilla.
«Resulta indignante para los agentes que dotan de seguridad a los mandatarios de la ONU y al resto de la ciudadanía, tengan que alimentarse con comida en mal estado y con raciones que no cubrirían ni las necesidades alimentarias de un niño de cinco años, mientras que los políticos asistentes a la Cumbre se hartan de platos gourmet y banquetes de lujo. Desde JUPOL, directamente han calificado la comida que reciben los agentes de ‘basura'».
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