Ponme esa cinta otra vez: después del pelotazo del vinilo llega el resurgir de la casete

<p class=»ue-c-article__paragraph»>La icónica escena de Peter Quill escuchando el <i>Awesome Mix Vol 1 </i>en su <i><strong>walkman </strong></i>al comienzo de <i>Guardianes de la Galaxia </i>ya nos daba una pista de que algo estaba ocurriendo. En la cuarta temporada de <i>Stranger Things</i>, Max recorre los pasillos de la escuela de Hawkins con <strong>una cinta</strong> de Kate Bush en su reproductor. La serie comparte <strong>cierto aire melancólico </strong>con <i>Perfect Days </i>de Wim Wenders, donde las cintas del protagonista, Hirayama, son una oda a la belleza de lo simple. Las tres tienen un denominador común, el <i>atrezzo</i>: las casetes están de vuelta.</p>

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 Las cintas, desaparecidas del mercado desde los 90, encuentran un nuevo público joven, necesitado de objetos que los unan a sus ídolos  

La icónica escena de Peter Quill escuchando el Awesome Mix Vol 1 en su walkman al comienzo de Guardianes de la Galaxia ya nos daba una pista de que algo estaba ocurriendo. En la cuarta temporada de Stranger Things, Max recorre los pasillos de la escuela de Hawkins con una cinta de Kate Bush en su reproductor. La serie comparte cierto aire melancólico con Perfect Days de Wim Wenders, donde las cintas del protagonista, Hirayama, son una oda a la be

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