<p><strong>Carlos Crespo</strong> reconoce que su vínculo con la optometría comenzó casi de manera inconsciente en la infancia. «Llevo gafas desde los cuatro o cinco años y podría decir que han condicionado mi vida. No en un sentido negativo, también en lo positivo. En todas mis fotos de niño aparezco con gafas, era como si mi historia estuviera ya marcada», recuerda. Su entrada en el sector llegó a través de la audiología, y no directamente por la óptica. «Siempre había sido consumidor, así que la idea de ponerme al otro lado del mostrador y contribuir a mejorar la salud visual y auditiva me atrajo desde el primer momento. Me apasionó, y desde entonces me he sentido enganchado a este mundo», explica. De aquello <strong>han pasado ya más de dos décadas</strong>, con solo un breve paréntesis inicial en el que trabajó tres años en una notaría. Hoy, Crespo asegura haber encontrado su verdadera vocación y se muestra orgulloso de haber sido testigo de la transformación del sector en estos años y sobre todo, cómo se ha adaptado y ha marcado tendencia <strong>Multiópticas</strong>, la empresa en la que ejerce de consejero delegado desde 2017 después de desempeñar una larga lista de cargos desde que llegó en el año 2005.</p>
Su modelo de negocio, basado en precios accesibles, marca propia e innovación constante, se prepara para expandirse a otras regiones como Latinoamérica
Carlos Crespo reconoce que su vínculo con la optometría comenzó casi de manera inconsciente en la infancia. «Llevo gafas desde los cuatro o cinco años y podría decir que han condicionado mi vida. No en un sentido negativo, también en lo positivo. En todas mis fotos de niño aparezco con gafas, era como si mi historia estuviera ya marcada», recuerda. Su entrada en el sector llegó a través de la audiología, y no directamente por la óptica. «Siempre había sido consumidor, así que la idea de ponerme al otro lado del mostrador y contribuir a mejorar la salud visual y auditiva me atrajo desde el primer momento. Me apasionó, y desde entonces me he sentido enganchado a este mundo», explica. De aquello han pasado ya más de dos décadas, con solo un breve paréntesis inicial en el que trabajó tres años en una notaría. Hoy, Crespo asegura haber encontrado su verdadera vocación y se muestra orgulloso de haber sido testigo de la transformación del sector en estos años y sobre todo, cómo se ha adaptado y ha marcado tendencia Multiópticas, la empresa en la que ejerce de consejero delegado desde 2017 después de desempeñar una larga lista de cargos desde que llegó en el año 2005.
Para Crespo, el cambio en el mundo de la óptica ha sido enorme. «Hace tres décadas, las gafas eran un producto de necesidad e incluso podían considerarse un estigma. Hoy son un complemento que refleja la personalidad, que varía según el día o el momento, y haber formado parte de esa transformación es algo que me llena de orgullo», afirma. Y sobre todo ahora, después de que la última Encuesta Europea de Salud pusiera de relieve una situación creciente a nivel mundial y también en España: en 2020, más de la mitad de los españoles mayores de 15 años usaban gafas o lentillas, lo que evidencia que una parte importante de la población presenta dificultades visuales como miopía, hipermetropía, astigmatismo o presbicia, ya sean hereditarias o derivadas de hábitos poco saludables.
Según Crespo, esta tendencia se ha intensificado en los últimos años por varias razones. «Por un lado, influye el factor demográfico: la población española está cada vez más envejecida y por eso aumentan también los retos visuales y auditivos. Pero también hemos detectado un incremento en otros tramos de edad que antes no necesitaban apoyo para ver o escuchar: los adultos senior, aquellos en torno a los 40 años, que hoy requieren atención preventiva y soluciones ópticas o auditivas». Esto se debe, según el CEO de Multiópticas, a los llamados «malos hábitos», es decir, una exposición prolongada a pantallas y el escaso tiempo al aire libre, a pesar de que España es uno de los países con más horas de sol de Europa, explica Crespo. Pero lo verdaderamente alarmante, resalta, «es el aumento en niños. Cada vez más pequeños necesitan gafas y esto es muy preocupante». Lo sabe bien, porque según las cifras que maneja, en los próximos cinco o seis años alrededor del 50% de ellos podría desarrollar dificultades visuales. «La miopía infantil es una auténtica epidemia».
Ante este aumento entre los menores, el empresario elogia una de las últimas medidas del Gobierno: la subvención de gafas y lentillas para niños de hasta 16 años. Aunque, afirma con rotundidad, «deberían implicarse aún más». «Creo que es un gran paso, pero es solo el comienzo. En otros países de Europa, las subvenciones para gafas infantiles ya forman parte de un sistema de bienestar social que facilita el acceso a todos de manera sencilla. España está dando ahora un paso muy importante, y es solo el inicio de lo que puede convertirse en un cambio real a futuro».
