<p>Ante las acusaciones de <strong>Junts</strong> de haber convertido la <strong>Generalitat</strong> en una simple «delegación del <strong>Gobierno</strong> de <strong>Pedro Sánchez</strong>», el presidente catalán, <strong>Salvador Illa</strong>, replica con dos recientes imágenes: su <a href=»https://www.elmundo.es/cataluna/2025/10/01/68dcef23e85ece487b8b4590.html» target=»_blank»>audiencia</a> con el <strong>Papa León XIV</strong> en el <strong>Vaticano</strong> [la primera concedida por el pontífice a un dirigente político español] y el saludo con el <strong>rey Carlos III</strong> en el Palacio de St. James de <strong>Londres</strong>.</p>
Ante las acusaciones de Junts de haber convertido la Generalitat en una simple «delegación del Gobierno de Pedro Sánch
Ante las acusaciones de Junts de haber convertido la Generalitat en una simple «delegación del Gobierno de Pedro Sánchez», el presidente catalán, Salvador Illa, replica con dos recientes imágenes: su audiencia con el Papa León XIV en el Vaticano [la primera concedida por el pontífice a un dirigente político español] y el saludo con el rey Carlos III en el Palacio de St. James de Londres.
Con 11 viajes al extranjero, una media de casi uno al mes desde su llegada al poder, el jefe del Govern trata de reforzar su figura institucional en el exterior en contraste con la debilidad del Ejecutivo en el interior, con los Presupuestos autonómicos nuevamente en el aire y una mayoría en el Parlament que siempre pende de un hilo, a expensas de las negociaciones a dos bandas con Esquerra Republicana y Comuns. Ayer, ambos partidos le volvieron a dejar claro que no se sentarán a negociar las cuentas públicas si antes no existe cumplimiento de dos puntos claves de sus respectivos pactos de investidura: la financiación singular en el caso de ERC y las medidas en materia de vivienda en el caso del grupo parlamentario que lidera Jéssica Albiach. El martes, la portavoz del Govern, Sílvia Paneque, admitió que es «prácticamente imposible» que estén aprobados el 1 de enero. «Sin Presupuestos, toda su propaganda se queda en titulares y papel mojado», replicó ayer el jefe de filas de Junts per Catalunya en la Cámara, Albert Batet.
Aunque en el caso de Illa la proyección internacional tiene un cariz más económico, especialmente las dos giras realizadas en Asia, su estrategia sigue la línea marcada en su día por Jordi Pujol, que en sus 23 años al frente de la Generalitat (1980-2003) puso en práctica una intensa acción de gobierno exterior. Con su dominio del alemán, francés, inglés e italiano y sus buenas conexiones internacionales, el ex president y fundador de Convergència escenificó en centenares de viajes un rol con el que buscaba asimilarse a un jefe de Estado, mediante reuniones con altas instancias y simbología catalana visible.
Tras su investidura, en agosto de 2024, la elección de Jaume Duch como consejero de Unión Europea y Acción Exterior ya daba pistas de la importancia que Illa quería otorgar a esta cartera dentro de su Gabinete. Funcionario de la UE desde 1990, Duch había ejercido en los últimos años los cargos de portavoz y director general de Comunicación del Parlamento Europeo. Entre sus también frecuentes viajes institucionales, el responsable de Exteriores catalán ha visitado recientemente Nueva York con motivo de la Asamblea General de la ONU para participar en varios foros y reunirse con diversas autoridades. «El Govern reafirma su compromiso con una acción exterior proactiva, estratégica y coherente, que contribuya a posicionar a Cataluña como un actor relevante en la escena internacional», expresó Duch en su comparecencia en comisión parlamentaria el jueves pasado.
Illa realizó, hace un año, su primer viaje oficial a Bruselas, donde se entrevistó con la presidenta de la Eurocámara, la maltesa Roberta Metsola (PPE), y participó en el 30 aniversario del Comité de las Regiones. «Cataluña quiere volver a implicarse al máximo en la construcción europea», dijo entonces el president, que ha vuelto otras dos veces a Bélgica, la más reciente de ellas en septiembre, cuando recibió al líder de JxCat, Carles Puigdemont, en la delegación de la Generalitat.
El primer secretario del PSC ha estado también dos veces en Francia, Italia y Reino Unido. De hecho, desde la vuelta de las vacaciones, ha pisado los tres países con una importante agenda. Entre otros actos, en septiembre se entrevistó con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y pronunció una conferencia sobre el futuro de Europa en la prestigiosa universidad Sciences Po. En octubre llegaron los citados encuentros con el nuevo Papa, a quien invitó formalmente a visitar Barcelona en 2026, y con Carlos III de Inglaterra, con motivo de unas jornadas sobre cambio climático organizadas por la Circular Bioeconomy Alliance, fundada por el monarca británico.
Pero especialmente significativas han sido sus dos giras asiáticas, en mayo a Japón y Corea del Sur y en julio a China, ambas para afianzar el Plan Asia de la Generalitat en «un contexto geopolítico internacional que está cambiando». Illa ha señalado, en más de una ocasión, que la agresiva política comercial de Donald Trump, con los aranceles a los productos que llegan a Estados Unidos, obliga a mover ficha y «buscar nuevos mercados» y oportunidades. Hace una semana, el president presentó una estrategia de captación de inversión extranjera para el periodo 2026-2030, con la que prevé atraer 6.000 millones de euros. Y, a mediados de año, anunció la puesta en marcha del programa Catalonian Talent Bridge, con el que el Govern ofrece «acogida» a «científicos que trabajan en Estados Unidos y están viendo amenazadas sus investigaciones y su libertad académica por las políticas de Trump y su negacionismo». Con una duración de tres años y una dotación económica de 30 millones de euros, el plan diseñado por el Govern ofrece más de 70 plazas de «máxima excelencia».
Illa ya había mostrado su clara apuesta por el mercado asiático unos meses antes. En noviembre, mantuvo una reunión con el presidente de la Asamblea Popular Nacional de China, Zhao Leji [tercera autoridad del país], en el Palacio de Pedralbes de Barcelona, donde fue recibido por la Guardia de Honor de los Mossos d’Esquadra. Pocos días después, el jefe del Govern recibió en el Palau de la Generalitat al embajador de China en España, Yao Jing. Entre los principales lazos empresariales de Cataluña con el país asiático sobresalen la alianza entre el grupo automovilístico chino Chery y la compañía Ebro-EV Motors, que ha permitido la reindustrialización de la antigua fábrica de Nissan en la Zona Franca, y la terminal de contenedores Hutchison Ports Best en el puerto de Barcelona.
Precisamente, China es uno de los enclaves en los que el Govern abrirá una nueva embajada. Tal y como se comprometió con ERC en el pacto de investidura, Illa defiende la ampliación de la red de delegaciones de la Generalitat en el exterior, que con la apertura de oficinas en este país, Canadá y Jordania contará ya con 24 sedes. «Tener visibilidad e influencia no es un lujo, sino una obligación; no es un gasto, sino una inversión», reivindicó el conseller Duch en el Parlament hace una semana.
El próximo viaje al exterior del president será a México coincidiendo con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, que comienza el 29 de noviembre y concluye el 7 de diciembre.
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