<p>Alquilar en España es una tarea cada vez más complicada. Quienes están en la búsqueda de una vivienda se encuentran con ofertas escasas y a precios que se vuelven imposibles -sobre todo en la principales zonas urbanas- lo que crea una mayor presión en el mercado. Un sector que ya es bastante desigual en el país y sitúa a <strong>Cataluña </strong>y <strong>País Vasco</strong> en números rojos, las primeras Comunidades Autónomas que jugaron la carta de la declaración de zona tensionada.</p>
De los 301 municipios que decidieron acogerse a la legislación, Cataluña cuenta con 271, de los que 140 fueron declarados en marzo de 2024 y 131 cinco meses después, y País Vasco con ocho zonas
Alquilar en España es una tarea cada vez más complicada. Quienes están en la búsqueda de una vivienda se encuentran con ofertas escasas y a precios que se vuelven imposibles -sobre todo en la principales zonas urbanas- lo que crea una mayor presión en el mercado. Un sector que ya es bastante desigual en el país y sitúa a Cataluña y País Vasco en números rojos, las primeras Comunidades Autónomas que jugaron la carta de la declaración de zona tensionada.
Esta lista compara el número de interesados por vivienda (demanda) frente a los inmuebles disponibles en el mercado (oferta) y el precio medio por inmueble. Los datos pertencen al último Barómetro del Alquiler de Alquiler Seguro. En la comunidad catalana, por cada vivienda disponible hay 344 interesados -una diferencia de 216 personas con el segundo de la lista-, mientras que la oferta cayó un 5,96% en el segundo trimestre del año y el precio medio se ubica en 1.442 euros. En un caso similar, el País Vasco tiene 111 personas en espera de alquilar el mismo piso, pero es la comunidad en la que más ha caído la oferta, un 13,39% menos de abril a junio y con una diferencia de más de cuatro puntos con el segundo lugar de la lista y un precio medio de 1.333 euros.
En general, los precios del mercado inmobiliario -como una de las consecuencias de este desequilibrio- no dan tregua. El alquiler en España terminó este verano con una subida interanual del 10,9%, según Idealista, un aumento que deja en 14,5 euros de media el metro cuadrado en el cierre de septiembre y no ha dejado de subir por varios años. En un intento de aplacar estas rápidas subidas y sus consecuencias, el Gobierno puso en marcha la polémica Ley de Vivienda hace dos años, con una de sus medidas más criticadas: la declaración de zona de mercado residencial tensionado. Este estatus obliga a aplicar el índice de precios de referencia (IRAV) y busca evitar los incrementos descontrolados. De los 301 municipios que decidieron acogerse a la legislación, Cataluña cuenta con 271 -de los que 140 fueron declarados en marzo de 2024 y 131 cinco meses después- y País Vasco con ocho zonas.
Con el ejemplo de los municipios catalanes, el sector avisó que esta medida se enfocaba en restringir las subidas de precios y no atacaba el verdadero problema de escasez de oferta, e incluso, llegaba a «destruirla». «La activación de la norma no está siendo un generador ni potenciador de oferta», explica Gerardo Neistat, investigador de Alquiler Seguro. «Al estar regulado el precio se produce un estancamiento. Sigue subiendo, aunque ligeramente, pero no se está resolviendo que puede haber un mayor número de inquilinos».
Además, considera que tampoco está motivando a la creación de más viviendas y los propietarios prefieren cerrarla -lo que aumenta el número de viviendas vacías-, pasarse al mercado de la compraventa o, incluso, cambiarse al mercado de alquiler temporal, por habitaciones o turístico. Como consecuencia de esto, «estamos con mercados con presión fuera de todo rango», asegura.
El ranking no solo muestra un posible efecto de la aplicación de esta Ley, sino que deja ver la desigualdad que existe en el mapa del mercado del alquiler. Neistat reconoce que cuando se piensa en alquiler, se suele concluir en los núcleos urbanos, como Madrid y Barcelona. En el caso del País Vasco, «es una comunidad con mucha tradición de vivienda en propiedad, más que de alquiler», por lo que insiste en la necesidad de «despegar» más el mercado para los inquilinos. Sin embargo, la medida de regulación de precios en las zonas tensionadas llegan a frenar la oferta y a impedir este desarrollo.
De la misma forma, «las comunidades con menos población son las que mejor situadas están», señala. Así, la lista pone a Extremadura como la mejor posicionada, una de las comunidades con menor densidad poblacional, solo superada por Castilla y León. Con apenas 13 interesados por vivienda, tuvo una reducción de 0,67%en su oferta, que cuesta 575 euros de media, el más bajo registrado.
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