Crespo considera que centrarse en la población infantil «es fundamental». En Multiópticas están muy comprometidos con este objetivo y han lanzado campañas como Generación Borrosa, dirigidas a concienciar a los padres sobre los riesgos del uso excesivo de pantallas. Confía en que, con el tiempo, esta regulación «nos lleve a un paradigma mucho más positivo, donde todo el mundo tenga acceso a un equipamiento de salud visual, algo que me parece lo más racional y normal del mundo». Confía en que esta regulación, con el tiempo, «nos lleve a un paradigma mucho más positivo, donde todo el mundo tenga acceso a un equipamiento de salud visual, algo que me parece lo más racional y normal del mundo». Pero mientras tanto, este madrileño de 49 años recuerda que la filosofía de Multiópticas siempre ha estado centrada en la accesibilidad y la innovación. «Nosotros llevamos 50 años de historia; nacimos como cooperativa y, aunque recientemente nos hemos transformado, el concepto de Mó -acrónimo de Multiópticas- viene de hace unos 15 años, casi al poco de que yo entrara en la empresa», explica.
Desde entonces, la compañía ha trabajado para ofrecer productos muy accesibles al consumidor, desarrollando un modelo de negocio diferente al de la óptica tradicional. «En una óptica convencional te encuentras sobre todo productos de marcas de terceros, como Ray-Ban, Gucci o Armani, que implican licencias, royalties y costes añadidos», señala.
Multiópticas decidió eliminar esos intermediarios y crear su propia marca, Mó, que ya supera el 95% de sus ventas. «Desde el diseño, que hacemos internamente con un equipo de diez personas, hasta la fabricación, que controlamos y decidimos dónde y cómo se realiza, todo llega directamente a nuestro almacén para servir a las ópticas y, finalmente, al consumidor. Esto nos permite ofrecer un precio muy democrático, sin comprometer la calidad, el diseño o la moda».
Ese modelo tiene una traducción muy concreta para el cliente. «Dos gafas en Multiópticas te cuestan entre 90 y 100 euros con un equipamiento completo que incluye tratamiento antirreflejante y lentes con filtro azul. Incluso hablamos de progresivos desde 210 euros», precisa Crespo. «Al final es un precio que permite cumplir con lo que buscamos: que las gafas no solo sean una necesidad médica, sino también un complemento. Igual que cambias la camiseta o la camisa según la temporada -primavera, verano o invierno-, las gafas también pueden adaptarse y combinarse con tu estilo en cada momento».
Además, la marca colabora con diseñadores españoles para lanzar colecciones especiales, como Avellaneda. «No buscamos ser lo más barato, sino ofrecer un nivel democrático sin renunciar a estándares altos de calidad y diseño. Tenemos nuestra propia marca, con identidad y valor propio, que responde a cualquier necesidad del consumidor. El nuestro es un negocio democrático, pensado para que cualquier persona pueda disfrutar de un producto de calidad y moda sin que eso suponga un lujo inalcanzable», concluye .
Y es precisamente este modelo de negocio el que Crespo quiere exportar a otros países. Este mismo verano, el gigante de las ópticas cerró una ampliación de capital de 45 millones de euros para financiar su expansión internacional, con planes en Europa y Latinoamérica. «Hemos puesto el foco en Latinoamérica y Europa. En México, donde ya contamos con dos ópticas, nuestro modelo ha funcionado muy bien. Tras la reciente ampliación de capital, estamos evaluando nuevos mercados, con entrada directa en algunos y vía franquicia en otros. Será el día a día el que marque el ritmo de la expansión».
El consejero delegado subraya que el origen cooperativo ha sido clave en la construcción de Multiópticas. «Nacer como una cooperativa nos ha dado muchas virtudes. Nos ha permitido que los propios dueños del negocio estén al frente de los establecimientos, implicados en la gestión diaria, y eso genera un impulso y una energía mayor que en otros modelos. Gracias a ello hemos alcanzado una capilaridad con 550 ópticas en España y una cuota de mercado cercana al 20%».
Los resultados respaldan el crecimiento. El gigante de las ópticas cerró 2024 con un aumento del 8% en sus ventas. Sobre las previsiones, Crespo prefiere la cautela. «Ha pasado solo medio año y todavía es prematuro cerrar las cifras finales, porque quedan meses muy intensos -octubre, noviembre y las campañas de Black Friday y Navidad-, pero todo indica que terminaremos con un crecimiento en torno al 8% o 10%, similar al del año pasado», explica.
Con la compañía ya consolidada en el mercado nacional, el salto a sociedad limitada se convirtió en el movimiento lógico para afrontar nuevos retos. «La cooperativa nos ha traído hasta aquí, pero no es un modelo fácilmente exportable. Con la nueva estructura podemos abordar cuestiones de gobernanza y, sobre todo, el desarrollo de la expansión internacional. No hay más que ver que el 70% de la ampliación de capital la han suscrito los propios socios con recursos propios: es una muestra clara de confianza en este proyecto», asegura Crespo.
De cara al futuro, lo tiene claro: «No queremos cambiar nuestro modelo, porque precisamente ahí reside nuestro éxito. Nuestro ADN combina tres pilares: producto propio, comunicación diferenciada y salud visual de calidad. Eso nos ha permitido crear en España una propuesta distinta, en un sector donde los grandes operadores venden principalmente productos de terceros. Nosotros ofrecemos un precio asequible, una marca propia con espacios singulares y, además, una apuesta constante por la innovación«.
En este último punto, Crespo destaca los avances en inteligencia artificial, tanto en el desarrollo de producto como en campañas de comunicación. «La innovación forma parte esencial de lo que somos, y será también la que nos permita diferenciarnos en los mercados internacionales».
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