<p class=»ue-c-article__paragraph»>Una de las características del sanchismo es la bajeza de todos sus portavoces, tanto más evidente cuantos más estudios tengan los mismos. Ya habrán adivinado que uno de los más descollantes es <strong>Félix Bolaños</strong>, que apenas hace diez días respondía así a<strong> Cayetana Álvarez de Toledo</strong> en la Comisión Constitucional del Congreso: «Tengo para usted una mala noticia: usted sueña con que me salpique algún procedimiento judicial. Lamento decirle que va a seguir soñando muchos años. Gracias». Se equivocó la paloma; han bastado diez días para que el juez <strong>Juan Carlos Peinado </strong>lo haya salpicado citándolo como testigo por la contratación de la asesora de<strong> Begoña Gómez</strong>, la mujer del presidente que ya estaba imputada por cuatro delitos, a saber: corrupción en los negocios, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo y ahora el juez ha abierto una pieza separada por malversación en la que ha llamado a declarar a Bolaños.</p>
«Hay una probabilidad más bien alta de que entre los mensajes que la UCO rescate en los móviles desactivados de Álvaro García Ortiz haya algunos de Félix Bolaños»
Una de las características del sanchismo es la bajeza de todos sus portavoces, tanto más evidente cuantos más estudios tengan los mismos. Ya habrán adivinado que uno de los más descollantes es Félix Bolaños, que apenas hace diez días respondía así a Cayetana Álvarez de Toledo en la Comisión Constitucional del Congreso: «Tengo para usted una mala noticia: usted sueña con que me salpique algún procedimiento judicial. Lamento decirle que va a seguir soñando muchos años. Gracias». Se equivocó la paloma; han bastado diez días para que el juez Juan Carlos Peinado lo haya salpicado citándolo como testigo por la contratación de la asesora de Begoña Gómez, la mujer del presidente que ya estaba imputada por cuatro delitos, a saber: corrupción en los negocios, tráfico de influencias, apropiación indebida e intrusismo y ahora el juez ha abierto una pieza separada por malversación en la que ha llamado a declarar a Bolaños.
Cayetana no se resistía a destacarlo: «He tenido un sueño lúcido» y le hacía un augurio más bien pesimista sobre los oficios que la UCO ha enviado al juez del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, que es el juez instructor en el caso del fiscal general del Estado. En ambos se le dice que a finales enero pidió a las empresas Google y Whatsapp que conservaran los datos relacionados con la investigación que se sigue a Don Alvarone por la filtración de los datos de Alberto González Amador y las dos empresas han dicho que sí. «Otra mala noticia para Félix Bolaños. Todo se sabrá», ha comentado la diputada popular.
¿Y por qué es una mala noticia, si puede saberse? Pues porque de nada le va a valer a esta especie de fiscal particular de Pedro Sánchez el borrado ni la pérdida de sus móviles. Vamos a acabar conociendo el contenido y los mensajes que se intercambiaba con unos y otros. Ayer por la mañana, el portavoz del PP en el Congreso, Miguel Tellado, dijo en el Congreso que a Bolaños podría «salpicarle», por decirlo con sus propios términos, en calidad de algo más que testigo. Hay una probabilidad más bien alta de que entre los mensajes que la UCO rescate en los móviles desactivados de Álvaro García Ortiz haya algunos de Félix Bolaños. Recordaba Tellado que la número 2 del PSOE de Madrid, Pilar Sánchez Acera, que fue jefa de Gabinete de Óscar López y el ex secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallès, han sido convocados para hoy con el fin de investigar el recorrido del célebre correo en que el abogado del novio de Ayuso reconocía al fiscal la comisión de «dos delitos contra la Hacienda Pública» por parte de Alberto González Amador, con el fin de entablar una negociación de conformidad hasta su publicación en la mañana del día 14 de marzo en el digital El Plural.com. La cosa promete. Recordará el lector, y si no para eso estamos, que Sánchez Acera fue la que envió el correo filtrado al entonces líder del socialismo madrileño para que lo empleara en la Asamblea de Madrid contra la presidenta Díaz Ayuso.
Correo que le hizo musitar a Juan Lobato un pase de mí este cáliz al ir a registrarlo ante notario tratando de evitar males mayores. El círculo se está cerrando cada vez más en torno al presidente Pedro Sánchez y sus fieles pretorianos. No hay salida, por mucho que se empeñe en ello don Prevaricándido.
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