El canciller alemán, Friedrich Merz, llegó este miércoles a su primer debate de política general en el Parlamento alemán desde que asumió el cargo en mayo con la tranquilidad que da saber que más de la mitad de los alemanes están “satisfechos” con él y que los principales institutos económicos del país ven con buenos ojos sus planes para reanimar la maltrecha economía alemana a pesar del aumento de deuda que implica y de las reticencias de ciertos sectores.
La líder de los ultras, Alice Weidel, tilda al líder conservador de “canciller de papel”
El canciller alemán, Friedrich Merz, llegó este miércoles a su primer debate de política general en el Parlamento alemán desde que asumió el cargo en mayo con la tranquilidad que da saber que más de la mitad de los alemanes están “satisfechos” con él y que los principales institutos económicos del país ven con buenos ojos sus planes para reanimar la maltrecha economía alemana a pesar del aumento de deuda que implica y de las reticencias de ciertos sectores.
“El Gobierno federal está sentando las bases para nuevas inversiones considerables y ha iniciado un cambio en nuestra política económica”, afirmó Merz ante los diputados, al tiempo que reconoció que “aún queda mucho por hacer”.
La ruptura de promesas electorales como la de que mantendría el límite constitucional a la deuda, símbolo de la austeridad y orgullo de los conservadores, no parecen haber hecho mella en el líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), que defendió las decisiones de su Gobierno, en coalición con los socialdemócratas, en estos dos meses de mandato, como las inversiones masivas en defensa, infraestructuras y medio ambiente, que han obligado a modificar la ley de freno al endeudamiento.
A lo largo de su discurso, Merz también destacó la importancia de contar con socios en el mundo, sobre todo, en Europa. “El Gobierno alemán vuelve a ser percibido a nivel internacional y, sobre todo, se nos toma en serio en el mundo”, declaró. El canciller alabó la decisión de aumentar considerablemente el gasto en defensa en Alemania para hacer frente a los objetivos de la OTAN, aunque implique un notable endeudamiento. En este punto, reafirmó su respaldo a Ucrania frente la agresión de Rusia. “Continuaremos con este apoyo”, dijo.
Los presupuestos, pendientes de aprobación en el Parlamento, prevén este año un gasto en Defensa de 86.000 millones de euros, y este crecerá hasta los 153.000 millones en 2029, cuando Alemania alcanzará ya el nuevo objetivo de la OTAN del 3,5% del PIB.
Para afrontar este gasto y potenciar el crecimiento económico en el país, el Gobierno de coalición de conservadores y socialdemócratas aprobó un fondo especial de 500.000 millones de euros. “Sí, con el llamado fondo especial, vamos a contraer una deuda de hasta 500.000 millones de euros en los próximos años”, reconoció Merz. “Sabemos que esto supondrá una carga considerable también para los presupuestos futuros, así como para los intereses de los presupuestos futuros. Pero la alternativa de no hacer nada no es mejor”, defendió.
La economía alemana lleva dos años de recesión y para este ejercicio se espera un estancamiento en el mejor de los casos. En este contexto, Merz destacó que gracias a esta “ofensiva de inversiones” se está dando “un fuerte impulso al crecimiento”. “Por primera vez en mucho tiempo, los institutos económicos no siguen rebajando las previsiones de crecimiento, sino que las elevan”, indicó.
No obstante, la amenaza de los aranceles del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, preocupan en la mayor economía de Europa, que depende en gran parte de exportaciones. Están en juego empleos, la prosperidad del país, recordó el canciller. Aun así, Merz se mostró tranquilo y señaló que el objetivo es un pacto “entre EE UU y la UE con los aranceles más bajos posibles”. Esto “no es fácil, dadas las exigencias actuales del Gobierno estadounidense”, admitió el líder conservador, quien destacó la importancia de contar con los socios europeos en las negociaciones. “Alemania por sí sola no lograría nada en este camino”, afirmó. “En cualquier caso, soy cautelosamente optimista de que en los próximos días, a más tardar a finales de mes, podamos llegar a un acuerdo con EE UU”.
La oposición de AfD
Merz defendió su gestión ante una oposición liderada por el partido de ultraderecha Alternativa para Alemania (AfD), que fue el segundo más votado en las pasadas elecciones generales de febrero. Pero primero tuvo que oír las acusaciones de la líder de AfD, Alice Weidel, que como presidenta del mayor partido de la oposición, fue la encargada de abrir el debate general en el Parlamento.
Weidel acusó a Merz de haber engañado a los votantes en la cuestión del endeudamiento y de planear “una orgía de deuda” nunca vista en Alemania y que, en su opinión, solo empobrece aún más a los ciudadanos. Como es habitual, atacó al Gobierno por la política migratoria y agitó de nuevo el miedo a los inmigrantes al vincularlos con ataques con arma blanca y delincuencia, o sostener que supuestamente reciben gran parte de las ayudas sociales.
Weidel aseguró que Merz huye “de la realidad”, mantiene a Alemania en declive y ha roto sus promesas electorales, como rebajar la factura eléctrica de los hogares. “Su palabra no vale nada”, le espetó la líder ultra desde la tribuna, donde calificó a Merz de “canciller de papel” y le acusó de dejar que el Partido Socialdemócrata (SPD) le manipule “a su antojo”. En su opinión, la cancillería de Merz pasará a la historia alemana como “el mayor fraude electoral”.
Merz parecía seguir sus palabras casi sin inmutarse, concentrado en sus papeles, pero el arranque de su intervención se lo dedicó a Weidel. “Las medias verdades, la difamación y los ataques personales no deben aceptarse sin réplica, ni siquiera en una democracia”, declaró el canciller. Le reprochó que no mencionara los últimos ataques contra Ucrania, para subrayar el apoyo de AfD a Rusia, y de obviar datos como el descenso de un 43% de las solicitudes de asilo en el primer semestre de 2025 frente al año anterior.
“Ustedes viven de agitar constantemente los ánimos en Alemania con este tema”, dijo Merz, que defendió los controles fronterizos como muestra de la gestión más dura emprendida por su Gobierno. “Por razones de seguridad y para limitar la migración, debemos mantener los controles fronterizos internos hasta nuevo aviso”, informó sobre una medida que en principio es temporal.
Para Merz, a pesar de todos los desafíos y frentes internos y en el exterior, el Estado de ánimo en el país está mejorando. Y aseguró que seguirán trabajando para que “Alemania siga siendo un país abierto, liberal y libre. Y añadió: ”Y, sobre todo, queremos que Alemania siga siendo un país tolerante”.
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